Miles de personas mantienen la presión sobre militares y Gobierno en la plaza Tahrir
El Cairo, Agencias
Miles de personas reclamaron hoy en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo a la Junta Militar que dirige Egipto y al Gobierno designado por esta que acelere las reformas, en una convocatoria menos masiva que en otras ocasiones, dado las ausencia de los islamistas.
La decisión de los Hermanos Musulmanes y de los salafistas (musulmanes rigoristas) de no participar en el llamado "Viernes de la Última Oportunidad" restó presencia, pero no ánimos, a quienes se congregaron en Tahrir pese al calor.
El movimiento se nutre del nuevo impulso que recibió la Revolución del 25 de Enero el pasado viernes, cuando en una protesta multitudinaria, decenas de miles de manifestantes salieron a Tahrir y a otras plazas del resto del país para pedir más velocidad en las reformas.
Desde entonces, se ha mantenido una acampada en la plaza, corazón de las protestas que acabaron con el régimen del presidente Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero, en la que no hay presencia policial ni militar y que se mantiene cerrada al tráfico rodado.
A lo largo de esta semana, tanto el primer ministro, Esam Sharaf, como la Junta Militar han tratado de responder a las demandas de los manifestantes con un probable retraso de las elecciones, con el despido de más de 600 oficiales de Policía implicados en la represión, y con el anuncio de una remodelación ministerial.
Pese a que las fuerzas islamistas pedido dar una oportunidad a Sharaf, los presentes hoy en Tahrir reclamaron en sus cánticos la marcha del primer ministro, a quien consideran "demasiado débil" para enfrentarse a los militares.
Desde Tahrir, columnas de manifestantes se organizaron para dirigirse en marchas improvisadas hacia el Tribunal Supremo, donde reclamaron que se juzgue ya a Mubarak y a los responsables de su régimen.
Frente a estas protestas, decenas de egipcios que salieron a la plaza Roxy, en el barrio cairota de Heliópolis, para apoyar a la junta militar y pedir a los manifestantes de Tahrir que regresen a sus casas y no interfieran en los asuntos de la nación.
Entre los carteles que estos exhibieron, había consignas como "No al ministerio de Tahrir" o "Todos tenemos derecho a nuestra opinión".
Miles de personas reclamaron hoy en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo a la Junta Militar que dirige Egipto y al Gobierno designado por esta que acelere las reformas, en una convocatoria menos masiva que en otras ocasiones, dado las ausencia de los islamistas.
La decisión de los Hermanos Musulmanes y de los salafistas (musulmanes rigoristas) de no participar en el llamado "Viernes de la Última Oportunidad" restó presencia, pero no ánimos, a quienes se congregaron en Tahrir pese al calor.
El movimiento se nutre del nuevo impulso que recibió la Revolución del 25 de Enero el pasado viernes, cuando en una protesta multitudinaria, decenas de miles de manifestantes salieron a Tahrir y a otras plazas del resto del país para pedir más velocidad en las reformas.
Desde entonces, se ha mantenido una acampada en la plaza, corazón de las protestas que acabaron con el régimen del presidente Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero, en la que no hay presencia policial ni militar y que se mantiene cerrada al tráfico rodado.
A lo largo de esta semana, tanto el primer ministro, Esam Sharaf, como la Junta Militar han tratado de responder a las demandas de los manifestantes con un probable retraso de las elecciones, con el despido de más de 600 oficiales de Policía implicados en la represión, y con el anuncio de una remodelación ministerial.
Pese a que las fuerzas islamistas pedido dar una oportunidad a Sharaf, los presentes hoy en Tahrir reclamaron en sus cánticos la marcha del primer ministro, a quien consideran "demasiado débil" para enfrentarse a los militares.
Desde Tahrir, columnas de manifestantes se organizaron para dirigirse en marchas improvisadas hacia el Tribunal Supremo, donde reclamaron que se juzgue ya a Mubarak y a los responsables de su régimen.
Frente a estas protestas, decenas de egipcios que salieron a la plaza Roxy, en el barrio cairota de Heliópolis, para apoyar a la junta militar y pedir a los manifestantes de Tahrir que regresen a sus casas y no interfieran en los asuntos de la nación.
Entre los carteles que estos exhibieron, había consignas como "No al ministerio de Tahrir" o "Todos tenemos derecho a nuestra opinión".