Rebeldes libios en poder de Gadafi regresan a Bengasi
Bengasi, Agencias
Decenas de insurgentes otrora prisioneros regresaron el viernes en un barco de la Cruz Roja a su baluarte oriental de Bengasi, donde detallaron las torturas que les infligieron las fuerzas del líder libio Moamar Gadafi.
La nave, que transportó a 51 prisioneros, también trajo de regreso a 249 personas que deseaban reunirse con sus familias en el este de Libia, dijo la portavoz de la Cruz Roja, Deepa Fakhir. No quedó claro si hubo un canje de prisioneros con el gobierno de Gadafi.
"Nos electrocutaron, nos torturaron de todas las formas posibles", aseguró Yusef al-Fetori, quien fue capturado en la capital, Trípoli. "Me quebraron las costillas, una mano y una pierna".
La portavoz de la Cruz Roja desmintió que el barco hubiera sido escenario de un canje de prisioneros procedentes de Bengasi.
Sin embargo, un portavoz del gobierno rebelde de transición dijo que cinco prisioneros fueron enviados antes a Trípoli, aunque la insurgencia desconocía que la Cruz Roja transportaba personas a Bengasi.
Los insurgentes libios se alzaron en armas hace cuatro meses contra Gadafi, quien permanece en el poder desde 1969. El conflicto devino en una guerra civil y las fuerzas del líder afrontan acusaciones de haber fraguado ataques letales contra civiles.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte asumió el 19 de marzo el mando de la campaña aérea sobre Libia y cuenta con el apoyo de un número de aliados árabes.
Los rebeldes controlan una gran porción de la mitad oriental de Libia. También controlan algunos puntos en el oeste, como la ciudad portuaria de Misrata, la cual es crucial y se ubica a 200 kilómetros (125 millas) de Trípoli.
Los jueces de la Corte Penal Internacional de La Haya dijeron que decidirán el lunes si emiten orden de captura contra Gadafi.
La orden de detención convertiría al líder libio en sospechoso internacional de crímenes de guerra y podría capturársele si visita alguno de los estados firmantes de la CPI. Sin embargo, la CPI carece de fuerza policial y depende de los países miembros para la captura de sospechosos.
Decenas de insurgentes otrora prisioneros regresaron el viernes en un barco de la Cruz Roja a su baluarte oriental de Bengasi, donde detallaron las torturas que les infligieron las fuerzas del líder libio Moamar Gadafi.
La nave, que transportó a 51 prisioneros, también trajo de regreso a 249 personas que deseaban reunirse con sus familias en el este de Libia, dijo la portavoz de la Cruz Roja, Deepa Fakhir. No quedó claro si hubo un canje de prisioneros con el gobierno de Gadafi.
"Nos electrocutaron, nos torturaron de todas las formas posibles", aseguró Yusef al-Fetori, quien fue capturado en la capital, Trípoli. "Me quebraron las costillas, una mano y una pierna".
La portavoz de la Cruz Roja desmintió que el barco hubiera sido escenario de un canje de prisioneros procedentes de Bengasi.
Sin embargo, un portavoz del gobierno rebelde de transición dijo que cinco prisioneros fueron enviados antes a Trípoli, aunque la insurgencia desconocía que la Cruz Roja transportaba personas a Bengasi.
Los insurgentes libios se alzaron en armas hace cuatro meses contra Gadafi, quien permanece en el poder desde 1969. El conflicto devino en una guerra civil y las fuerzas del líder afrontan acusaciones de haber fraguado ataques letales contra civiles.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte asumió el 19 de marzo el mando de la campaña aérea sobre Libia y cuenta con el apoyo de un número de aliados árabes.
Los rebeldes controlan una gran porción de la mitad oriental de Libia. También controlan algunos puntos en el oeste, como la ciudad portuaria de Misrata, la cual es crucial y se ubica a 200 kilómetros (125 millas) de Trípoli.
Los jueces de la Corte Penal Internacional de La Haya dijeron que decidirán el lunes si emiten orden de captura contra Gadafi.
La orden de detención convertiría al líder libio en sospechoso internacional de crímenes de guerra y podría capturársele si visita alguno de los estados firmantes de la CPI. Sin embargo, la CPI carece de fuerza policial y depende de los países miembros para la captura de sospechosos.