Al Qaeda en Yemen prepara ataques tóxicos con veneno de ricino en suelo estadounidense
Nueva York, EP
La célula yemení de la red terrorista Al Qaeda está intentando preparar bombas cargadas con veneno de ricino para lanzar un ataque tóxico contra las principales redes de transporte de Estados Unidos, según indican fuentes de la lucha antiterrorista de EEUU, que si bien estiman que la amenaza "no es inminente", ni es susceptible de causar grandes daños materiales, sí que requiere de estrecha vigilancia ante el pánico que este tipo de ataques podrían desatar entre la población.
Según estas fuentes, citadas por el diario 'The New York Times', Al Qaeda en Yemen está intentando adquirir desde hace un año semillas de planta de ricino para derivar la letal toxina en forma de fino polvo blanco, capaz de matar con solo una pequeña cantidad, bien inhalada o introducida en la corriente sanguínea.
La sección yemení de Al Qaeda habría preparado, a tal efecto, un laboratorio en la provincia de Shabwa, bajo control total de los insurgentes. La toxina sería instalada en un artefacto explosivo destinado a estallar en espacios cerrados, como centros comerciales, estaciones de metro, o incluso aeropuertos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dispone de esta información desde el año pasado y ha ordenado que se le proporcionen actualizaciones periódicas. Los servicios de Inteligencia creen, no obstante, que los terroristas yemeníes todavía no han conseguido refinar el proceso de fabricación de esta "bomba de ricino" y que la amenaza "no es inminente".
Además, hay que tener en cuenta que la eficacia del ricino es limitada en ambientes cálidos y secos --como el de Yemen-- y, a diferencia de otros agentes nerviosos, no es absorbido con facilidad por la piel. No obstante, puede ser empleado como arma de último recurso y de carácter improvisado, al estilo de la bomba casera que amenazó la vida de los pasajeros de un avión comercial con destino a Detroit en diciembre de 2009 y que estaba cosida a la ropa interior de un nigeriano asociado con la célula terrorista.
"La amenaza potencial de un arma de destrucción masiva, probablemente en una forma más simple de lo que la gente imagina pero con importante impacto psicológico, es muy, muy real", indicó el ex director del Centro Nacional de Antiterrorismo, Michael E. Leiter.
Además, las fuentes consultadas son perfectamente conscientes de que Al Qaeda en Yemen es la célula con más capacidad para concretar sus amenazas. "Si hay algo que sabemos de esa gente es que hacen lo que dicen", indicó una fuente oficial bajo el anonimato.
En este sentido, cabe destacar que los propios miembros de la organización terrorista han discutido en público la posibilidad de emplear agentes tóxicos en un posible ataque en suelo estadounidense. "Nuestros hermanos, a pesar de sus escasos conocimientos en los campos de la biología o la química, son capaces de desarrollar venenos como cianuro o ricino siempre y cuando posean un conocimiento científico básico", aseguraba la organización en su diario on-line.
Una bomba de ricino, coinciden las fuentes consultadas, no causaría el mismo nivel de destrucción masiva que la que provocaron, por ejemplo, los atentados del 11 de septiembre de 2001, pero el nivel de pánico que podría desencadenar en los estadounidenses --en particular a la hora de utilizar los sistemas de transporte público-- "sería desproporcionado".
La célula yemení de la red terrorista Al Qaeda está intentando preparar bombas cargadas con veneno de ricino para lanzar un ataque tóxico contra las principales redes de transporte de Estados Unidos, según indican fuentes de la lucha antiterrorista de EEUU, que si bien estiman que la amenaza "no es inminente", ni es susceptible de causar grandes daños materiales, sí que requiere de estrecha vigilancia ante el pánico que este tipo de ataques podrían desatar entre la población.
Según estas fuentes, citadas por el diario 'The New York Times', Al Qaeda en Yemen está intentando adquirir desde hace un año semillas de planta de ricino para derivar la letal toxina en forma de fino polvo blanco, capaz de matar con solo una pequeña cantidad, bien inhalada o introducida en la corriente sanguínea.
La sección yemení de Al Qaeda habría preparado, a tal efecto, un laboratorio en la provincia de Shabwa, bajo control total de los insurgentes. La toxina sería instalada en un artefacto explosivo destinado a estallar en espacios cerrados, como centros comerciales, estaciones de metro, o incluso aeropuertos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dispone de esta información desde el año pasado y ha ordenado que se le proporcionen actualizaciones periódicas. Los servicios de Inteligencia creen, no obstante, que los terroristas yemeníes todavía no han conseguido refinar el proceso de fabricación de esta "bomba de ricino" y que la amenaza "no es inminente".
Además, hay que tener en cuenta que la eficacia del ricino es limitada en ambientes cálidos y secos --como el de Yemen-- y, a diferencia de otros agentes nerviosos, no es absorbido con facilidad por la piel. No obstante, puede ser empleado como arma de último recurso y de carácter improvisado, al estilo de la bomba casera que amenazó la vida de los pasajeros de un avión comercial con destino a Detroit en diciembre de 2009 y que estaba cosida a la ropa interior de un nigeriano asociado con la célula terrorista.
"La amenaza potencial de un arma de destrucción masiva, probablemente en una forma más simple de lo que la gente imagina pero con importante impacto psicológico, es muy, muy real", indicó el ex director del Centro Nacional de Antiterrorismo, Michael E. Leiter.
Además, las fuentes consultadas son perfectamente conscientes de que Al Qaeda en Yemen es la célula con más capacidad para concretar sus amenazas. "Si hay algo que sabemos de esa gente es que hacen lo que dicen", indicó una fuente oficial bajo el anonimato.
En este sentido, cabe destacar que los propios miembros de la organización terrorista han discutido en público la posibilidad de emplear agentes tóxicos en un posible ataque en suelo estadounidense. "Nuestros hermanos, a pesar de sus escasos conocimientos en los campos de la biología o la química, son capaces de desarrollar venenos como cianuro o ricino siempre y cuando posean un conocimiento científico básico", aseguraba la organización en su diario on-line.
Una bomba de ricino, coinciden las fuentes consultadas, no causaría el mismo nivel de destrucción masiva que la que provocaron, por ejemplo, los atentados del 11 de septiembre de 2001, pero el nivel de pánico que podría desencadenar en los estadounidenses --en particular a la hora de utilizar los sistemas de transporte público-- "sería desproporcionado".