El activo papel de la OTAN al lado de los rebeldes libios sale a la luz

Bruselas, AFP
El claro apoyo a los rebeldes por parte de algunas fuerzas de la OTAN, incluso en la búsqueda de Muamar Gadafi y su entorno, empieza a salir a la luz pese a los desmentidos de la Alianza Atlántica, que asegura atenerse estrictamente al mandato de la ONU.

Gran Bretaña, país que ha liderado junto a Francia la intervención en Libia hace ahora seis meses, toma cada vez menos precauciones a la hora de informar.

El ministro de Defensa británico, Liam Fox, anunció este viernes que aviones de su país habían bombardeado la noche anterior un importante búnker situado en Sirte, ciudad natal de Gadafi, que hace las funciones de cuartel general, mientras los insurgentes buscan desesperadamente al desaparecido líder libio.

La víspera, Fox confirmó abiertamente que la OTAN contribuye en la búsqueda de Gadafi. "Puedo confirmar que la OTAN está suministrando inteligencia y equipos de reconocimiento al Consejo Nacional de Transición (CNT) para ayudar a localizar al coronel Gadafi y a otros miembros del régimen", declaró el ministro británico.

Mientras, la Alianza Atlántica mantiene que no se coordina con los rebeldes y que Gadafi no es un objetivo. "No hay coordinación militar con los rebeldes", dijo la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, quien añadió que la Alianza Atlántica está llevando a cabo "operaciones en Libia siguiendo al pie de la letra" el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, que limita la acción a la protección de los civiles.

Para Shashank Joshi, analista del Royal United Services Institute de Londres, la OTAN está siendo cauta con las palabras, lo que significa que la organización "es totalmente absurda". "Se trata de una ficción necesaria para mantenerse en los límites de la resolución 1973 de la ONU y evitar dificultades jurídicas y políticas", según Joshi.

Rusia y China se abstuvieron en febrero ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre dicha resolución, que permitió la intervención occidental, y están dispuestas a reprochar a sus aliados haberse sobrepasado en las prerrogativas. "Hay elementos extremadamente claros que demuestran que la OTAN no sólo ha ayudado a los rebeldes, sino que ha sido un socio decisivo y crucial para ellos. Se ha implicado en una coordinación y un apoyo muy estrechos, sin los cuales los rebeldes no hubieran ganado este conflicto", añade Joshi.

Según el diario británico Daily Telegraph, miembros de los SAS (Servicios Aéreos Especiales) han sido desplegados en Libia desde hace varias semanas y tienen un papel clave en la coordinación de la batalla en Trípoli, pese a que la OTAN asegura no tener ningún soldado en el terreno.

Según un periodista de la AFP en Libia, agentes franceses vestidos de civil actúan desde hace varias semanas junto a los rebeldes en el frente este.

El gobierno francés reconoció hace tiempo haber lanzado desde el aire armas a los rebeldes de las montañas de Nefusa, en el oeste del país.

Un responsable occidental que pidió el anonimato afirmó que si hay fuerzas especiales en territorio libio, "siguen las órdenes de sus mandos nacionales" y no de la OTAN.

Para François Heisbourg, consejero especial de la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS), el papel de las fuerzas especiales junto a los rebeldes libios es muy importante "para designar objetivos, la coordinación entre frentes terrestre y aéreo, el suministro de armas e instrucción".

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