Clinton recomienda vetar la ley que recortaría ayuda a Latinoamérica y la OEA
Washington, Agencias
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se comprometió a recomendar al presidente Barack Obama que vete un proyecto de ley que pretende recortar la ayuda exterior a varios países latinoamericanos y a la Organización de Estados Americanos (OEA).
En una carta enviada a Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, y que fue divulgada hoy por la oficina de la congresista republicana, Clinton se opone frontalmente a las enmiendas al presupuesto del Departamento de Estado que se aprobaron la semana pasada en ese comité.
Presentadas por el republicano Connie Mack, las enmiendas proponen eliminar parte de la ayuda exterior a los Gobiernos de Argentina, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia; y todos los fondos -un total de 48,5 millones de dólares- que Washington aporta a la OEA.
La propuesta de ley debe ser aún presentada y aprobada en el pleno de la Cámara de Representantes, en cuyo caso pasaría a ser debatida en el Senado, y en último término, requeriría la firma del presidente Barack Obama.
Si el proyecto llega hasta esa etapa, asegura Clinton en la carta, ella "recomendará personalmente al presidente que lo vete".
"El efecto de las restricciones de la propuesta de ley debilitaría mis esfuerzos por desarrollar una política exterior equilibrada y usar la ayuda de forma estratégica con ese fin", escribió Clinton en la carta, firmada el martes.
La secretaria de Estado lamentó que la propuesta "prohíba la ayuda para el Gobierno de Argentina en una cláusula dirigida a los Gobiernos de Venezuela, Irán, Ecuador y Nicaragua", y "elimine las contribuciones concedidas" a la OEA.
En su conferencia de prensa diaria, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, recordó que los "compromisos multilaterales" como los adquiridos en el marco de la OEA "reportan beneficios a Estados Unidos, tanto económicamente con en términos de seguridad".
"Si no estamos participando, entonces no somos parte del proceso", indicó Toner, quien aseguró que la labor de organizaciones como la OEA puede ser "muy eficaz".
En la carta, Clinton también critica que el proyecto de ley restaure la política eliminada por el Gobierno de Obama de negar los fondos a toda organización no gubernamental extranjera que promueva o efectúe abortos, los cuales "pueden seguir llevándose a cabo también sin fondos del Gobierno estadounidense".
Además, la propuesta impondría de nuevo las "restricciones a los viajes a Cuba" que el Gobierno de Obama ha eliminado como parte de su política aperturista en esa área.
En total, los republicanos buscan recortar un total de 6.400 millones de dólares del total de 51.000 millones de dólares para el Departamento de Estado y las operaciones exteriores.
Para ello, el anteproyecto reduce también los fondos para Pakistán, Egipto, Líbano, Yemen y la Autoridad Nacional Palestina, y recorta en un 25 % las contribuciones de EE.UU. a Naciones Unidas.
La enmienda presentada por Mack se formuló como una forma de castigo a ciertas naciones de América Latina que, a su juicio, "interfieren" o "ponen resistencia" a los procesos democráticos.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se comprometió a recomendar al presidente Barack Obama que vete un proyecto de ley que pretende recortar la ayuda exterior a varios países latinoamericanos y a la Organización de Estados Americanos (OEA).
En una carta enviada a Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, y que fue divulgada hoy por la oficina de la congresista republicana, Clinton se opone frontalmente a las enmiendas al presupuesto del Departamento de Estado que se aprobaron la semana pasada en ese comité.
Presentadas por el republicano Connie Mack, las enmiendas proponen eliminar parte de la ayuda exterior a los Gobiernos de Argentina, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia; y todos los fondos -un total de 48,5 millones de dólares- que Washington aporta a la OEA.
La propuesta de ley debe ser aún presentada y aprobada en el pleno de la Cámara de Representantes, en cuyo caso pasaría a ser debatida en el Senado, y en último término, requeriría la firma del presidente Barack Obama.
Si el proyecto llega hasta esa etapa, asegura Clinton en la carta, ella "recomendará personalmente al presidente que lo vete".
"El efecto de las restricciones de la propuesta de ley debilitaría mis esfuerzos por desarrollar una política exterior equilibrada y usar la ayuda de forma estratégica con ese fin", escribió Clinton en la carta, firmada el martes.
La secretaria de Estado lamentó que la propuesta "prohíba la ayuda para el Gobierno de Argentina en una cláusula dirigida a los Gobiernos de Venezuela, Irán, Ecuador y Nicaragua", y "elimine las contribuciones concedidas" a la OEA.
En su conferencia de prensa diaria, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, recordó que los "compromisos multilaterales" como los adquiridos en el marco de la OEA "reportan beneficios a Estados Unidos, tanto económicamente con en términos de seguridad".
"Si no estamos participando, entonces no somos parte del proceso", indicó Toner, quien aseguró que la labor de organizaciones como la OEA puede ser "muy eficaz".
En la carta, Clinton también critica que el proyecto de ley restaure la política eliminada por el Gobierno de Obama de negar los fondos a toda organización no gubernamental extranjera que promueva o efectúe abortos, los cuales "pueden seguir llevándose a cabo también sin fondos del Gobierno estadounidense".
Además, la propuesta impondría de nuevo las "restricciones a los viajes a Cuba" que el Gobierno de Obama ha eliminado como parte de su política aperturista en esa área.
En total, los republicanos buscan recortar un total de 6.400 millones de dólares del total de 51.000 millones de dólares para el Departamento de Estado y las operaciones exteriores.
Para ello, el anteproyecto reduce también los fondos para Pakistán, Egipto, Líbano, Yemen y la Autoridad Nacional Palestina, y recorta en un 25 % las contribuciones de EE.UU. a Naciones Unidas.
La enmienda presentada por Mack se formuló como una forma de castigo a ciertas naciones de América Latina que, a su juicio, "interfieren" o "ponen resistencia" a los procesos democráticos.