Libia: Gobierno rebelde reclama ayuda financiera del exterior
Tripoli, Agencias
El nuevo gobierno rebelde de Libia advirtió el sábado que se le acaba el dinero y no le llegan los recursos de los países que habían prometido entregarle asistencia financiera.
Según el ministro rebelde de finanzas, Alí Tarhuni, muchas de las naciones que prometieron asistencia no han enviado dinero pero sí muchos empresarios interesados en lograr contratos con el país, cuya principal riqueza es el petróleo.
"Hicieron mucho ruido en cuanto a la ayuda (financiera), pero lo único que hemos visto es... su interés en hacer negocios", expresó el sábado Tarhuni a The Associated Press.
Tarhuni regresó en fecha reciente al bastión rebelde de Bengasi de una gira al exterior con la que pretendía recaudar asistencia.
El viaje incluyó una visita a Roma, donde el grupo de contacto sobre Libia se había comprometido a la creación de un fondo para asistir financieramente y con celeridad al gobierno rebelde.
"Creo que a veces nuestros amigos no comprenden la urgencia de la situación. Una de dos, o no la entienden o no les interesa", expresó Tarhuni.
Tarhuni elogió a Qatar y Kuwait por su "ayuda generosa, muy generosa", pero no precisó si había sido en dinero líquido.
Qatar es el único país árabe que contribuyó con cazas de combate a las acciones de la OTAN para hacer cumplir la zona de exclusión aérea sobre Libia que dispuso la ONU.
Tarhuni asimismo elogió a Francia, la cual impulsó la zona de exclusión aérea ordenada por la ONU. Pero "salvo eso, todo lo dicho por los demás es sólo saliva", afirmó. "A la fecha, no ha llegado nada y los recursos se me agotan rápido".
Tarhuni enfatizó que el Consejo Nacional de Transición de la insurgencia no firmará contratos de largo plazo.
Aunque el gobierno rebelde respetará los contratos firmados con anterioridad, Tarhuni señaló que el gobierno que surja democráticamente de las urnas podría decidir lo contrario.
"En este preciso momento, no firmaré ningún contrato que pueda tener consecuencias para el futuro de Libia, salvo aquellos para alimentos, medicinas, combustible", dijo.
Horas antes de las declaraciones de Tarhuni, la OTAN lanzó un ataque aéreo contra un complejo en el que a veces vive el gobernante libio Moamar Gadafi en Trípoli. Un portavoz de la alianza afirmó que Gadafi no era el objetivo del ataque y que no hay manera de saber si se encontraba en el lugar.
El portavoz dijo que el blanco fue el complejo de Bab al-Aziziyah en Trípoli, el mismo recinto que Estados Unidos atacó hace 25 años en represalia por un atentado con bomba en el que murieron dos soldados estadounidenses en una discoteca alemana.
El ataque del sábado ocurrió después de que los gobernantes del Grupo de los Ocho reiteraran durante su cumbre que Gadafi debe dejar el poder.
En otro hecho, una veintena de soldados libios, entre ellos un coronel y otros oficiales, viajaron en dos embarcaciones pequeñas y se refugiaron en la vecina Túnez. Miles de civiles libios han huido del conflicto en su país y se han refugiado en Túnez.
El nuevo gobierno rebelde de Libia advirtió el sábado que se le acaba el dinero y no le llegan los recursos de los países que habían prometido entregarle asistencia financiera.
Según el ministro rebelde de finanzas, Alí Tarhuni, muchas de las naciones que prometieron asistencia no han enviado dinero pero sí muchos empresarios interesados en lograr contratos con el país, cuya principal riqueza es el petróleo.
"Hicieron mucho ruido en cuanto a la ayuda (financiera), pero lo único que hemos visto es... su interés en hacer negocios", expresó el sábado Tarhuni a The Associated Press.
Tarhuni regresó en fecha reciente al bastión rebelde de Bengasi de una gira al exterior con la que pretendía recaudar asistencia.
El viaje incluyó una visita a Roma, donde el grupo de contacto sobre Libia se había comprometido a la creación de un fondo para asistir financieramente y con celeridad al gobierno rebelde.
"Creo que a veces nuestros amigos no comprenden la urgencia de la situación. Una de dos, o no la entienden o no les interesa", expresó Tarhuni.
Tarhuni elogió a Qatar y Kuwait por su "ayuda generosa, muy generosa", pero no precisó si había sido en dinero líquido.
Qatar es el único país árabe que contribuyó con cazas de combate a las acciones de la OTAN para hacer cumplir la zona de exclusión aérea sobre Libia que dispuso la ONU.
Tarhuni asimismo elogió a Francia, la cual impulsó la zona de exclusión aérea ordenada por la ONU. Pero "salvo eso, todo lo dicho por los demás es sólo saliva", afirmó. "A la fecha, no ha llegado nada y los recursos se me agotan rápido".
Tarhuni enfatizó que el Consejo Nacional de Transición de la insurgencia no firmará contratos de largo plazo.
Aunque el gobierno rebelde respetará los contratos firmados con anterioridad, Tarhuni señaló que el gobierno que surja democráticamente de las urnas podría decidir lo contrario.
"En este preciso momento, no firmaré ningún contrato que pueda tener consecuencias para el futuro de Libia, salvo aquellos para alimentos, medicinas, combustible", dijo.
Horas antes de las declaraciones de Tarhuni, la OTAN lanzó un ataque aéreo contra un complejo en el que a veces vive el gobernante libio Moamar Gadafi en Trípoli. Un portavoz de la alianza afirmó que Gadafi no era el objetivo del ataque y que no hay manera de saber si se encontraba en el lugar.
El portavoz dijo que el blanco fue el complejo de Bab al-Aziziyah en Trípoli, el mismo recinto que Estados Unidos atacó hace 25 años en represalia por un atentado con bomba en el que murieron dos soldados estadounidenses en una discoteca alemana.
El ataque del sábado ocurrió después de que los gobernantes del Grupo de los Ocho reiteraran durante su cumbre que Gadafi debe dejar el poder.
En otro hecho, una veintena de soldados libios, entre ellos un coronel y otros oficiales, viajaron en dos embarcaciones pequeñas y se refugiaron en la vecina Túnez. Miles de civiles libios han huido del conflicto en su país y se han refugiado en Túnez.