Policía malaya arresta a más de 1.600 manifestantes
Kuala Lumpur, Agencias
Más de 1.600 activistas fueron detenidos el sábado en medio de gases lacrimógenos durante una marcha de unos 20.000 manifestantes en la capital de Malasia para exigir reformas electorales.
La movilización política, considerada la más grande del país en años, cuenta con el respaldo de la oposición. Con ella culminan semanas de intensas protestas contra la coalición del primer ministro Najib Razak —quien lleva más de cinco décadas en el poder— en demanda de leyes electorales más justas y transparentes para las elecciones de mediados de 2012.
Miles de malayos marcharon para desafiar al gobierno de Najib, que declaró ilegal la movilización y en repetidas ocasiones advirtió a la gente que evitara acudir.
Los líderes opositores acusan a la coalición de Najib, el Frente Nacional, de apoyarse en el fraude para seguir en el poder tras 54 años. En los últimos años el gobierno ha enfrentado crecientes quejas sobre corrupción y discriminación racial.
El gobierno insiste en que las actuales leyes electorales son imparciales, y que la protesta es solamente un intento de la oposición de crear caos.
La policía informó en un comunicado que detuvo a 1.667 personas en un operativo llamado "Operación Borrar a Bersih", en referencia a la coalición cívica llamada Bersih ("limpio" en malayo) que exige elecciones limpias y justas. Varios altos miembros de la oposición estuvieron entre los detenidos. Algunos fueron liberados después de unas horas, y la policía señalo que la mayoría serían puestos en libertad antes del amanecer.
Las autoridades tomaron medidas extraordinarias de seguridad para frenar la marcha del sábado al cerrar caminos, estaciones de trenes y desplegar camiones con cañones de agua cerca del Estadio Independencia en Kuala Lumpur, donde los activistas intentaron reunirse.
Najib insistió el sábado que los manifestantes representan una minoría y que la mayoría de los malayos apoyan a su gobierno.
"Si hay gente que quiere realizar una manifestación ilegal, hay más que se oponen a ese plan", dijo el primer ministro en declaraciones a la agencia de noticias nacional, Bernama.
Según testigos, policías armados con porras atacaron a los manifestantes y los arrastraron hacia camiones. Se observó a algunos sangrando, pero la policía no pudo confirmar si hubo heridos.
Anwar Ibrahim, el líder de la oposición, dijo en un mensaje en Twitter que fue herido levemente cuando la policía arrojó gas lacrimógeno contra su grupo.
Más de 1.600 activistas fueron detenidos el sábado en medio de gases lacrimógenos durante una marcha de unos 20.000 manifestantes en la capital de Malasia para exigir reformas electorales.
La movilización política, considerada la más grande del país en años, cuenta con el respaldo de la oposición. Con ella culminan semanas de intensas protestas contra la coalición del primer ministro Najib Razak —quien lleva más de cinco décadas en el poder— en demanda de leyes electorales más justas y transparentes para las elecciones de mediados de 2012.
Miles de malayos marcharon para desafiar al gobierno de Najib, que declaró ilegal la movilización y en repetidas ocasiones advirtió a la gente que evitara acudir.
Los líderes opositores acusan a la coalición de Najib, el Frente Nacional, de apoyarse en el fraude para seguir en el poder tras 54 años. En los últimos años el gobierno ha enfrentado crecientes quejas sobre corrupción y discriminación racial.
El gobierno insiste en que las actuales leyes electorales son imparciales, y que la protesta es solamente un intento de la oposición de crear caos.
La policía informó en un comunicado que detuvo a 1.667 personas en un operativo llamado "Operación Borrar a Bersih", en referencia a la coalición cívica llamada Bersih ("limpio" en malayo) que exige elecciones limpias y justas. Varios altos miembros de la oposición estuvieron entre los detenidos. Algunos fueron liberados después de unas horas, y la policía señalo que la mayoría serían puestos en libertad antes del amanecer.
Las autoridades tomaron medidas extraordinarias de seguridad para frenar la marcha del sábado al cerrar caminos, estaciones de trenes y desplegar camiones con cañones de agua cerca del Estadio Independencia en Kuala Lumpur, donde los activistas intentaron reunirse.
Najib insistió el sábado que los manifestantes representan una minoría y que la mayoría de los malayos apoyan a su gobierno.
"Si hay gente que quiere realizar una manifestación ilegal, hay más que se oponen a ese plan", dijo el primer ministro en declaraciones a la agencia de noticias nacional, Bernama.
Según testigos, policías armados con porras atacaron a los manifestantes y los arrastraron hacia camiones. Se observó a algunos sangrando, pero la policía no pudo confirmar si hubo heridos.
Anwar Ibrahim, el líder de la oposición, dijo en un mensaje en Twitter que fue herido levemente cuando la policía arrojó gas lacrimógeno contra su grupo.