Egipto expulsará a un diplomático iraní sospechoso de espionaje
El Cairo, Agenicas
Egipto procederá de inmediato a la expulsión de un diplomático iraní que estuvo brevemente detenido por sospechas de espionaje, informaron este domingo los servicios de seguridad egipcios.
El hombre, detenido brevemente hace unos días en El Cairo, fue interrogado este domingo por la fiscalía de los servicios de Seguridad del Estado y puesto en libertad tras la confirmación de su condición de diplomático.
Debe ser expulsado del país en un plazo de 48 horas, precisaron los servicios de seguridad egipcios.
En Teherán, el ministro iraní de Inteligencia, Heydar Moslehi, declaró que "los egipcios liberaron al diplomático iraní dos horas después de haberlo detenido, pidiéndole disculpas", según la agencia oficial iraní IRNA.
El diplomático, Qasem al Hoseini, trabaja en la sección de intereses iraníes en El Cairo, que representa a Teherán en Egipto a falta de relaciones diplomáticas formales entre ambos países, informó por su parte la agencia oficial egipcia MENA.
Hoseini está acusado de "espionaje para un Estado extranjero (Irán) con el objetivo de dañar los intereses de Egipto", según la agencia.
Según los primeros elementos de la investigación, el diplomático recopilaba "informaciones sobre Egipto relativas a los últimos acontecimientos vividos en el país y las condiciones que atraviesa y los enviaba a los servicios de inteligencia iraníes".
La sección de intereses iraní había desmentido su detención antes de que fuese anunciada su próxima expulsión.
La AFP pidió hablar con Hoseini, pero éste no pudo ser contactado.
Teherán rompió sus relaciones diplomáticas con El Cairo en 1980, tras la revolución islámica, para protestar contra la firma en 1979 de un acuerdo de paz entre Egipto e Israel.
El ex presidente Hosni Mubarak, como muchos otros dirigentes árabes, sentían una fuerte desconfianza hacia Teherán, al que consideraban como un elemento desestabilizador en Oriente Medio.
Desde la caída de Mubarak, el 11 de febrero, Egipto e Irán han emprendido esfuerzos de acercamiento y promesas de actuar a favor de una normalización diplomática, que hasta ahora no han dado resultado.
Egipto procederá de inmediato a la expulsión de un diplomático iraní que estuvo brevemente detenido por sospechas de espionaje, informaron este domingo los servicios de seguridad egipcios.
El hombre, detenido brevemente hace unos días en El Cairo, fue interrogado este domingo por la fiscalía de los servicios de Seguridad del Estado y puesto en libertad tras la confirmación de su condición de diplomático.
Debe ser expulsado del país en un plazo de 48 horas, precisaron los servicios de seguridad egipcios.
En Teherán, el ministro iraní de Inteligencia, Heydar Moslehi, declaró que "los egipcios liberaron al diplomático iraní dos horas después de haberlo detenido, pidiéndole disculpas", según la agencia oficial iraní IRNA.
El diplomático, Qasem al Hoseini, trabaja en la sección de intereses iraníes en El Cairo, que representa a Teherán en Egipto a falta de relaciones diplomáticas formales entre ambos países, informó por su parte la agencia oficial egipcia MENA.
Hoseini está acusado de "espionaje para un Estado extranjero (Irán) con el objetivo de dañar los intereses de Egipto", según la agencia.
Según los primeros elementos de la investigación, el diplomático recopilaba "informaciones sobre Egipto relativas a los últimos acontecimientos vividos en el país y las condiciones que atraviesa y los enviaba a los servicios de inteligencia iraníes".
La sección de intereses iraní había desmentido su detención antes de que fuese anunciada su próxima expulsión.
La AFP pidió hablar con Hoseini, pero éste no pudo ser contactado.
Teherán rompió sus relaciones diplomáticas con El Cairo en 1980, tras la revolución islámica, para protestar contra la firma en 1979 de un acuerdo de paz entre Egipto e Israel.
El ex presidente Hosni Mubarak, como muchos otros dirigentes árabes, sentían una fuerte desconfianza hacia Teherán, al que consideraban como un elemento desestabilizador en Oriente Medio.
Desde la caída de Mubarak, el 11 de febrero, Egipto e Irán han emprendido esfuerzos de acercamiento y promesas de actuar a favor de una normalización diplomática, que hasta ahora no han dado resultado.