Murdoch es llamado a declarar en el Parlamento por el escándalo de las escuchas
Londres, Agencias
Rupert Murdoch y los dos principales directivos de su filial británica fueron invitados este martes a declarar en el Parlamento tras la extensión del escándalo de las escuchas a otros periódicos del grupo, mientras un policía acusaba al News of the World de falta de cooperación.
La crisis se agravó después de que el ex primer ministro Gordon Brown acusara al grupo de Murdoch de recurrir a "delincuentes" para acceder ilegalmente a información sobre él y su familia.
En un nuevo giro inesperado del caso, una comisión parlamentaria pidió este martes la comparecencia de Rupert Murdoch, presidente y consejero delegado de News Corp., su hijo James Murdoch, presidente de su subsidiaria británica News International, y Rebekah Brooks, su directora general, para interrogarles sobre este creciente escándalo.
"A la luz de las extraordinarias nuevas revelaciones esta semana sobre las escuchas telefónicas, han surgido serios interrogantes sobre las declaraciones prestadas ante el comité por varios testigos en su anterior investigación sobre estándares de prensa, difamación y privacidad", declaró John Whittingdale, presidente del Comité de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes.
"En particular James Murdoch ha dicho que se engañó al Parlamento. Este es un asunto muy serio que no permitiremos quede sin discutirse", agregó. Casi en el mismo momento, otra comisión parlamentaria interrogaba a altos mandos de la policía para tratar de saber por qué una primera investigación sobre las escuchas del News of the World iniciada en 2006 no logró descubrir todas las ramificaciones de este escándalo.
El caso volvió al primer plano la semana pasada al revelarse que empleados del News of the World pudieron haber interceptado en la última década los teléfonos de hasta 4.000 personas, ya no sólo políticos y famosos, sino también una menor asesinada y familiares de víctimas de crímenes y atentados terroristas y de soldados muertos en Irak o Afganistán. También pagaron presuntamente a policías a cambio de información.
El semanario sensacionalista publicó su último número el pasado domingo tras 168 años de existencia, pero este inesperado cierre no zanjó la crisis. El subjefe de la policía de Londres, John Yates, explicó el martes a los diputados que si en 2009 decidió que no había necesidad de reabrir la primera investigación fue porque el News of the World "no cooperó" con los investigadores hasta principios de este año.
Yates también indicó que estaba seguro "al 99%" de que su propio teléfono fue intervenido en aquella época. Gordon Brown, primer ministro entre 2007 y 2010 tras haber sido durante 10 años ministro de Finanzas de Tony Blair, también está seguro de que fue espiado por periódicos del grupo de Murdoch, en particular el Sunday Times y el Sun.
"El Sunday Times parece haber tenido acceso a mi cuenta bancaria. Tuvo acceso a mis documentos legales", en particular inmobiliarios, dijo Brown a la BBC, refiriéndose a un artículo publicado por el semanario sobre su supuesta compra de un apartamento. "Estoy horrorizado al descubrir que esto se produjo debido a sus vínculos con conocidos delincuentes (...) contratados por investigadores que trabajaban con el Sunday Times", agregó Brown.
Respecto al Sun, indicó que estalló "en lágrimas" cuando la entonces redactora jefa del diario, Rebekah Brooks, le telefoneó en 2006 para decirle que iban a publicar una nota sobre la enfermedad que padecía su hijo de cuatro meses, Fraser, aquejado de fibrosis cística, sobre la que no había hablado públicamente.
"Van a tener que explicarse", declaró a la BBC, precisando que no se le ocurría ninguna manera legítima de cómo pudieron acceder a esta información.
El primer ministro, David Cameron, que el viernes prometió una investigación pública sobre las escuchas liderada por un juez, insistió este martes en que "el gobierno no descansará hasta que se haya llegado al fondo de este caso atroz".
Por otra parte, los tres principales partidos británicos anunciaron su intención de respaldar el miércoles en el Parlamento una moción impulsada por los laboristas para pedir al magnate Rupert Murdoch que renuncie a su proyecto de compra de la plataforma televisiva BSkyB. Un portavoz del primer ministro dijo este martes que el gobierno "tenía intención de apoyar" la moción que interpondrá el líder del partido laborista, Ed Miliband, en la Cámara de Representantes.
Los liberaldemócratas, socios minoritarios de la coalición gubernamental con los conservadores de Cameron, ya habían anunciado anteriormente su respaldo al texto no vinculante que dice "esta Cámara cree que es de interés público que Rupert Murdoch y News Corporation abandonen su oferta por BSKyB".
News Corp., el grupo de Murdoch, que posee el 39% de la mayor plataforma de televisión por satélite británica, presentó el año pasado una oferta para comprar el 61% restante. Tras otorgar en marzo el acuerdo de principio a esta adquisición, que según sus detractores amenazaba la pluralidad informativa británica, el gobierno debía anunciar en estos días su autorización definitiva.
Pero las nuevas revelaciones en el escándalo de las escuchas cambiaron la situación. Para tratar de salvar la operación, Murdoch cerró la semana pasada su dominical de gran tirada, y asumió personalmente la gestión de la crisis. Pero el gobierno, bajo una presión creciente, anunció el lunes que remitía el dossier a las autoridades de competencia británicas, retrasando al menos unos meses el desenlace de la operación.
