Nube de ceniza volcánica llega a Escocia; 500 vuelos cancelados
Londres, Agencias
La densa nube de ceniza de un volcán se desplazó el martes desde Islandia hacia el archipiélago británico, obligando a cancelar unos 500 vuelos, mientras las aerolíneas entraron en pugna con reguladores y pilotos, con lo que se esperan días de incertidumbre y caos para miles de pasajeros.
Las medidas tomadas son según algunas versiones una respuesta muy exagerada de las autoridades de seguridad aérea mal preparadas, e incluso una línea aérea estima que la posición científica oficial está simple y sencillamente equivocada. Pero el medio millar de vuelos fue cancelado mientras la nube de ceniza del volcán Grimsvotn en Islandia recorría los cielos de Escocia y otras partes de Europa.
Los expertos dicen que las partículas en la ceniza pudieran averiar las turbinas de los aviones y dañar las ventanillas.
El único consuelo para los pasajeros y las aerolíneas, frustrados por el fenómeno, es que las autoridades de Islandia afirmaron que disminuía la cantidad de ceniza que arroja el volcán, mientras algunos funcionarios descartaron en principio que el desquicio no sean tan grave como ocurrió el año pasado, cuando varios millones de pasajeros fueron inmovilizados por la erupción del volcán Eyjafjallajokull.
El servicio meteorológico británico dijo que la ceniza del volcán Grimsvotn había llegado a partes de Escocia, lo que hizo que los reguladores aéreos advirtiesen a las aerolíneas que tenían que pedir permiso para volar hacia y desde el área. Centenares de vuelos fueron cancelados en Gran Bretaña e Irlanda.
Los viajeros que querían llegar o salir de Escocia fueron los más afectados, pero el problema comenzó a afectar también a Alemania, donde los meteorólogos dijeron que la situación impediría en la madrugada del miércoles todo despegue o aterrizaje en los aeropuertos de las ciudades norteñas de Bremen y Hamburgo por la elevada concentración de ceniza en la atmósfera.
Las autoridades alemanas anticiparon la posibilidad de suspender todo el tráfico aéreo con los aeropuertos de Berlín, así como de Hannover, aunque la decisión dependerá de los vientos.
En Suecia, 10 vuelos nacionales fueron cancelados la noche del martes.
Aunque las autoridades británicas dijeron que no eran posibles los vuelos sobre Escocia por la presencia de ceniza en ese espacio aéreo, la empresa aérea de precios bajos Ryanair disintió al decir que envió un avión a ese espacio y no halló ceniza en la atmósfera.
Sin embargo, Ryanair fue obligada por las autoridades irlandesas a suspender sus 68 vuelos hacia y desde Escocia por el resto del martes. Otras siete aerolíneas —en su mayoría empresas regionales— también cancelaron sus operaciones con Escocia.
En Edimburgo, varios cientos de pasajeros tuvieron que armarse de paciencia o buscar dónde pernoctar.
"Me dijeron que yo llegaría a mi destino mañana, pero nadie sabe", dijo Kgeld Westh, un arquitecto de Copenhague, mientras se dirigía a un hotel en Edimburgo tras cancelarse su vuelo.
El principal organismo internacional de aerolíneas, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, se quejó ante el gobierno británico por la forma en que manejó el asunto, diciendo que debería haber tenido listas avionetas Cessna para realizar las pruebas, en lugar de apoyarse en el servicio meteorológico.
Sin embargo, otras aerolíneas se mostraron más dispuestas a seguir los consejos de las autoridades. Declan Kearney, portavoz de Aer Lingus, dijo que esa empresa había cancelado 20 vuelos entre Irlanda y Escocia.
"Nosotros seguimos el consejo que se nos dio", dijo. "No tenemos razones para poner en duda los consejos de las autoridades de aviación. Tenemos que aceptar lo que nos dicen los expertos en esta área", añadió.
En tanto, la Asociación Europea de Cabinas de Vuelo, que representa a los pilotos, advirtió a las aerolíneas que no permitan que sus aviones se aventuren incluso en áreas con concentraciones moderadas de ceniza.
La asociación "no puede aceptar bajo ninguna circunstancia vuelos en la zona roja, incluso si son aprobados por las aerolíneas", dijo el secretario general Philip von Schoppenthau.
Brian Flynn, jefe de operaciones de red en Eurocontrol, dijo en la mañana del martes que de antemano entre 200 y 250 vuelos han sido cancelados por la ceniza procedente del volcán Grimsvotn.
