La represión de las manifestaciones en Siria se cobra 19 muertos
Damasco, Agencias
Las fuerzas de seguridad sirias mataron este miércoles a 19 civiles en los focos de protestas contra el régimen, Deraa y Homs, donde el ejército ha incrementado su presión, pese a los llamamientos internacionales a cesar la represión contra los manifestantes.
En paralelo, en un intento por calmar la situación, el régimen creó una comisión encargada de redactar una nueva ley electoral que respete "los criterios internacionales", una exigencia de los opositores.
"Lucharemos hasta el final. No nos iremos", declaró en una entrevista publicada por el New York Times un primo del presidente de Bashar al Asad, el magnate Rami Majluf, quien figura entre los 13 responsables sirios sancionados el martes por la Unión Europea.
Diecinueve civiles murieron en las regiones de Deraa (sur) y de Homs (centro), donde el ejército intenta aplastar la rebelión contra el régimen, declaró a la AFP el jefe de la organización nacional de derechos humanos, Amar Qurabi, interrogado por la AFP por teléfono desde Nicosia.
Según el activista, 13 civiles, entre ellos un niño de ocho años y un enfermero que intentaba socorrer a los heridos, murieron por disparos de francotiradores en Al Harra, un pueblo de la región de Deraa. Una decimocuarta persona murió en la localidad vecina de Jasem, y cinco más murieron víctimas de los obuses disparados por los tanques en la zona de Bab Amr, en Homs.
"Hay cadáveres por el suelo en Bab Amr, y nadie se atreve a sacarlos por miedo a los agentes de seguridad y los francotiradores emboscados", dijo otro militante, que pidió el anonimato.
Otra ONG dijo que las fuerzas de seguridad mataron a nueve personas en Homs. Las autoridades sirias anunciaron la muerte de dos soldados y de "varios miembros de grupos terroristas" en las regiones de Homs y Deraa, y acusaron a "grupos armados" manipulados desde el extranjero de querer sembrar el caos.
Según la agencia oficial Sana, "decenas de personas buscadas fueron detenidas, y una gran cantidad de armas y municiones fue confiscada en Bab Amr y en Deraa. Un cierto número de terroristas fueron matados y heridos".
Por otra parte, en el noroeste de Siria, en Banias, también cercada, el ejército seguía "buscando a los dirigentes de las manifestaciones que aún no han sido detenidos", afirmó Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio sirio de Derechos Humanos.
De las 450 personas detenidas desde el sábado en Banias, 270 fueron liberadas. Tras haber sido "violentamente golpeadas e insultadas", según la misma fuente, "estas personas firmaron una declaración comprometiéndose a no manifestar más", indicó el militante.
Ocho personas fueron ultimadas desde la entrada del ejército a esta ciudad costera de 50.000 habitantes hace cuatro días, afirmó.
Desde que comenzó la movilización opositora el 15 de marzo, han muerto entre 600 y 700 personas y más de 8.000 han sido detenidas o están desaparecidas, según las ONG.
Ante esta represión, la UE dijo que estudia revisar sus sanciones para ejercer "el máximo de presión política posible" sobre Al Asad. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó a éste a renunciar al uso de la fuerza.
Y en Estados Unidos, varios senadores presentaron una resolución que condena al presidente sirio. El senador independiente Joe Lieberman, principal autor del texto, lo tildó de "canalla", "asesino" y "totalitario".
Sin embargo, aparecieron divisiones en la comunidad internacional, al negarse Rusia a un debate sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU, por considerar que la oposición siria es responsable de la violencia.
Siria por su lado retiró su candidatura al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, considerada como inconveniente por parte de la comunidad internacional.
Las fuerzas de seguridad sirias mataron este miércoles a 19 civiles en los focos de protestas contra el régimen, Deraa y Homs, donde el ejército ha incrementado su presión, pese a los llamamientos internacionales a cesar la represión contra los manifestantes.
En paralelo, en un intento por calmar la situación, el régimen creó una comisión encargada de redactar una nueva ley electoral que respete "los criterios internacionales", una exigencia de los opositores.
"Lucharemos hasta el final. No nos iremos", declaró en una entrevista publicada por el New York Times un primo del presidente de Bashar al Asad, el magnate Rami Majluf, quien figura entre los 13 responsables sirios sancionados el martes por la Unión Europea.
Diecinueve civiles murieron en las regiones de Deraa (sur) y de Homs (centro), donde el ejército intenta aplastar la rebelión contra el régimen, declaró a la AFP el jefe de la organización nacional de derechos humanos, Amar Qurabi, interrogado por la AFP por teléfono desde Nicosia.
Según el activista, 13 civiles, entre ellos un niño de ocho años y un enfermero que intentaba socorrer a los heridos, murieron por disparos de francotiradores en Al Harra, un pueblo de la región de Deraa. Una decimocuarta persona murió en la localidad vecina de Jasem, y cinco más murieron víctimas de los obuses disparados por los tanques en la zona de Bab Amr, en Homs.
"Hay cadáveres por el suelo en Bab Amr, y nadie se atreve a sacarlos por miedo a los agentes de seguridad y los francotiradores emboscados", dijo otro militante, que pidió el anonimato.
Otra ONG dijo que las fuerzas de seguridad mataron a nueve personas en Homs. Las autoridades sirias anunciaron la muerte de dos soldados y de "varios miembros de grupos terroristas" en las regiones de Homs y Deraa, y acusaron a "grupos armados" manipulados desde el extranjero de querer sembrar el caos.
Según la agencia oficial Sana, "decenas de personas buscadas fueron detenidas, y una gran cantidad de armas y municiones fue confiscada en Bab Amr y en Deraa. Un cierto número de terroristas fueron matados y heridos".
Por otra parte, en el noroeste de Siria, en Banias, también cercada, el ejército seguía "buscando a los dirigentes de las manifestaciones que aún no han sido detenidos", afirmó Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio sirio de Derechos Humanos.
De las 450 personas detenidas desde el sábado en Banias, 270 fueron liberadas. Tras haber sido "violentamente golpeadas e insultadas", según la misma fuente, "estas personas firmaron una declaración comprometiéndose a no manifestar más", indicó el militante.
Ocho personas fueron ultimadas desde la entrada del ejército a esta ciudad costera de 50.000 habitantes hace cuatro días, afirmó.
Desde que comenzó la movilización opositora el 15 de marzo, han muerto entre 600 y 700 personas y más de 8.000 han sido detenidas o están desaparecidas, según las ONG.
Ante esta represión, la UE dijo que estudia revisar sus sanciones para ejercer "el máximo de presión política posible" sobre Al Asad. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó a éste a renunciar al uso de la fuerza.
Y en Estados Unidos, varios senadores presentaron una resolución que condena al presidente sirio. El senador independiente Joe Lieberman, principal autor del texto, lo tildó de "canalla", "asesino" y "totalitario".
Sin embargo, aparecieron divisiones en la comunidad internacional, al negarse Rusia a un debate sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU, por considerar que la oposición siria es responsable de la violencia.
Siria por su lado retiró su candidatura al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, considerada como inconveniente por parte de la comunidad internacional.