Rupert Murdoch y los dos principales directivos de su filial británica fueron invitados este martes a declarar en el Parlamento tras la extensión del escándalo de las escuchas a otros periódicos del grupo, mientras un policía acusaba al News of the World de falta de cooperación.
La crisis se agravó después de que el ex primer ministro Gordon Brown acusara al grupo de Murdoch de recurrir a "delincuentes" para acceder ilegalmente a información sobre él y su familia.
En un nuevo giro inesperado del caso, una comisión parlamentaria pidió este martes la comparecencia de Rupert Murdoch, presidente y consejero delegado de News Corp., su hijo James Murdoch, presidente de su subsidiaria británica News International, y Rebekah Brooks, su directora general, para interrogarles sobre este creciente escándalo.
"A la luz de las extraordinarias nuevas revelaciones esta semana sobre las escuchas telefónicas, han surgido serios interrogantes sobre las declaraciones prestadas ante el comité por varios testigos en su anterior investigación sobre estándares de prensa, difamación y privacidad", declaró John Whittingdale, presidente del Comité de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes.
"En particular James Murdoch ha dicho que se engañó al Parlamento. Este es un asunto muy serio que no permitiremos quede sin discutirse", agregó. Casi en el mismo momento, otra comisión parlamentaria interrogaba a altos mandos de la policía para tratar de saber por qué una primera investigación sobre las escuchas del News of the World iniciada en 2006 no logró descubrir todas las ramificaciones de este escándalo.
El caso volvió al primer plano la semana pasada al revelarse que empleados del News of the World pudieron haber interceptado en la última década los teléfonos de hasta 4.000 personas, ya no sólo políticos y famosos, sino también una menor asesinada y familiares de víctimas de crímenes y atentados terroristas y de soldados muertos en Irak o Afganistán. También pagaron presuntamente a policías a cambio de información.
El semanario sensacionalista publicó su último número el pasado domingo tras 168 años de existencia, pero este inesperado cierre no zanjó la crisis. El subjefe de la policía de Londres, John Yates, explicó el martes a los diputados que si en 2009 decidió que no había necesidad de reabrir la primera investigación fue porque el News of the World "no cooperó" con los investigadores hasta principios de este año.
Yates también indicó que estaba seguro "al 99%" de que su propio teléfono fue intervenido en aquella época. Gordon Brown, primer ministro entre 2007 y 2010 tras haber sido durante 10 años ministro de Finanzas de Tony Blair, también está seguro de que fue espiado por periódicos del grupo de Murdoch, en particular el Sunday Times y el Sun.
"El Sunday Times parece haber tenido acceso a mi cuenta bancaria. Tuvo acceso a mis documentos legales", en particular inmobiliarios, dijo Brown a la BBC, refiriéndose a un artículo publicado por el semanario sobre su supuesta compra de un apartamento. "Estoy horrorizado al descubrir que esto se produjo debido a sus vínculos con conocidos delincuentes (...) contratados por investigadores que trabajaban con el Sunday Times", agregó Brown.
Respecto al Sun, indicó que estalló "en lágrimas" cuando la entonces redactora jefa del diario, Rebekah Brooks, le telefoneó en 2006 para decirle que iban a publicar una nota sobre la enfermedad que padecía su hijo de cuatro meses, Fraser, aquejado de fibrosis cística, sobre la que no había hablado públicamente.
"Van a tener que explicarse", declaró a la BBC, precisando que no se le ocurría ninguna manera legítima de cómo pudieron acceder a esta información.
El primer ministro, David Cameron, que el viernes prometió una investigación pública sobre las escuchas liderada por un juez, insistió este martes en que "el gobierno no descansará hasta que se haya llegado al fondo de este caso atroz".
Por otra parte, los tres principales partidos británicos anunciaron su intención de respaldar el miércoles en el Parlamento una moción impulsada por los laboristas para pedir al magnate Rupert Murdoch que renuncie a su proyecto de compra de la plataforma televisiva BSkyB. Un portavoz del primer ministro dijo este martes que el gobierno "tenía intención de apoyar" la moción que interpondrá el líder del partido laborista, Ed Miliband, en la Cámara de Representantes.
Los liberaldemócratas, socios minoritarios de la coalición gubernamental con los conservadores de Cameron, ya habían anunciado anteriormente su respaldo al texto no vinculante que dice "esta Cámara cree que es de interés público que Rupert Murdoch y News Corporation abandonen su oferta por BSKyB".
News Corp., el grupo de Murdoch, que posee el 39% de la mayor plataforma de televisión por satélite británica, presentó el año pasado una oferta para comprar el 61% restante. Tras otorgar en marzo el acuerdo de principio a esta adquisición, que según sus detractores amenazaba la pluralidad informativa británica, el gobierno debía anunciar en estos días su autorización definitiva.
Pero las nuevas revelaciones en el escándalo de las escuchas cambiaron la situación. Para tratar de salvar la operación, Murdoch cerró la semana pasada su dominical de gran tirada, y asumió personalmente la gestión de la crisis. Pero el gobierno, bajo una presión creciente, anunció el lunes que remitía el dossier a las autoridades de competencia británicas, retrasando al menos unos meses el desenlace de la operación.