China busca calmar la inquietud de Vietnam y Filipinas
Beijing, Agencias
China prometió el martes a sus vecinos abstenerse de recurrir a la fuerza en el Mar de China Meridional, escenario de una puja por la soberanía de dos archipiélagos con Vietnam y Filipinas, que resisten a las ambiciones territoriales del gigante asiático.
China "no recurrirá a la fuerza ni amenazará con utilizarla", declaró este martes el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei, al día siguiente de unas maniobras con fuego real realizadas por el ejército vietnamita.
"Esperamos que los países concernidos harán más en aras de la paz y la estabilidad en la región", agregó el portavoz, sin mencionar el nombre de Vietnam.
Este episodio no ha hecho más que aumentar la tensión existente entre el gigante asiático y sus vecinos Vietnam y Filipinas, con los que se disputa la soberanía de algunos archipiélagos en el Mar de China Meridional.
El ejército vietnamita realizó unas maniobras con fuego real el lunes a unos 250 kilómetros del pequeño archipiélago de las Paracelso, que se disputan ambos países, y a un millar de kilómetros de las islas Spratleys, aumentando los temores de algunos expertos a un enfrentamiento marítimo.
Además de China y Vietnam, Filipinas, Brunei, Malasia y Taiwán reclaman la soberanía de las islas Spratleys.
Se cree que estos dos archipiélagos son ricos en petróleo y ocupan una posición estratégica en las rutas marítimas que unen Asia oriental y el océano Índico.
El mes pasado, Hanoi acusó a Pekín de haber "violado" su soberanía cuando un barco de exploración del grupo público de hidrocarburos PetroVietnam fue dañado por embarcaciones chinas. Otro incidente similar ocurrió el jueves pasado.
El gobierno chino, por su parte, acusó a Vietnam de haber violado su soberanía y exigió a Hanoi poner fin a sus actividades en las aguas disputadas.
Desde hace unos días, Hanoi multiplica los actos de desafío bajo presión de su opinión pública. El régimen comunista, incluso, autorizó pequeñas manifestaciones antichinas durante dos fines de semana consecutivos.
El diario del ejército Quan Doi Nhan Dan publicó este martes un decreto del primer ministro en el que se fijan las condiciones de una eventual convocatoria para incorporarse a las fuerzas armadas en caso de guerra.
Un poco más al este, el presidente filipino, Benigno Aquino, declaró este martes que su país necesita la ayuda estadounidense para contener las ambiciones chinas en el mar Meridional.
"Puede que la presencia de nuestro aliado, Estados Unidos, garantizará que tengamos total libertad de navegación y que todos respeten el derecho internacional", dijo Aquino, un día después de que el embajador estadounidense en ese país, Harry Thomas, dijese que Washington ayudaría a su antigua colonia en este conflicto territorial.
La pasada semana, Estados Unidos se mostró "perturbado" por el aumento de las tensiones en la zona y llamó a un "proceso diplomático, un proceso pacífico para resolver las disputas territoriales".
Pekín siempre se ha mostrado contraria a cualquier intervención de Estados Unidos.
Los tres países han adoptado nombres diferentes para un mismo mar. Para Pekín, se trata del "mar de China Meridional", para Vietnam del "mar del Este" y, el lunes, Manila anunció que a partir de ahora le llamará "mar de Filipinas Occidental".
China prometió el martes a sus vecinos abstenerse de recurrir a la fuerza en el Mar de China Meridional, escenario de una puja por la soberanía de dos archipiélagos con Vietnam y Filipinas, que resisten a las ambiciones territoriales del gigante asiático.
China "no recurrirá a la fuerza ni amenazará con utilizarla", declaró este martes el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei, al día siguiente de unas maniobras con fuego real realizadas por el ejército vietnamita.
"Esperamos que los países concernidos harán más en aras de la paz y la estabilidad en la región", agregó el portavoz, sin mencionar el nombre de Vietnam.
Este episodio no ha hecho más que aumentar la tensión existente entre el gigante asiático y sus vecinos Vietnam y Filipinas, con los que se disputa la soberanía de algunos archipiélagos en el Mar de China Meridional.
El ejército vietnamita realizó unas maniobras con fuego real el lunes a unos 250 kilómetros del pequeño archipiélago de las Paracelso, que se disputan ambos países, y a un millar de kilómetros de las islas Spratleys, aumentando los temores de algunos expertos a un enfrentamiento marítimo.
Además de China y Vietnam, Filipinas, Brunei, Malasia y Taiwán reclaman la soberanía de las islas Spratleys.
Se cree que estos dos archipiélagos son ricos en petróleo y ocupan una posición estratégica en las rutas marítimas que unen Asia oriental y el océano Índico.
El mes pasado, Hanoi acusó a Pekín de haber "violado" su soberanía cuando un barco de exploración del grupo público de hidrocarburos PetroVietnam fue dañado por embarcaciones chinas. Otro incidente similar ocurrió el jueves pasado.
El gobierno chino, por su parte, acusó a Vietnam de haber violado su soberanía y exigió a Hanoi poner fin a sus actividades en las aguas disputadas.
Desde hace unos días, Hanoi multiplica los actos de desafío bajo presión de su opinión pública. El régimen comunista, incluso, autorizó pequeñas manifestaciones antichinas durante dos fines de semana consecutivos.
El diario del ejército Quan Doi Nhan Dan publicó este martes un decreto del primer ministro en el que se fijan las condiciones de una eventual convocatoria para incorporarse a las fuerzas armadas en caso de guerra.
Un poco más al este, el presidente filipino, Benigno Aquino, declaró este martes que su país necesita la ayuda estadounidense para contener las ambiciones chinas en el mar Meridional.
"Puede que la presencia de nuestro aliado, Estados Unidos, garantizará que tengamos total libertad de navegación y que todos respeten el derecho internacional", dijo Aquino, un día después de que el embajador estadounidense en ese país, Harry Thomas, dijese que Washington ayudaría a su antigua colonia en este conflicto territorial.
La pasada semana, Estados Unidos se mostró "perturbado" por el aumento de las tensiones en la zona y llamó a un "proceso diplomático, un proceso pacífico para resolver las disputas territoriales".
Pekín siempre se ha mostrado contraria a cualquier intervención de Estados Unidos.
Los tres países han adoptado nombres diferentes para un mismo mar. Para Pekín, se trata del "mar de China Meridional", para Vietnam del "mar del Este" y, el lunes, Manila anunció que a partir de ahora le llamará "mar de Filipinas Occidental".