El doble atentado en Noruega, ¿una matanza con motivaciones políticas?
Oslo, Agencias
Al día siguiente del doble atentado en Noruega, los móviles del sospechoso seguían siendo un misterio pero los primeros elementos apuntan a un "fundamentalista cristiano" noruego, aficionado a la caza y a los videojuegos, que al parecer había mantenido contactos con ultraderechistas y neonazis.
Detenido el viernes después de la explosión de una bomba y el tiroteo en los que murieron al menos 92 personas, el presunto autor de los hechos fue presentado por los investigadores como un noruego de 32 años y sin antecedentes penales.
Según la prensa, se trata de Anders Behring Breivik, un joven de cabello rubio según la foto publicada en su perfil de la red social Facebook, una información que la policía se niega a confirmar de momento.
Según las informaciones publicadas en internet por el presunto criminal, el sospechoso es un "fundamentalista cristiano", dijo Roger Andresen, un responsable de la policía de Oslo, precisando que sus opiniones políticas tienden hacia "la derecha".
Los investigadores dicen que por el momento no conocen el móvil de los crímenes más sangrientos cometidos en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial.
"Hay algunos rasgos políticos (del sospechoso) que tienden hacia la derecha y lo antimusulmán, pero es muy pronto para decir si ello fue un motivo para su acto", declaró por su parte el comisario Sveinung Sponheim a la televisión pública NRK.
Los ataques, que se llevaron a cabo con un intervalo de una hora, parece que estaban dirigidos contra el Partido Laborista, en el poder.
El viernes por la tarde se produjo primero una fuerte explosión, producida por un coche bomba, que dañó edificios del Gobierno, entre ellos las oficinas del primer ministro Jens Stoltenberg, que no se encontraba en ellas, en el centro de Oslo.
Luego, el sospechoso disparó con un arma automática en un campamento de verano de las juventudes laboristas a unos 40 kilómetros del lugar del primer ataque.
En su perfil de Facebook, Behring Breivik se presenta como "conservador", "cristiano", e interesado en la caza y en videojuegos como World of Warcraft y Modern Warfare 2.
"Soltero", se presenta también como director de Breivik Geofarm, una granja biológica a través de la cual podría haber tenido acceso a productos químicos susceptibles de ser utilizados para la fabricación de explosivos.
La prensa noruega lo presenta como "perteneciente a la extrema derecha", "nacionalista" o "francmasón" y propietario de varias armas, entre ellas un fusil automático.
Sus intervenciones en la página internet 'www.document.no' dan testimonio de sus posiciones nacionalistas y de su hostilidad a una sociedad multicultural. Rechaza también el nazismo.
"En comparación con otros países, no diría que tenemos importantes problemas con los extremistas de derecha en Noruega", estimó este sábado el jefe de Gobierno, interrogado sobre la importancia de la derecha radical en el reino.
Stoltenberg señaló sin embargo la existencia de grupúsculos vigilados de cerca por la policía.
En un informe de evaluación de riesgos publicado en febrero, la seguridad interior dijo que no consideraba a la extrema derecha como una "amenaza seria".
Los atentados perpetrados el viernes por la tarde son la mayor matanza en Europa desde los del 11 de marzo de 2004 en Madrid, cuando murieron 191 personas.
Al día siguiente del doble atentado en Noruega, los móviles del sospechoso seguían siendo un misterio pero los primeros elementos apuntan a un "fundamentalista cristiano" noruego, aficionado a la caza y a los videojuegos, que al parecer había mantenido contactos con ultraderechistas y neonazis.
Detenido el viernes después de la explosión de una bomba y el tiroteo en los que murieron al menos 92 personas, el presunto autor de los hechos fue presentado por los investigadores como un noruego de 32 años y sin antecedentes penales.
Según la prensa, se trata de Anders Behring Breivik, un joven de cabello rubio según la foto publicada en su perfil de la red social Facebook, una información que la policía se niega a confirmar de momento.
Según las informaciones publicadas en internet por el presunto criminal, el sospechoso es un "fundamentalista cristiano", dijo Roger Andresen, un responsable de la policía de Oslo, precisando que sus opiniones políticas tienden hacia "la derecha".
Los investigadores dicen que por el momento no conocen el móvil de los crímenes más sangrientos cometidos en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial.
"Hay algunos rasgos políticos (del sospechoso) que tienden hacia la derecha y lo antimusulmán, pero es muy pronto para decir si ello fue un motivo para su acto", declaró por su parte el comisario Sveinung Sponheim a la televisión pública NRK.
Los ataques, que se llevaron a cabo con un intervalo de una hora, parece que estaban dirigidos contra el Partido Laborista, en el poder.
El viernes por la tarde se produjo primero una fuerte explosión, producida por un coche bomba, que dañó edificios del Gobierno, entre ellos las oficinas del primer ministro Jens Stoltenberg, que no se encontraba en ellas, en el centro de Oslo.
Luego, el sospechoso disparó con un arma automática en un campamento de verano de las juventudes laboristas a unos 40 kilómetros del lugar del primer ataque.
En su perfil de Facebook, Behring Breivik se presenta como "conservador", "cristiano", e interesado en la caza y en videojuegos como World of Warcraft y Modern Warfare 2.
"Soltero", se presenta también como director de Breivik Geofarm, una granja biológica a través de la cual podría haber tenido acceso a productos químicos susceptibles de ser utilizados para la fabricación de explosivos.
La prensa noruega lo presenta como "perteneciente a la extrema derecha", "nacionalista" o "francmasón" y propietario de varias armas, entre ellas un fusil automático.
Sus intervenciones en la página internet 'www.document.no' dan testimonio de sus posiciones nacionalistas y de su hostilidad a una sociedad multicultural. Rechaza también el nazismo.
"En comparación con otros países, no diría que tenemos importantes problemas con los extremistas de derecha en Noruega", estimó este sábado el jefe de Gobierno, interrogado sobre la importancia de la derecha radical en el reino.
Stoltenberg señaló sin embargo la existencia de grupúsculos vigilados de cerca por la policía.
En un informe de evaluación de riesgos publicado en febrero, la seguridad interior dijo que no consideraba a la extrema derecha como una "amenaza seria".
Los atentados perpetrados el viernes por la tarde son la mayor matanza en Europa desde los del 11 de marzo de 2004 en Madrid, cuando murieron 191 personas.