La OTAN bombardea las cercanías del complejo de Gadafi
Trípoli, Agencias
Un bombardeo de la OTAN dañó el martes una zona aledaña al recinto del líder libio Moamar Gadafi en la capital de Trípoli, mientras líderes de la alianza expresaron su preocupación sobre cómo mantener el ritmo de las operaciones si la misión militar se prolonga demasiado.
Una columna de humo gris se alzó antes del amanecer en torno al complejo de Bab al-Aziziya, en el que suele residir Gadafi. Las detonaciones del bombardeo pudieron sentirse en un hotel usado por los periodistas en la capital.
No quedó en claro cuál fue el objetivo y los funcionarios libios no formularon comentarios.
Al este de la capital, los aviones de la alianza comenzaron a arrojar volantes advirtiendo a las fuerzas gubernamentales que abandonen sus posiciones en las afueras de Zlitan, junto al oeste del puerto insurgente de Misrata.
Las fuerzas insurgentes que avanzan junto a la costa mediterránea hacia Zlitan dijeron haber recibido órdenes de la OTAN de retirarse a sus antiguas posiciones en Dafniya, antes de un esperado bombardeo.
Los volantes destinados a las fuerzas leales a Gadafi llevaban el símbolo de la OTAN y la foto de un helicóptero artillado Apache, con varios tanques en llamas a un costado.
En letras verdes del alfabeto arábico destacaba la leyenda "No hay dónde ocultarse. No es demasiado tarde para cesar de luchar. Si siguen amenazando a los civiles, serán destruidos". En la parte posterior el volante pedía a los soldados: "deténganse y abandonen ahora la lucha".
Un reportero de The Associated Press cercano al frente dijo que escuchó los aviones de la OTAN sobre la ciudad.
Si los insurgentes toman Zlitan, quedarían a unos 135 kilómetros (85 millas) de los suburbios orientales de Trípoli. Un mando insurgente dijo que los líderes de la oposición en Zlitan se han reunido con sus contrapartes en Misrata, aunque admitió que encaran dificultades en su avance hacia la ciudad.
"Necesitamos que el pueblo de Zlitan avance con más valentía. Ellos dependen de nuestros movimientos, pero el problema es solamente un tercio de la ciudad está con los insurgentes", dijo Ibrahim Beatelmal, un vocero militar rebelde en Misrata.
La aviación de la OTAN ha bombardeado repetidamente el complejo residencial, donde partidarios del gobierno se congregan cada noche para apoyar a su acosado líder. El ataque más reciente ocurrió horas después varios activistas extranjeros opuestos a la guerra se congregaron en el complejo.
Empero, comienzan a surgir indicios de que el ritmo de las operaciones están poniendo a prueba los recursos de la alianza.
En Londres, el almirante jefe de la Marina Real advirtió que la flota británica —un aporte clave en la misión de Libia— no podrá mantener el ritmo de sus operaciones si la misión se prolonga hasta fines de año.
El almirante Mark Stanhope dijo el lunes a los periodistas que no le incomoda la decisión de la OTAN de prolongar su operación en Libia hasta fines de septiembre, pero advirtió que más allá de esa fecha el gobierno deberá adoptar "decisiones desafiantes".
"Si dura más de seis meses, tendremos que cambiar la prioridad de las fuerzas", dijo el almirante.
Por otra parte, un mando de la OTAN reconoció el martes que los recursos de la coalición quedarán en fase "crítica" de prolongarse la intervención en Libia.
"Si son necesarios recursos adicionales, por supuesto que será necesaria una decisión política", dijo el general Stephane Abrial, comandante supremo de las fuerzas aliadas.
Un bombardeo de la OTAN dañó el martes una zona aledaña al recinto del líder libio Moamar Gadafi en la capital de Trípoli, mientras líderes de la alianza expresaron su preocupación sobre cómo mantener el ritmo de las operaciones si la misión militar se prolonga demasiado.
Una columna de humo gris se alzó antes del amanecer en torno al complejo de Bab al-Aziziya, en el que suele residir Gadafi. Las detonaciones del bombardeo pudieron sentirse en un hotel usado por los periodistas en la capital.
No quedó en claro cuál fue el objetivo y los funcionarios libios no formularon comentarios.
Al este de la capital, los aviones de la alianza comenzaron a arrojar volantes advirtiendo a las fuerzas gubernamentales que abandonen sus posiciones en las afueras de Zlitan, junto al oeste del puerto insurgente de Misrata.
Las fuerzas insurgentes que avanzan junto a la costa mediterránea hacia Zlitan dijeron haber recibido órdenes de la OTAN de retirarse a sus antiguas posiciones en Dafniya, antes de un esperado bombardeo.
Los volantes destinados a las fuerzas leales a Gadafi llevaban el símbolo de la OTAN y la foto de un helicóptero artillado Apache, con varios tanques en llamas a un costado.
En letras verdes del alfabeto arábico destacaba la leyenda "No hay dónde ocultarse. No es demasiado tarde para cesar de luchar. Si siguen amenazando a los civiles, serán destruidos". En la parte posterior el volante pedía a los soldados: "deténganse y abandonen ahora la lucha".
Un reportero de The Associated Press cercano al frente dijo que escuchó los aviones de la OTAN sobre la ciudad.
Si los insurgentes toman Zlitan, quedarían a unos 135 kilómetros (85 millas) de los suburbios orientales de Trípoli. Un mando insurgente dijo que los líderes de la oposición en Zlitan se han reunido con sus contrapartes en Misrata, aunque admitió que encaran dificultades en su avance hacia la ciudad.
"Necesitamos que el pueblo de Zlitan avance con más valentía. Ellos dependen de nuestros movimientos, pero el problema es solamente un tercio de la ciudad está con los insurgentes", dijo Ibrahim Beatelmal, un vocero militar rebelde en Misrata.
La aviación de la OTAN ha bombardeado repetidamente el complejo residencial, donde partidarios del gobierno se congregan cada noche para apoyar a su acosado líder. El ataque más reciente ocurrió horas después varios activistas extranjeros opuestos a la guerra se congregaron en el complejo.
Empero, comienzan a surgir indicios de que el ritmo de las operaciones están poniendo a prueba los recursos de la alianza.
En Londres, el almirante jefe de la Marina Real advirtió que la flota británica —un aporte clave en la misión de Libia— no podrá mantener el ritmo de sus operaciones si la misión se prolonga hasta fines de año.
El almirante Mark Stanhope dijo el lunes a los periodistas que no le incomoda la decisión de la OTAN de prolongar su operación en Libia hasta fines de septiembre, pero advirtió que más allá de esa fecha el gobierno deberá adoptar "decisiones desafiantes".
"Si dura más de seis meses, tendremos que cambiar la prioridad de las fuerzas", dijo el almirante.
Por otra parte, un mando de la OTAN reconoció el martes que los recursos de la coalición quedarán en fase "crítica" de prolongarse la intervención en Libia.
"Si son necesarios recursos adicionales, por supuesto que será necesaria una decisión política", dijo el general Stephane Abrial, comandante supremo de las fuerzas aliadas.