EE.UU. alerta del peligro de viajar a Colombia por la violencia de los narcos
Washington, Agencias
El Gobierno de Estados Unidos alertó hoy a sus ciudadanos de "los peligros de viajar a Colombia", donde "la violencia de los grupos narcoterroristas sigue afectando a algunas áreas rurales y a grandes ciudades".
El Departamento de Estado renueva así la alerta de viaje que emitió en noviembre de 2010, tras revisar los incidentes de seguridad y actividades criminales en los últimos meses, según indicó en un comunicado.
Aunque el Gobierno considera que la seguridad en Colombia "ha aumentado significativamente en los últimos años, incluso en destinos turísticos y de negocios como Cartagena y Bogotá", también apunta que "la actividad terrorista sigue siendo una amenaza en todo el país".
Como ejemplos, señala la explosión de un coche bomba en las inmediaciones de la sede de la emisora de radio Caracol en Bogotá el 12 de agosto de 2010, que dejó siete heridos; o el operativo de las FARC que las autoridades colombianas desmantelaron el 21 de octubre y que iba dirigido al presidente Juan Manuel Santos.
"Los pequeños pueblos y las áreas rurales de Colombia pueden ser aún extremadamente peligrosos debido a la presencia de narcoterroristas", señala el comunicado.
Aunque la Embajada estadounidense en Bogotá no tiene "ninguna información sobre amenazas específicas y creíbles contra los ciudadanos estadounidenses en Colombia", el Departamento de Estado insistió en "recomendarles firmemente que se mantengan cautos y vigilantes".
En cuanto a los secuestros, el Departamento de Estado señala que "han disminuido significativamente desde su punto más alto al principio de esta década".
"Sin embargo, los grupos terroristas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otras organizaciones criminales siguen secuestrando y reteniendo a civiles por rescates o como instrumentos de negociación política", subrayó.
"Nadie es inmune a los secuestros debido a su ocupación, su nacionalidad u otros factores" y esa práctioca sigue siendo "una amenaza grave", indicó.
Desde agosto de 2010, la Embajada ha registrado dos casos de secuestro de ciudadanos estadounidenses en el país, y uno de ellos resultó en el asesinato de la víctima.
El peligro se agrava en las zonas rurales, añade el comunicado, que recuerda que en julio de 2008 fueron liberados tres ciudadanos estadounidenses que llevaban cautivos más de cinco años.
El Departamento de Estado subrayó que la capacidad del Gobierno estadounidense para asistir a las víctimas de secuestro "es limitada", dado que no entra dentro de su política hacer concesiones o negociar acuerdos con secuestradores.
Respecto a los funcionarios del Gobierno estadounidense que viven en Colombia y sus familias, recordó que normalmente sólo se les permite viajar por aire, y no pueden recurrir a los autobuses ni siquiera dentro de la ciudad, o viajar por carretera en zonas no urbanas por la noche.
"Urgimos a todos los ciudadanos estadounidenses a seguir estas mismas precauciones", concluyó el comunicado.
El Gobierno de Estados Unidos alertó hoy a sus ciudadanos de "los peligros de viajar a Colombia", donde "la violencia de los grupos narcoterroristas sigue afectando a algunas áreas rurales y a grandes ciudades".
El Departamento de Estado renueva así la alerta de viaje que emitió en noviembre de 2010, tras revisar los incidentes de seguridad y actividades criminales en los últimos meses, según indicó en un comunicado.
Aunque el Gobierno considera que la seguridad en Colombia "ha aumentado significativamente en los últimos años, incluso en destinos turísticos y de negocios como Cartagena y Bogotá", también apunta que "la actividad terrorista sigue siendo una amenaza en todo el país".
Como ejemplos, señala la explosión de un coche bomba en las inmediaciones de la sede de la emisora de radio Caracol en Bogotá el 12 de agosto de 2010, que dejó siete heridos; o el operativo de las FARC que las autoridades colombianas desmantelaron el 21 de octubre y que iba dirigido al presidente Juan Manuel Santos.
"Los pequeños pueblos y las áreas rurales de Colombia pueden ser aún extremadamente peligrosos debido a la presencia de narcoterroristas", señala el comunicado.
Aunque la Embajada estadounidense en Bogotá no tiene "ninguna información sobre amenazas específicas y creíbles contra los ciudadanos estadounidenses en Colombia", el Departamento de Estado insistió en "recomendarles firmemente que se mantengan cautos y vigilantes".
En cuanto a los secuestros, el Departamento de Estado señala que "han disminuido significativamente desde su punto más alto al principio de esta década".
"Sin embargo, los grupos terroristas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otras organizaciones criminales siguen secuestrando y reteniendo a civiles por rescates o como instrumentos de negociación política", subrayó.
"Nadie es inmune a los secuestros debido a su ocupación, su nacionalidad u otros factores" y esa práctioca sigue siendo "una amenaza grave", indicó.
Desde agosto de 2010, la Embajada ha registrado dos casos de secuestro de ciudadanos estadounidenses en el país, y uno de ellos resultó en el asesinato de la víctima.
El peligro se agrava en las zonas rurales, añade el comunicado, que recuerda que en julio de 2008 fueron liberados tres ciudadanos estadounidenses que llevaban cautivos más de cinco años.
El Departamento de Estado subrayó que la capacidad del Gobierno estadounidense para asistir a las víctimas de secuestro "es limitada", dado que no entra dentro de su política hacer concesiones o negociar acuerdos con secuestradores.
Respecto a los funcionarios del Gobierno estadounidense que viven en Colombia y sus familias, recordó que normalmente sólo se les permite viajar por aire, y no pueden recurrir a los autobuses ni siquiera dentro de la ciudad, o viajar por carretera en zonas no urbanas por la noche.
"Urgimos a todos los ciudadanos estadounidenses a seguir estas mismas precauciones", concluyó el comunicado.