Saab sin dinero para pagar salarios
Estocolmo, Agencias
Saab, la compañía automovilística sueca conocida por sus diseños inusuales, se acercó más el jueves a la bancarrota tras admitir que no tiene dinero para pagarle a sus empleados.
Luego de meses de suspensiones de la producción y problemas para pagarle a los proveedores, Saab dijo que su situación es tan apurada que no podrá pagarle su salario a sus 3.700 empleados, lo que incrementa las interrogantes sobre cuánto tiempo más podrá sobrevivir la compañía.
Su dueño holandés Swedish Automobile, conocido previamente como Spyker Cars, ha tratado de atraer a inversionistas chinos y rusos, y vender la fábrica, en sus intentos por reanimar la marca que adquirió de General Motors Co. el año pasado.
Algunos analistas dijeron que el futuro de la compañía es muy sombrío y las acciones de Swedish Automobile cayeron 62%, a 0,948 euro en la Bolsa de Valores de Amsterdam.
"No veo un futuro para la empresa en su posición actual", dijo Ferdinand Dudenhoeffer, analista del sector en la Universidad de Duisburg-Essen.
Saab ha estado luchando por su supervivencia desde que Spyker, un pequeño fabricante de automóviles de lujo, la compró en liquidación. Los escépticos cuestionaron entonces cómo Spyker y su director general Victor Muller iban a poder cambiar la suerte de una empresa que registró pérdida tras pérdida durante el tiempo que fue propiedad de GM.
Pero cada vez que parecía que la compañía estaba al borde de la bancarrota, Muller se aparecía con un nuevo salvavidas. Su más reciente gestión fue conseguir dos inversionistas chinos —Zhejiang Youngman Lotus Automobile Co. y Pang Da Automobile Trade Co.— en un acuerdo para producir y distribuir Saab en China. Pero las autoridades del país asiático no han aprobado el acuerdo.
El portavoz de Saab Eric Geers insistió en que la firma no se encamina a la bancarrota.
"Estamos diciendo que no tenemos fondos para pagar salarios, pero estamos trabajando día y noche para encontrar una solución", dijo. "Pensamos que vamos a encontrar una solución".
Si Saab no halla una salida, sus empleados pudieran pedirle a las cortes que declaren en bancarrota a la compañía para activar así una garantía gubernamental de los salarios, dijo Peter Torngren, un abogado que encabezó el proceso de liquidación de Saab antes de que Spyker adquiriese la marca. Torngren ya no está vinculado con Saab.
Saab, la compañía automovilística sueca conocida por sus diseños inusuales, se acercó más el jueves a la bancarrota tras admitir que no tiene dinero para pagarle a sus empleados.
Luego de meses de suspensiones de la producción y problemas para pagarle a los proveedores, Saab dijo que su situación es tan apurada que no podrá pagarle su salario a sus 3.700 empleados, lo que incrementa las interrogantes sobre cuánto tiempo más podrá sobrevivir la compañía.
Su dueño holandés Swedish Automobile, conocido previamente como Spyker Cars, ha tratado de atraer a inversionistas chinos y rusos, y vender la fábrica, en sus intentos por reanimar la marca que adquirió de General Motors Co. el año pasado.
Algunos analistas dijeron que el futuro de la compañía es muy sombrío y las acciones de Swedish Automobile cayeron 62%, a 0,948 euro en la Bolsa de Valores de Amsterdam.
"No veo un futuro para la empresa en su posición actual", dijo Ferdinand Dudenhoeffer, analista del sector en la Universidad de Duisburg-Essen.
Saab ha estado luchando por su supervivencia desde que Spyker, un pequeño fabricante de automóviles de lujo, la compró en liquidación. Los escépticos cuestionaron entonces cómo Spyker y su director general Victor Muller iban a poder cambiar la suerte de una empresa que registró pérdida tras pérdida durante el tiempo que fue propiedad de GM.
Pero cada vez que parecía que la compañía estaba al borde de la bancarrota, Muller se aparecía con un nuevo salvavidas. Su más reciente gestión fue conseguir dos inversionistas chinos —Zhejiang Youngman Lotus Automobile Co. y Pang Da Automobile Trade Co.— en un acuerdo para producir y distribuir Saab en China. Pero las autoridades del país asiático no han aprobado el acuerdo.
El portavoz de Saab Eric Geers insistió en que la firma no se encamina a la bancarrota.
"Estamos diciendo que no tenemos fondos para pagar salarios, pero estamos trabajando día y noche para encontrar una solución", dijo. "Pensamos que vamos a encontrar una solución".
Si Saab no halla una salida, sus empleados pudieran pedirle a las cortes que declaren en bancarrota a la compañía para activar así una garantía gubernamental de los salarios, dijo Peter Torngren, un abogado que encabezó el proceso de liquidación de Saab antes de que Spyker adquiriese la marca. Torngren ya no está vinculado con Saab.