La OTAN se desmarca del rearme a los rebeldes libios
Francia entrega a los alzados lanzacohetes, misiles anticarro, fusiles de asalto y munición
París, Agencias
La OTAN ha tomado distancia sobre el aprovisionamiento de armasde Franciaa rebeldes antigadafistas, asunto del que el propio secretario general, Anders Fogh Rasmussen,ha dichono tener noticia previa. Con un "no"ha respondidoRasmussen a la pregunta de si la OTAN estaba implicada en la acción, yha aseguradoque la Alianza se limita a cumplir estrictamente el mandato de la ONU.
La resolución 1.970 de Naciones Unidas impide "el suministro, venta o transferencia (...) de armas y municiones" a la Jamahiriya Árabe Libia, referencia al nombre oficial del Estado que parece excluir a todas las partes en el conflicto. Rasmussen dejó sentado en su día que el embargo era aplicable a todos los actores, perono ha queridoentrar en la cuestión de si introducir armas en el país viola el embargo. Dilucidar este interrogante corresponde al comité de sanciones de Naciones Unidas.
Fuentes de la Alianza en Bruselas insistieron en que la OTAN sigue aplicando esa resolución del Consejo de Seguridad y la 1.973, que pide la ejecución del embargo e insta también a tomar todas las medidas necesarias para proteger a la población civil. Rasmussen negó también tener conocimiento de otros aprovisionamientos de armas a los rebeldes, como se había especulado desde el lanzamiento de la operación antigadafista hace tres meses a propósito de Catar, país que participa en la operación. De entre los aliados, solo Londres, socio de primera hora de París en la campaña, se ha distanciado de la medida francesa.
Sí se pronunció con claridad Rusia -potencia con derecho de veto en el Consejo de Seguridad- sobre la entrega de armas. "Si se confirma, es una flagrante violación de la resolución 1970", ha declarado el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.
París, Agencias
La OTAN ha tomado distancia sobre el aprovisionamiento de armasde Franciaa rebeldes antigadafistas, asunto del que el propio secretario general, Anders Fogh Rasmussen,ha dichono tener noticia previa. Con un "no"ha respondidoRasmussen a la pregunta de si la OTAN estaba implicada en la acción, yha aseguradoque la Alianza se limita a cumplir estrictamente el mandato de la ONU.
La resolución 1.970 de Naciones Unidas impide "el suministro, venta o transferencia (...) de armas y municiones" a la Jamahiriya Árabe Libia, referencia al nombre oficial del Estado que parece excluir a todas las partes en el conflicto. Rasmussen dejó sentado en su día que el embargo era aplicable a todos los actores, perono ha queridoentrar en la cuestión de si introducir armas en el país viola el embargo. Dilucidar este interrogante corresponde al comité de sanciones de Naciones Unidas.
Fuentes de la Alianza en Bruselas insistieron en que la OTAN sigue aplicando esa resolución del Consejo de Seguridad y la 1.973, que pide la ejecución del embargo e insta también a tomar todas las medidas necesarias para proteger a la población civil. Rasmussen negó también tener conocimiento de otros aprovisionamientos de armas a los rebeldes, como se había especulado desde el lanzamiento de la operación antigadafista hace tres meses a propósito de Catar, país que participa en la operación. De entre los aliados, solo Londres, socio de primera hora de París en la campaña, se ha distanciado de la medida francesa.
Sí se pronunció con claridad Rusia -potencia con derecho de veto en el Consejo de Seguridad- sobre la entrega de armas. "Si se confirma, es una flagrante violación de la resolución 1970", ha declarado el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.