EEUU financia búsqueda de misiles libios
Washington, Agencias
Estados Unidos le pagará casi un millón de dólares a dos empresas europeas para que detecten y destruyan sistemas de misiles antiaéreos en Libia que pudieran caer en manos terroristas.
La contratación de las compañías, expertas en desactivar minas, no aminora los temores en torno a esos sistemas —la mayoría de fabricación rusa_, los cuales siguen en poder de las fuerzas de Moamar Gadafi. El líder libio acumuló casi 20.000 de esas armas antes de la revuelta popular que comenzó el 19 de marzo.
La contratación por el Departamento de Estado de equipos de destrucción de armas de Suiza y Gran Bretaña fue motivada por temores de que terroristas tomen control de los sistemas portátiles de cohetes antiaéreos, conocidos como MANPADS.
La decisión se produce luego que funcionarios estadounidenses y otros aliados occidentales dejasen bien claro a los insurgentes libios que su cooperación en el asunto de los misiles sería un factor importante para futura asistencia, dijeron funcionarios estadounidenses y de la ONU familiarizados con las conversaciones.
"Desde el punto de vista estadounidense, es un asunto de enorme importancia", dijo Justin Baker, funcionario a cargo del Servicio de Acción sobre Minas de la ONU, que supervisa las gestiones de destrucción de armas en Libia. "Los libios parecen haberse dado cuenta que es necesario tener una imagen creíble internacionalmente".
Por el momento, la medida no tiene efecto alguno en la enorme cantidad de ese armamento aún en manos de las tropas de Gadafi. Aunque algunas de esas armas fueron tomadas por los rebeldes cuando ocuparon arsenales del gobierno, la mayoría de los sistemas antiaéreos siguen en poder del régimen.
"No puedo imaginarme que Estados Unidos pueda hacer nada acerca del arsenal de Gadafi hasta que lo derrote o negocie su salida", dijo Matthew Schroeder, experto en armamento para la Federación de Científicos Estadounidenses, en Washington. "Pero incluso sin ello, asegurar cualquier MANPADS suelto en Libia es bueno".
El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama mencionó las gestiones contra los MANPADS esta semana en un informe al Congreso en el que defendió la legalidad de su participación en las operaciones militares en Libia. El informe incluyó documentos secretos que detallan "evaluaciones de amenazas por MANPADS, misiles balísticos y armas químicas en Libia".
Estados Unidos le pagará casi un millón de dólares a dos empresas europeas para que detecten y destruyan sistemas de misiles antiaéreos en Libia que pudieran caer en manos terroristas.
La contratación de las compañías, expertas en desactivar minas, no aminora los temores en torno a esos sistemas —la mayoría de fabricación rusa_, los cuales siguen en poder de las fuerzas de Moamar Gadafi. El líder libio acumuló casi 20.000 de esas armas antes de la revuelta popular que comenzó el 19 de marzo.
La contratación por el Departamento de Estado de equipos de destrucción de armas de Suiza y Gran Bretaña fue motivada por temores de que terroristas tomen control de los sistemas portátiles de cohetes antiaéreos, conocidos como MANPADS.
La decisión se produce luego que funcionarios estadounidenses y otros aliados occidentales dejasen bien claro a los insurgentes libios que su cooperación en el asunto de los misiles sería un factor importante para futura asistencia, dijeron funcionarios estadounidenses y de la ONU familiarizados con las conversaciones.
"Desde el punto de vista estadounidense, es un asunto de enorme importancia", dijo Justin Baker, funcionario a cargo del Servicio de Acción sobre Minas de la ONU, que supervisa las gestiones de destrucción de armas en Libia. "Los libios parecen haberse dado cuenta que es necesario tener una imagen creíble internacionalmente".
Por el momento, la medida no tiene efecto alguno en la enorme cantidad de ese armamento aún en manos de las tropas de Gadafi. Aunque algunas de esas armas fueron tomadas por los rebeldes cuando ocuparon arsenales del gobierno, la mayoría de los sistemas antiaéreos siguen en poder del régimen.
"No puedo imaginarme que Estados Unidos pueda hacer nada acerca del arsenal de Gadafi hasta que lo derrote o negocie su salida", dijo Matthew Schroeder, experto en armamento para la Federación de Científicos Estadounidenses, en Washington. "Pero incluso sin ello, asegurar cualquier MANPADS suelto en Libia es bueno".
El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama mencionó las gestiones contra los MANPADS esta semana en un informe al Congreso en el que defendió la legalidad de su participación en las operaciones militares en Libia. El informe incluyó documentos secretos que detallan "evaluaciones de amenazas por MANPADS, misiles balísticos y armas químicas en Libia".