Hosni Mubarak niega todas las acusaciones en su contra
El Cairo, Agencias
El derrocado presidente egipcio Hosni Mubarak negó ante los investigadores las acusaciones de corrupción y de responsabilidad en la muerte de manifestantes opositores que pesan contra él, informó la prensa este jueves.
"Esas acusaciones no son en absoluto ciertas. Nunca participé en el asesinato de ciudadanos egipcios, ni he acaparado dinero público, ni adquirido nada de manera ilegal", declaró según la transcripción de una audiencia publicada por el diario Al Dostur.
Mubarak está actualmente hospitalizado en el estación de Sharm el Cheij, en el mar Rojo. Su proceso y el de sus dos hijos Alaa y Gamal se iniciará el 3 de agosto.
El ex jefe de Estado, de 83 años, está acusado de enriquecimiento ilegal a lo largo de 30 años de presidencia y de haber dado órdenes que condujeron a la muerte de contestatarios durante la revuelta de enero y febrero, que causó oficialmente 850 muertos.
Su vicepresidente de la época, Omar Suleimán, había declarado en mayo pasado que Mubarak tenía "perfecto conocimiento de cada bala lanzada" contra los manifestantes.
Un responsable de la investigación sobre su fortuna, que no ha sido objeto de un cálculo oficial, indicó a mediados de junio que era "extremadamente difícil" obtener informaciones del ex dirigente, a quien calificó de "maestro en el arte de la evasión".
El derrocado presidente egipcio Hosni Mubarak negó ante los investigadores las acusaciones de corrupción y de responsabilidad en la muerte de manifestantes opositores que pesan contra él, informó la prensa este jueves.
"Esas acusaciones no son en absoluto ciertas. Nunca participé en el asesinato de ciudadanos egipcios, ni he acaparado dinero público, ni adquirido nada de manera ilegal", declaró según la transcripción de una audiencia publicada por el diario Al Dostur.
Mubarak está actualmente hospitalizado en el estación de Sharm el Cheij, en el mar Rojo. Su proceso y el de sus dos hijos Alaa y Gamal se iniciará el 3 de agosto.
El ex jefe de Estado, de 83 años, está acusado de enriquecimiento ilegal a lo largo de 30 años de presidencia y de haber dado órdenes que condujeron a la muerte de contestatarios durante la revuelta de enero y febrero, que causó oficialmente 850 muertos.
Su vicepresidente de la época, Omar Suleimán, había declarado en mayo pasado que Mubarak tenía "perfecto conocimiento de cada bala lanzada" contra los manifestantes.
Un responsable de la investigación sobre su fortuna, que no ha sido objeto de un cálculo oficial, indicó a mediados de junio que era "extremadamente difícil" obtener informaciones del ex dirigente, a quien calificó de "maestro en el arte de la evasión".