La Fed está dividida sobre la estrategia de retirada de los estímulos económicos en EE.UU.
Washington, Agencias
Los miembros de la Reserva Federal (Fed, banco central) estadounidense se encuentran divididos sobre cuál es el mejor momento para abandonar la política de estímulo a la economía adoptada en EE.UU. a raíz de la grave crisis financiera y económica.
Según las actas de la última reunión del Comité federal de Mercado Abierto, el órgano de la Fed que fija la política monetaria, la institución ha empezado a estudiar cuáles serán los pasos para abandonar el generoso estímulo monetario que ha ofrecido durante dos años y medio, pero no ha decidido cuándo los dará.
A finales de junio, la Fed concluyó el programa extraordinario de adquisición en bonos del Tesoro, por valor de 600.000 millones de dólares, pero sigue manteniendo el tipo de interés de referencia por debajo del 0,25 %, donde ha estado desde diciembre de 2008.
Las actas de las deliberación de la última sesión, celebrada el 21 y 22 de junio, publicadas hoy, muestran que los miembros del comité analizaron el mecanismo por el cual se abandonará la política de estímulo, pero no concretaron fechas para hacerlo.
A los miembros del Comité les preocupan tanto el riesgo de inflación como la debilidad del crecimiento económico estadounidense que no consigue reducir el desempleo.
Por ello, "unos pocos" integrantes del grupo creen que se necesita más estímulo para la economía y "otros pocos" advierten de que la inflación podría requerir una subida de los tipos más rápida que la esperada por los mercados, según las actas.
El primer paso sugerido para el abandono de los estímulos es la venta de los bonos que la Reserva tiene en su poder.
Luego, o simultáneamente, un cambio en los objetivos de la política de tipos de interés seguido por un incremento de los mismos; y, finalmente, la venta de los activos financieros que el Banco adquirió durante la crisis, una vez que se produzca el primer aumento de los intereses.
La meta es vender los títulos dentro de un plazo de tres a cinco años, señalan las actas.
Las minutas muestran que los miembros del comité están igualmente desconcertados acerca del curso de acción si las condiciones económicas empeoran y llenos de dudas acerca de si les quedan herramientas adicionales después de años de gigantescos estímulos monetarios.
"Unos pocos participantes expresaron su incertidumbre sobre la eficacia de la política monetaria en las circunstancias presentes, pero discreparon sobre las implicaciones para la política futura", indican las actas.
Los miembros de la Reserva Federal (Fed, banco central) estadounidense se encuentran divididos sobre cuál es el mejor momento para abandonar la política de estímulo a la economía adoptada en EE.UU. a raíz de la grave crisis financiera y económica.
Según las actas de la última reunión del Comité federal de Mercado Abierto, el órgano de la Fed que fija la política monetaria, la institución ha empezado a estudiar cuáles serán los pasos para abandonar el generoso estímulo monetario que ha ofrecido durante dos años y medio, pero no ha decidido cuándo los dará.
A finales de junio, la Fed concluyó el programa extraordinario de adquisición en bonos del Tesoro, por valor de 600.000 millones de dólares, pero sigue manteniendo el tipo de interés de referencia por debajo del 0,25 %, donde ha estado desde diciembre de 2008.
Las actas de las deliberación de la última sesión, celebrada el 21 y 22 de junio, publicadas hoy, muestran que los miembros del comité analizaron el mecanismo por el cual se abandonará la política de estímulo, pero no concretaron fechas para hacerlo.
A los miembros del Comité les preocupan tanto el riesgo de inflación como la debilidad del crecimiento económico estadounidense que no consigue reducir el desempleo.
Por ello, "unos pocos" integrantes del grupo creen que se necesita más estímulo para la economía y "otros pocos" advierten de que la inflación podría requerir una subida de los tipos más rápida que la esperada por los mercados, según las actas.
El primer paso sugerido para el abandono de los estímulos es la venta de los bonos que la Reserva tiene en su poder.
Luego, o simultáneamente, un cambio en los objetivos de la política de tipos de interés seguido por un incremento de los mismos; y, finalmente, la venta de los activos financieros que el Banco adquirió durante la crisis, una vez que se produzca el primer aumento de los intereses.
La meta es vender los títulos dentro de un plazo de tres a cinco años, señalan las actas.
Las minutas muestran que los miembros del comité están igualmente desconcertados acerca del curso de acción si las condiciones económicas empeoran y llenos de dudas acerca de si les quedan herramientas adicionales después de años de gigantescos estímulos monetarios.
"Unos pocos participantes expresaron su incertidumbre sobre la eficacia de la política monetaria en las circunstancias presentes, pero discreparon sobre las implicaciones para la política futura", indican las actas.