Guillermo y Catalina enfrentan nuevas protestas en Quebec
Quebec, Agencias
El príncipe Guillermo y su esposa Catalina enfrentaron el domingo nuevas protestas de separatistas francófonos tras llegar a la ciudad de Quebec en una fragata de la armada canadiense.
Los recién casados, duque y duquesa de Cambridge, se encuentran en la cuarta jornada de una gira de nueve días por Canadá en lo que constituye su primer viaje oficial al exterior desde su boda el 29 de abril.
La pareja había encontrado el sábado protestas pequeñas pero ruidosas en Montreal, la mayor ciudad de la provincia francófona del mismo nombre, después de que la aclamaran el día anterior miles de personas en la capital de Canadá, Ottawa, que es predominantemente anglófona.
Guillermo y Catalina cantaron himnos durante su participación en un servicio de oración ecuménica bilingüe en la cubierta de la fragata HMCS Montreal, la cual atracó en la ciudad de Quebec después de un recorrido nocturno desde Montreal a través de la pintoresca vía marítima del San Lorenzo.
Ambos descendieron para reunirse con residentes de La Maison Dauphine, un centro de asistencia para jóvenes sin hogar.
La policía se extendió por el centro de Quebec. Más de 150 manifestantes, algunos vestidos de negro y ondeando banderas, se manifestaron a unas dos cuadras del ayuntamiento, donde el príncipe Guillermo pronunciaría un discurso.
Una multitud mucho mayor de admiradores que gritaba a coro "¡Guillermo y Catalina!" recibió autorización para acercarse al ayuntamiento y ovacionó ruidosamente a la pareja cuando ésta llegó en la caravana real.
Los manifestantes opositores gritaban a coro "RRQ", las iniciales del grupo separatista y antimonarquista Reseau de Resistance du Quebecois, o Red de Resistencia de los Quebequenses, que organizó las protestas en Montreal y la ciudad de Quebec.
La policía instaló barreras para impedir el paso de los manifestantes al ayuntamiento, pero los inconformes trajeron una camioneta tipo pickup con equipo de audio y altavoces para que se escucharan sus gritos.
Llevaban pancartas que decían "paguen lo que gastan" y "la monarquía terminó".
La presencia de la pareja británica toca una fibra sensible entre los separatistas francófonos debido a la visita que harían por la tarde a la Citadelle, una residencia fortificada al pie de las Llanuras de Abraham.
Este lugar fue escenario de una batalla crucial en 1759 en la que las fuerzas británicas derrotaron a las francesas y sellaron la conquista de la Nueva Francia.
El príncipe Guillermo y su esposa Catalina enfrentaron el domingo nuevas protestas de separatistas francófonos tras llegar a la ciudad de Quebec en una fragata de la armada canadiense.
Los recién casados, duque y duquesa de Cambridge, se encuentran en la cuarta jornada de una gira de nueve días por Canadá en lo que constituye su primer viaje oficial al exterior desde su boda el 29 de abril.
La pareja había encontrado el sábado protestas pequeñas pero ruidosas en Montreal, la mayor ciudad de la provincia francófona del mismo nombre, después de que la aclamaran el día anterior miles de personas en la capital de Canadá, Ottawa, que es predominantemente anglófona.
Guillermo y Catalina cantaron himnos durante su participación en un servicio de oración ecuménica bilingüe en la cubierta de la fragata HMCS Montreal, la cual atracó en la ciudad de Quebec después de un recorrido nocturno desde Montreal a través de la pintoresca vía marítima del San Lorenzo.
Ambos descendieron para reunirse con residentes de La Maison Dauphine, un centro de asistencia para jóvenes sin hogar.
La policía se extendió por el centro de Quebec. Más de 150 manifestantes, algunos vestidos de negro y ondeando banderas, se manifestaron a unas dos cuadras del ayuntamiento, donde el príncipe Guillermo pronunciaría un discurso.
Una multitud mucho mayor de admiradores que gritaba a coro "¡Guillermo y Catalina!" recibió autorización para acercarse al ayuntamiento y ovacionó ruidosamente a la pareja cuando ésta llegó en la caravana real.
Los manifestantes opositores gritaban a coro "RRQ", las iniciales del grupo separatista y antimonarquista Reseau de Resistance du Quebecois, o Red de Resistencia de los Quebequenses, que organizó las protestas en Montreal y la ciudad de Quebec.
La policía instaló barreras para impedir el paso de los manifestantes al ayuntamiento, pero los inconformes trajeron una camioneta tipo pickup con equipo de audio y altavoces para que se escucharan sus gritos.
Llevaban pancartas que decían "paguen lo que gastan" y "la monarquía terminó".
La presencia de la pareja británica toca una fibra sensible entre los separatistas francófonos debido a la visita que harían por la tarde a la Citadelle, una residencia fortificada al pie de las Llanuras de Abraham.
Este lugar fue escenario de una batalla crucial en 1759 en la que las fuerzas británicas derrotaron a las francesas y sellaron la conquista de la Nueva Francia.