Berlusconi comparece ante el tribunal en medio de una polémica sobre la justicia
Roma, Agencias
El jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, compareció este lunes en plena controversia sobre la justicia italiana ante un tribunal de Milán, en la primera audiencia sobre el soborno del renombrado abogado británico David Mills.
Berlusconi, de 74 años, fue recibido por un grupo de defensores de la justicia italiana, entre ellos el abogado Pietro Palau Giovannetti, presidente del Movimento por la Justicia Robin Hood, lo que suscitó momentos de tensión frente a la sede del tribunal. Se trataba de la primera vez que el jefe de Gobierno italiano asistía a la audiencia en la que está siendo juzgado por corrupción de un testimonio.
Los defensores de justicia cargaban pancartas y flores con ocasión de la Jornada en Memoria de las Víctimas del Terrorismo y de los 26 magistrados que perdieron la vida por terrorismo o por atentados mafiosos en los últimos 40 años. Frente al palacio de justicia colgaban fotografías gigantes de jueces asesinados por el crimen organizado y una pancarta enorme rezaba "Gracias a los magistrados y a los policías que han perdido sus vidas para protegernos de las Brigadas Rojas y otros peligros".
Berlusconi volvió a repetir ante la prensa que los magistrados son "el cáncer" de la justicia italiana y los acusó de fomentar una "guerra civil", avivando ulteriormente la tensión. Poco después precisó que acusa sobre todo a los fiscales de usar la justicia para fines políticos, en particular contra su liderazgo. El presidente de la Asociación Nacional de Magistrados, Luca Palamara, condenó las declaraciones de Berlusconi, que tildó de "graves e inaceptables".
Para el ex jefe de la procuraduría de Milán, Francesco Saverio Borelli, calificar de "cáncer" y "metástasis" a los fiscales constituye una apreciación "vulgar y de bajo nivel", mientras Rosy Bindi, dirigente de la oposición de izquierda, estima que Berlusconi sufre una verdadera "patología" con respecto a la justicia. Por su parte, el Presidente de la República, Giorgio Napolitano, pidió que cese la polémica y advirtió que "antes de pensar en una reforma de la Justicia hay que rendir homenaje a los magistrados".
Berlusconi, que aceptó asistir los lunes a los varios procesos en su contra, compareció ya la semana pasada por el caso Mediatrade en el que está acusado de fraude y abuso de confianza en la venta de derechos para la televisión. En esta ocasión la fiscalía acusa a Berlusconi de haber sobornado con una transferencia de 600.000 dólares efectuada en 1997 por Fininvest, el holding de la familia Berlusconi, al abogado David Mills para que prestara falsos testimonios en dos juicios entablados a finales de los años 1990 contra el magnate de las comunicaciones. Berlusconi aseguró ante los magistrados que "no recuerda haber conocido a Mills" porque era uno de los muchos abogados que el grupo Fininvest contrata en exterior y que los 600.000 dólares corresponden al pago realizado por un armador italiano para eludir al fisco británico.
Mills fue condenado en un juicio separado tanto en primera como en segunda instancia por corrupción en acto judicial a favor de Berlusconi, pero no cumple condena porque el delito prescribió. Berlusconi, que evitó presentarse en 8 años ante los jueces, deberá presentarse también por el caso "Ruby", el más difícil ya que está acusado de prostitución de menor de edad.
El jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, compareció este lunes en plena controversia sobre la justicia italiana ante un tribunal de Milán, en la primera audiencia sobre el soborno del renombrado abogado británico David Mills.
Berlusconi, de 74 años, fue recibido por un grupo de defensores de la justicia italiana, entre ellos el abogado Pietro Palau Giovannetti, presidente del Movimento por la Justicia Robin Hood, lo que suscitó momentos de tensión frente a la sede del tribunal. Se trataba de la primera vez que el jefe de Gobierno italiano asistía a la audiencia en la que está siendo juzgado por corrupción de un testimonio.
Los defensores de justicia cargaban pancartas y flores con ocasión de la Jornada en Memoria de las Víctimas del Terrorismo y de los 26 magistrados que perdieron la vida por terrorismo o por atentados mafiosos en los últimos 40 años. Frente al palacio de justicia colgaban fotografías gigantes de jueces asesinados por el crimen organizado y una pancarta enorme rezaba "Gracias a los magistrados y a los policías que han perdido sus vidas para protegernos de las Brigadas Rojas y otros peligros".
Berlusconi volvió a repetir ante la prensa que los magistrados son "el cáncer" de la justicia italiana y los acusó de fomentar una "guerra civil", avivando ulteriormente la tensión. Poco después precisó que acusa sobre todo a los fiscales de usar la justicia para fines políticos, en particular contra su liderazgo. El presidente de la Asociación Nacional de Magistrados, Luca Palamara, condenó las declaraciones de Berlusconi, que tildó de "graves e inaceptables".
Para el ex jefe de la procuraduría de Milán, Francesco Saverio Borelli, calificar de "cáncer" y "metástasis" a los fiscales constituye una apreciación "vulgar y de bajo nivel", mientras Rosy Bindi, dirigente de la oposición de izquierda, estima que Berlusconi sufre una verdadera "patología" con respecto a la justicia. Por su parte, el Presidente de la República, Giorgio Napolitano, pidió que cese la polémica y advirtió que "antes de pensar en una reforma de la Justicia hay que rendir homenaje a los magistrados".
Berlusconi, que aceptó asistir los lunes a los varios procesos en su contra, compareció ya la semana pasada por el caso Mediatrade en el que está acusado de fraude y abuso de confianza en la venta de derechos para la televisión. En esta ocasión la fiscalía acusa a Berlusconi de haber sobornado con una transferencia de 600.000 dólares efectuada en 1997 por Fininvest, el holding de la familia Berlusconi, al abogado David Mills para que prestara falsos testimonios en dos juicios entablados a finales de los años 1990 contra el magnate de las comunicaciones. Berlusconi aseguró ante los magistrados que "no recuerda haber conocido a Mills" porque era uno de los muchos abogados que el grupo Fininvest contrata en exterior y que los 600.000 dólares corresponden al pago realizado por un armador italiano para eludir al fisco británico.
Mills fue condenado en un juicio separado tanto en primera como en segunda instancia por corrupción en acto judicial a favor de Berlusconi, pero no cumple condena porque el delito prescribió. Berlusconi, que evitó presentarse en 8 años ante los jueces, deberá presentarse también por el caso "Ruby", el más difícil ya que está acusado de prostitución de menor de edad.