Doble atentado al norte de Bagdad causa 40 muertos y 45 heridos
Además, las explosiones causaron abundantes daños materiales en inmuebles próximos y vehículos aparcados en las cercanías del lugar del ataque.
Tras el doble atentado, efectivos del Ejército y de la Policía iraquíes cercaron todas las calles que conducían al sitio donde se produjeron los estallidos para evitar nuevos ataques.
En los últimos días, decenas de soldados y agentes han fallecido en atentados contra objetivos militares y policiales en distintos puntos del país.
El de hoy es uno de los ataques más sangrientos en lo que va de año en Irak.
Uno de los más mortíferos fue el pasado 29 de marzo cuando 65 personas perecieron durante un asalto armado contra la sede del Gobierno provincial de Salahedin en la ciudad de Tikrit.
Anteriormente, el pasado 27 de enero, 50 personas fallecieron en un ataque contra un funeral en un barrio chií de la capital.
El suceso de de este martes ocurre después de un repunte de la violencia durante el pasado mes de junio, que ha sido el que más víctimas ha registrado desde el comienzo del 2011 con 271 iraquíes muertos y quince soldados de EE. UU. fallecidos, según datos oficiales.
Los atentados más graves del mes pasado fueron el del pasado día 23 cuando perdieron la vida 21 personas al estallar tres artefactos en los alrededores de un mercado en el suroeste de Bagdad, mientras que dos días antes los fallecidos fueron 25 al explotar dos coches-bomba al sur de la capital.
El ataque de este martes se produce mientras el remanente de 47 mil uniformados estadounidenses que quedan en Irak se prepara para retirarse totalmente hacia finales de este año, en cumplimiento del pacto de seguridad suscrito en diciembre del 2008 entre Washington y Bagdad que estipula este repliegue.
Aun así, más allá de finales del 2011, podría permanecer un grupo reducido de soldados de EE. UU. dedicado a labores de entrenamiento de las fuerzas iraquíes.
De hecho, el pasado 23 de junio, el diario estatal iraquí Al Sabah reveló, citando una fuente estadounidense, que ambos países habían alcanzado un acuerdo preliminar para que un número limitado de militares estadounidenses se quedase para entrenar a los iraquíes sobre el uso de las armas que se van a enviar al país árabe.
Mientras los uniformados norteamericanos preparan el repliegue, en la escena política nacional Irak sigue sin cubrir tres carteras ministeriales claves -Defensa, Interior y Seguridad Nacional- vacantes desde las elecciones del 7 de marzo del 2010 por discrepancias entre los distintos grupos políticos.
El pasado 20 de junio, los líderes de los bloques iraquíes acordaron en la capital cumplir con los acuerdos firmados, sobre todo el de Erbil -que permitió la formación de un Ejecutivo en diciembre pasado-, para allanar el camino con vistas a resolver el nombramiento de esos tres ministros y otros asuntos pendientes.
Tras el doble atentado, efectivos del Ejército y de la Policía iraquíes cercaron todas las calles que conducían al sitio donde se produjeron los estallidos para evitar nuevos ataques.
En los últimos días, decenas de soldados y agentes han fallecido en atentados contra objetivos militares y policiales en distintos puntos del país.
El de hoy es uno de los ataques más sangrientos en lo que va de año en Irak.
Uno de los más mortíferos fue el pasado 29 de marzo cuando 65 personas perecieron durante un asalto armado contra la sede del Gobierno provincial de Salahedin en la ciudad de Tikrit.
Anteriormente, el pasado 27 de enero, 50 personas fallecieron en un ataque contra un funeral en un barrio chií de la capital.
El suceso de de este martes ocurre después de un repunte de la violencia durante el pasado mes de junio, que ha sido el que más víctimas ha registrado desde el comienzo del 2011 con 271 iraquíes muertos y quince soldados de EE. UU. fallecidos, según datos oficiales.
Los atentados más graves del mes pasado fueron el del pasado día 23 cuando perdieron la vida 21 personas al estallar tres artefactos en los alrededores de un mercado en el suroeste de Bagdad, mientras que dos días antes los fallecidos fueron 25 al explotar dos coches-bomba al sur de la capital.
El ataque de este martes se produce mientras el remanente de 47 mil uniformados estadounidenses que quedan en Irak se prepara para retirarse totalmente hacia finales de este año, en cumplimiento del pacto de seguridad suscrito en diciembre del 2008 entre Washington y Bagdad que estipula este repliegue.
Aun así, más allá de finales del 2011, podría permanecer un grupo reducido de soldados de EE. UU. dedicado a labores de entrenamiento de las fuerzas iraquíes.
De hecho, el pasado 23 de junio, el diario estatal iraquí Al Sabah reveló, citando una fuente estadounidense, que ambos países habían alcanzado un acuerdo preliminar para que un número limitado de militares estadounidenses se quedase para entrenar a los iraquíes sobre el uso de las armas que se van a enviar al país árabe.
Mientras los uniformados norteamericanos preparan el repliegue, en la escena política nacional Irak sigue sin cubrir tres carteras ministeriales claves -Defensa, Interior y Seguridad Nacional- vacantes desde las elecciones del 7 de marzo del 2010 por discrepancias entre los distintos grupos políticos.
El pasado 20 de junio, los líderes de los bloques iraquíes acordaron en la capital cumplir con los acuerdos firmados, sobre todo el de Erbil -que permitió la formación de un Ejecutivo en diciembre pasado-, para allanar el camino con vistas a resolver el nombramiento de esos tres ministros y otros asuntos pendientes.