Los insurgentes piensan que Gadafi podría quedarse en Libia si deja el poder
Trípoli, Agencias
La oposición libia se muestra abierta a la idea de que el coronel Gadafi permanezca en el país si acepta dejar el poder, aunque los servicios de inteligencia norteamericanos consideran que el líder libio "ya no se siente seguro" en Trípoli.
Los insurgentes libios tuvieron contactos indirectos con representantes de las autoridades de Trípoli y se refirieron a la posibilidad de que Gadafi permanezca en Libia si deja el poder, indicó Mahmud Shammam, el portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT, dirección política de la rebelión).
Al ser interrogado sobre la existencia de contactos entre los insurgentes y el régimen libio durante una entrevista otorgada al diario francés le Figaro publicada el viernes, Shammam respondió: "Sí, se están llevando a cabo contactos a través de intermediarios. Pero esas negociaciones jamás son directas. A veces se realizan en Sudáfrica, a veces en París, adonde Gadafi recientemente envió un representante para hablar con nosotros".
"Nosotros hablamos con ellos sobre los mecanismos de la partida de Gadafi", agregó el portavoz del CNT, reiterando que la participación de Gadafi y de miembros de su familia en un futuro gobierno está "totalmente excluida".
El viernes, el cotidiano norteamericano Wall Street Journal, citando a responsables estadounidenses, indicó por su parte que Gadafi "estudia seriamente" la posibilidad de abandonar Trípoli debido a los ataques aéreos de la OTAN.
Las informaciones de inteligencia obtenidas por Estados Unidos muestran que el líder libio "ya no se siente seguro" en la capital, indicó un alto responsable de la seguridad nacional norteamericana citado por ese periódico.
Los responsables no creen que ese desplazamiento sea inminente y consideran que Gadafi no partirá de su país, una exigencia fundamental de los rebeldes.
Aparentemente, Gadafi tiene numerosas residencias seguras y otras instalaciones en la capital, así como fuera de Trípoli, donde podría instalarse.
Sin embargo, en Bengasi, el bastión de los rebeldes, el vicepresidente del CNT, Abdul Hafiz Ghoga, al ser interrogado sobre las declaraciones de Shammam al Figaro, desmintió que haya "contactos directos o indirectos con el régimen de Gadafi".
El régimen libio había reconocido la existencia de dichos contactos.
Por su parte, un alto responsable militar estadounidense declaró que la OTAN no había preparado suficientemente la era posterior a Gadafi. "Nosotros, la comunidad internacional, podríamos estar mañana en la Libia del día siguiente (sin Gadafi) y no hay plan, no hay un buen plan", dijo a ese diario el oficial de mayor jerarquía en Africa, el general Carter Ham.
Según él, Gadafi podría caer rápidamente y podrían ser necesarias fuerzas terrestres para mantener el orden en Libia.
No obstante, más de cuatro meses después del surgimiento de una revuelta que se transformó en conflicto armado, y mientras se registran errores en la campaña de la OTAN, el líder libio había prometido en un mensaje sonoro difundido la noche del miércoles que "la batalla continuará hasta el más allá".
La Alianza Atlántica, que asumió el 31 de marzo la dirección de las operaciones internacionales, continuó el jueves sus ataques contra posiciones militares de las fuerzas leales al coronel Gadafi, en el oeste del país.
Según su informe cotidiano, la OTAN atacó a 18 vehículos militares y blindados en las regiones de Trípoli, Zlitan y Zintan.
Se siguen registrando enfrentamientos entre las fuerzas del régimen y los insurgentes entre Misrata y Zliten, sobre la ruta de Trípoli, así como en Al Jabal Al Gharbi (sudoeste), según fuentes insurgentes que cotidianamente anuncian "mártires".
La oposición libia se muestra abierta a la idea de que el coronel Gadafi permanezca en el país si acepta dejar el poder, aunque los servicios de inteligencia norteamericanos consideran que el líder libio "ya no se siente seguro" en Trípoli.
Los insurgentes libios tuvieron contactos indirectos con representantes de las autoridades de Trípoli y se refirieron a la posibilidad de que Gadafi permanezca en Libia si deja el poder, indicó Mahmud Shammam, el portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT, dirección política de la rebelión).
Al ser interrogado sobre la existencia de contactos entre los insurgentes y el régimen libio durante una entrevista otorgada al diario francés le Figaro publicada el viernes, Shammam respondió: "Sí, se están llevando a cabo contactos a través de intermediarios. Pero esas negociaciones jamás son directas. A veces se realizan en Sudáfrica, a veces en París, adonde Gadafi recientemente envió un representante para hablar con nosotros".
"Nosotros hablamos con ellos sobre los mecanismos de la partida de Gadafi", agregó el portavoz del CNT, reiterando que la participación de Gadafi y de miembros de su familia en un futuro gobierno está "totalmente excluida".
El viernes, el cotidiano norteamericano Wall Street Journal, citando a responsables estadounidenses, indicó por su parte que Gadafi "estudia seriamente" la posibilidad de abandonar Trípoli debido a los ataques aéreos de la OTAN.
Las informaciones de inteligencia obtenidas por Estados Unidos muestran que el líder libio "ya no se siente seguro" en la capital, indicó un alto responsable de la seguridad nacional norteamericana citado por ese periódico.
Los responsables no creen que ese desplazamiento sea inminente y consideran que Gadafi no partirá de su país, una exigencia fundamental de los rebeldes.
Aparentemente, Gadafi tiene numerosas residencias seguras y otras instalaciones en la capital, así como fuera de Trípoli, donde podría instalarse.
Sin embargo, en Bengasi, el bastión de los rebeldes, el vicepresidente del CNT, Abdul Hafiz Ghoga, al ser interrogado sobre las declaraciones de Shammam al Figaro, desmintió que haya "contactos directos o indirectos con el régimen de Gadafi".
El régimen libio había reconocido la existencia de dichos contactos.
Por su parte, un alto responsable militar estadounidense declaró que la OTAN no había preparado suficientemente la era posterior a Gadafi. "Nosotros, la comunidad internacional, podríamos estar mañana en la Libia del día siguiente (sin Gadafi) y no hay plan, no hay un buen plan", dijo a ese diario el oficial de mayor jerarquía en Africa, el general Carter Ham.
Según él, Gadafi podría caer rápidamente y podrían ser necesarias fuerzas terrestres para mantener el orden en Libia.
No obstante, más de cuatro meses después del surgimiento de una revuelta que se transformó en conflicto armado, y mientras se registran errores en la campaña de la OTAN, el líder libio había prometido en un mensaje sonoro difundido la noche del miércoles que "la batalla continuará hasta el más allá".
La Alianza Atlántica, que asumió el 31 de marzo la dirección de las operaciones internacionales, continuó el jueves sus ataques contra posiciones militares de las fuerzas leales al coronel Gadafi, en el oeste del país.
Según su informe cotidiano, la OTAN atacó a 18 vehículos militares y blindados en las regiones de Trípoli, Zlitan y Zintan.
Se siguen registrando enfrentamientos entre las fuerzas del régimen y los insurgentes entre Misrata y Zliten, sobre la ruta de Trípoli, así como en Al Jabal Al Gharbi (sudoeste), según fuentes insurgentes que cotidianamente anuncian "mártires".