El Tribunal Especial para Líbano inculpa a Hezbolá por el asesinato de Hariri
Amsterdam, EP
El Tribunal Especial para Líbano ha dado a conocer la identidad de cuatro hombres, miembros del partido-milicia chií Hezbolá, buscados por el asesinato del primer ministro libanés Rafik Hariri, cometido en 2005.
El juez de instrucción Daniel Fransen ha ordenado que se anule la confidencialidad de los nombres, alias, información biográfica, fotografías y cargos de las personas nombradas en el escrito de acusación, según ha informado el tribunal en un comunicado.
"El fiscal considera que al hacer pública la información, puede aumentar la probabilidad de que los acusados sean detenidos en caso de que alguien los vea", se explica en la nota.
Los cuatro hombres nombrados en ese documento son Mustafa Amine Badreddine, un alto cargo de Hezbolá y cuñado de Imad Moughniyeh, comandante asesinado de ese grupo; Salim Jamil Ayyash; Hussein Hassan Oneissi y Assad Hassan Sabra, según el tribunal.
Las autoridades libanesas recibieron el escrito de acusación y cuatro órdenes de arresto el pasado mes de junio. En aquel momento, el tribunal no identificó a los sospechosos, pero fuentes oficiales libanesas revelaron que eran miembros de Hezbolá.
Hezbolá acusa al tribunal de ser una herramienta de Estados Unidos e Israel y asegura no estar relacionado con el asesinato de Hariri, que murió en un atentado con bomba perpetrado en Beirut en febrero de 2005 que también se cobró la vida de otras 22 personas.
El líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha afirmado que las autoridades nunca detendrán a miembros del grupo chií y ha dicho que las acusaciones son infundadas y constituyen un intento fallido de hacer caer al nuevo Gobierno libanés.
"No pueden encontrarlos ni arrestarlos dentro de 30 días, ni de 60, ni de un año o dos, ni siquiera 30 años o 300", subrayó Nasralá entonces. Según los procedimientos judiciales, las autoridades libanesas tienen de plazo hasta el 11 de agosto, a contar desde el momento en que reciben el escrito de acusación, para informar al tribunal de las medidas que han tomado.
El asesinato del primer ministro desencadenó en Líbano una serie de crisis políticas, asesinatos y atentados con bomba que derivaron en enfrentamientos entre miembros de distintas comunidades en mayo de 2008 que llevaron al país al borde de la guerra civil.
El Tribunal Especial para Líbano ha dado a conocer la identidad de cuatro hombres, miembros del partido-milicia chií Hezbolá, buscados por el asesinato del primer ministro libanés Rafik Hariri, cometido en 2005.
El juez de instrucción Daniel Fransen ha ordenado que se anule la confidencialidad de los nombres, alias, información biográfica, fotografías y cargos de las personas nombradas en el escrito de acusación, según ha informado el tribunal en un comunicado.
"El fiscal considera que al hacer pública la información, puede aumentar la probabilidad de que los acusados sean detenidos en caso de que alguien los vea", se explica en la nota.
Los cuatro hombres nombrados en ese documento son Mustafa Amine Badreddine, un alto cargo de Hezbolá y cuñado de Imad Moughniyeh, comandante asesinado de ese grupo; Salim Jamil Ayyash; Hussein Hassan Oneissi y Assad Hassan Sabra, según el tribunal.
Las autoridades libanesas recibieron el escrito de acusación y cuatro órdenes de arresto el pasado mes de junio. En aquel momento, el tribunal no identificó a los sospechosos, pero fuentes oficiales libanesas revelaron que eran miembros de Hezbolá.
Hezbolá acusa al tribunal de ser una herramienta de Estados Unidos e Israel y asegura no estar relacionado con el asesinato de Hariri, que murió en un atentado con bomba perpetrado en Beirut en febrero de 2005 que también se cobró la vida de otras 22 personas.
El líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha afirmado que las autoridades nunca detendrán a miembros del grupo chií y ha dicho que las acusaciones son infundadas y constituyen un intento fallido de hacer caer al nuevo Gobierno libanés.
"No pueden encontrarlos ni arrestarlos dentro de 30 días, ni de 60, ni de un año o dos, ni siquiera 30 años o 300", subrayó Nasralá entonces. Según los procedimientos judiciales, las autoridades libanesas tienen de plazo hasta el 11 de agosto, a contar desde el momento en que reciben el escrito de acusación, para informar al tribunal de las medidas que han tomado.
El asesinato del primer ministro desencadenó en Líbano una serie de crisis políticas, asesinatos y atentados con bomba que derivaron en enfrentamientos entre miembros de distintas comunidades en mayo de 2008 que llevaron al país al borde de la guerra civil.