La historia de Tevez empezó mal y terminó peor

Santa Fe, Clarín
La ilusión de la Selección se quedó en Santa Fe. En un dramático encuentro se quedó con las manos vacías porque a la hora de los penales falló uno, el único de la serie de diez. Fue Carlos Tevez el que desperdició el tiro desde los doce pasos que, en definitiva, le dio el triunfo y el pasaporte a la semifinal de la Copa América a Uruguay.

El marcador estaba 2-2 en la serie de los penales. Ya habían convertido Messi, Forlán, Burdisso y Suárez. Entonces le llegó la oportunidad a Carlitos. Se paró muy recto a la pelota e hizo su típico movimiento antes de impactar la pelota. Metió un derechazo fuerte y cruzado. Muslera, la gran figura de la cancha, se tiró hacia su derecha y rechazó el penal. Entonces el silenció se apoderó del Cementerio de los Elefantes.

En ese largo recorrido que va del área al medio campo, el delantero caminó con la cabeza gacha. Cuando llegó junto al resto de sus compañeros recibió el apoyo de Burdisso. Luego se sumaron otros. Mientras tanto, en el banco de los suplentes, Sergio Batista se lamentaba. Con los brazos atrás y la mirada perdida.

Luego llegaron las conversiones de Scotti, Pastore, Gargano, Higuaín y Cáceres. Y fue la eliminación del equipo del Checho. En los pies de Tevez se decidió la suerte de la Selección. Un Apache que antes del inicio de la Copa no estaba en los planes del entrenador. Y sin embargo ue citado. Cuando Argentina con los futbolistas que actúan en el campeonato local jugó el amistoso con Paraguay en el Chaco, los hinchas le reclamaron al Checho la presencia del Apache.

El 28 de mayo, días antes de entregar la lista de convocados, se reunieron Batista y Tevez. Hubo acuerdo y final feliz para la novela. Tres días después, el Checho lo confirmó entre los 26. Después lo puso de titular en las prácticas y lo confirmó como titular en el debut ante Bolivia. El ex Boca defraudó. Y Checho le dio otra chance, contra Colombia. Tevez volvió a decepcionar. No participó en el 3-0 frente a Costa Rica pese al pedido de los cordobeses.

Esta noche, cuando la Selección no encontraba el rumbo Batista lo llamó a los 37 del segundo tiempo. Lo hizo ingresar por Tevez. A los 44 casi grita su gol con un tiro libre que Muslera despejó con el pie tras un desvío. No aportó mucho más. Su suerte estaba marcada.