En promedio, más de 30.000 vuelos se realizan en Europa diariamente durante esta época del año.
La densa nube de ceniza de un volcán se desplazó el martes desde Islandia hacia el archipiélago británico, obligando a cancelar unos 500 vuelos, mientras las aerolíneas entraron en pugna con reguladores y pilotos, con lo que se esperan días de incertidumbre y caos para miles de pasajeros.
Las medidas tomadas son según algunas versiones una respuesta muy exagerada de las autoridades de seguridad aérea mal preparadas, e incluso una línea aérea estima que la posición científica oficial está simple y sencillamente equivocada. Pero el medio millar de vuelos fue cancelado mientras la nube de ceniza del volcán Grimsvotn en Islandia recorría los cielos de Escocia y otras partes de Europa.
Los expertos dicen que las partículas en la ceniza pudieran averiar las turbinas de los aviones y dañar las ventanillas.
El único consuelo para los pasajeros y las aerolíneas, frustrados por el fenómeno, es que las autoridades de Islandia afirmaron que disminuía la cantidad de ceniza que arroja el volcán, mientras algunos funcionarios descartaron en principio que el desquicio no sean tan grave como ocurrió el año pasado, cuando varios millones de pasajeros fueron inmovilizados por la erupción del volcán Eyjafjallajokull.
El servicio meteorológico británico dijo que la ceniza del volcán Grimsvotn había llegado a partes de Escocia, lo que hizo que los reguladores aéreos advirtiesen a las aerolíneas que tenían que pedir permiso para volar hacia y desde el área. Centenares de vuelos fueron cancelados en Gran Bretaña e Irlanda.
Los viajeros que querían llegar o salir de Escocia fueron los más afectados, pero el problema comenzó a afectar también a Alemania, donde los meteorólogos dijeron que la situación impediría en la madrugada del miércoles todo despegue o aterrizaje en los aeropuertos de las ciudades norteñas de Bremen y Hamburgo por la elevada concentración de ceniza en la atmósfera.
Las autoridades alemanas anticiparon la posibilidad de suspender todo el tráfico aéreo con los aeropuertos de Berlín, así como de Hannover, aunque la decisión dependerá de los vientos.
En Suecia, 10 vuelos nacionales fueron cancelados la noche del martes.
Aunque las autoridades británicas dijeron que no eran posibles los vuelos sobre Escocia por la presencia de ceniza en ese espacio aéreo, la empresa aérea de precios bajos Ryanair disintió al decir que envió un avión a ese espacio y no halló ceniza en la atmósfera.
Sin embargo, Ryanair fue obligada por las autoridades irlandesas a suspender sus 68 vuelos hacia y desde Escocia por el resto del martes. Otras siete aerolíneas —en su mayoría empresas regionales— también cancelaron sus operaciones con Escocia.
En Edimburgo, varios cientos de pasajeros tuvieron que armarse de paciencia o buscar dónde pernoctar.
"Me dijeron que yo llegaría a mi destino mañana, pero nadie sabe", dijo Kgeld Westh, un arquitecto de Copenhague, mientras se dirigía a un hotel en Edimburgo tras cancelarse su vuelo.
El principal organismo internacional de aerolíneas, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, se quejó ante el gobierno británico por la forma en que manejó el asunto, diciendo que debería haber tenido listas avionetas Cessna para realizar las pruebas, en lugar de apoyarse en el servicio meteorológico.
Sin embargo, otras aerolíneas se mostraron más dispuestas a seguir los consejos de las autoridades. Declan Kearney, portavoz de Aer Lingus, dijo que esa empresa había cancelado 20 vuelos entre Irlanda y Escocia.
"Nosotros seguimos el consejo que se nos dio", dijo. "No tenemos razones para poner en duda los consejos de las autoridades de aviación. Tenemos que aceptar lo que nos dicen los expertos en esta área", añadió.
En tanto, la Asociación Europea de Cabinas de Vuelo, que representa a los pilotos, advirtió a las aerolíneas que no permitan que sus aviones se aventuren incluso en áreas con concentraciones moderadas de ceniza.
La asociación "no puede aceptar bajo ninguna circunstancia vuelos en la zona roja, incluso si son aprobados por las aerolíneas", dijo el secretario general Philip von Schoppenthau.
Brian Flynn, jefe de operaciones de red en Eurocontrol, dijo en la mañana del martes que de antemano entre 200 y 250 vuelos han sido cancelados por la ceniza procedente del volcán Grimsvotn.
En promedio, más de 30.000 vuelos se realizan en Europa diariamente durante esta época del año.