HRW considera que con la detención de Mladic se pone fin a la impunidad
Nueva York, Agencias
El arresto en Serbia del exgeneral serbobosnio Ratko Mladic, acusado desde 1995 de genocidio, supone el fin de la impunidad y muestra que "nadie está por encima de la ley", subrayó hoy la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
"Más de una década después, la justicia ha capturado al hombre que personificó la brutalidad de la guerra en Bosnia", indicó hoy el director del programa justicia internacional de HRW, Richard Dicker, tras conocerse el arresto por las autoridades serbias de Mladic, acusado de genocidio hace 16 años.
El militar serbobosnio tiene en su cargo once acusaciones de genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra, incluyendo la matanza de más de 8.000 varones bosnios tras la caída de Srebrenica en julio de 1995, unos sucesos considerados como la peor atrocidad ocurrida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Dicker recordó que "solo horas después de que sus fuerzas asesinaran a miles de civiles en Srebrenica, Ratko Mladic estaba repartiendo caramelos entre los niños musulmanes y prometiendo a los padres una salida segura" de la zona.
Mladic va a ser transferido a la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya, y su arresto se ha producido tres años después de que el líder civil de los serbiobosnios Radovan Karadzic, igualmente inculpado por genocidio en la matanza de Srebrenica y de 43 meses de asedio a Sarajevo.
La fiscalía del TPIY tiene que presentar el próximo 6 de junio ante el Consejo de Seguridad de la ONU su informe sobre la cooperación que Serbia tiene con esa corte en relación a los sucesos relacionado con la guerra en la antigua Yugoslavia.
"El Gobierno serbio ha demostrado mucho valor al arrestar a Mladic con toda una firme oposición" en ese país, señaló Dicker, quien consideró que "el compromiso de Belgrado con la justicia debería de ser agradecido".
El arresto de Mladic en territorio serbio se ha producido en un momento en que la Unión Europea (UE) evalúa la posibilidad de iniciar negociaciones formales con Serbia de cara a su incorporación al club comunitario, que siempre han condicionado a la plena cooperación de Belgrado con ese Tribunal.
HRW pidió al Gobierno del presidente de Serbia, Boris Tadic, que siga cooperando con el TPIY, incluyendo en la búsqueda y rendición de otro fugitivo, el serbocroata Goran Hadzic, acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad por su papel en la persecución de civiles croatas y de otras partes de la antigua Yugoslavia en 1991 y 1992.
La organización defensora de los derechos humanos subrayó que "es crucial que la UE mantenga la presión sobre Serbia" para mantener la cooperación.
El TPIY está en el proceso de poner en marcha una compleja estrategia de cara a completar todo su trabajo, incluyendo las apelaciones para 2014, tal como en 2009 mandó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Según HRW, aunque ahora se acelere el proceso contra Mladic, "es improbable que el juicio en su contra haya finalizado en esa fecha", por lo que pidió flexibilidad al máximo órgano de decisiones de la ONU.
"Más de una década después, la justicia ha capturado al hombre que personificó la brutalidad de la guerra en Bosnia", indicó hoy el director del programa justicia internacional de HRW, Richard Dicker, tras conocerse el arresto por las autoridades serbias de Mladic, acusado de genocidio hace 16 años.
El militar serbobosnio tiene en su cargo once acusaciones de genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra, incluyendo la matanza de más de 8.000 varones bosnios tras la caída de Srebrenica en julio de 1995, unos sucesos considerados como la peor atrocidad ocurrida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Dicker recordó que "solo horas después de que sus fuerzas asesinaran a miles de civiles en Srebrenica, Ratko Mladic estaba repartiendo caramelos entre los niños musulmanes y prometiendo a los padres una salida segura" de la zona.
Mladic va a ser transferido a la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya, y su arresto se ha producido tres años después de que el líder civil de los serbiobosnios Radovan Karadzic, igualmente inculpado por genocidio en la matanza de Srebrenica y de 43 meses de asedio a Sarajevo.
La fiscalía del TPIY tiene que presentar el próximo 6 de junio ante el Consejo de Seguridad de la ONU su informe sobre la cooperación que Serbia tiene con esa corte en relación a los sucesos relacionado con la guerra en la antigua Yugoslavia.
"El Gobierno serbio ha demostrado mucho valor al arrestar a Mladic con toda una firme oposición" en ese país, señaló Dicker, quien consideró que "el compromiso de Belgrado con la justicia debería de ser agradecido".
El arresto de Mladic en territorio serbio se ha producido en un momento en que la Unión Europea (UE) evalúa la posibilidad de iniciar negociaciones formales con Serbia de cara a su incorporación al club comunitario, que siempre han condicionado a la plena cooperación de Belgrado con ese Tribunal.
HRW pidió al Gobierno del presidente de Serbia, Boris Tadic, que siga cooperando con el TPIY, incluyendo en la búsqueda y rendición de otro fugitivo, el serbocroata Goran Hadzic, acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad por su papel en la persecución de civiles croatas y de otras partes de la antigua Yugoslavia en 1991 y 1992.
La organización defensora de los derechos humanos subrayó que "es crucial que la UE mantenga la presión sobre Serbia" para mantener la cooperación.
El TPIY está en el proceso de poner en marcha una compleja estrategia de cara a completar todo su trabajo, incluyendo las apelaciones para 2014, tal como en 2009 mandó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Según HRW, aunque ahora se acelere el proceso contra Mladic, "es improbable que el juicio en su contra haya finalizado en esa fecha", por lo que pidió flexibilidad al máximo órgano de decisiones de la ONU.