WikiLeaks deja en evidencia el "pecado original" de Guantánamo
Washington, Agencias
Inocentes encerrados sin razón, militantes de Al Qaeda liberados para cometer nuevas atrocidades: WikiLeaks descorrió el velo sobre el "pecado original" de Guantánamo, aseguran activistas y expertos.
Documentos divulgados por el sitio de internet WikiLeaks dejan en evidencia un sistema plagado de errores y decisiones fallidas que contribuyeron a que el centro de detención ubicado en el sur de la isla de Cuba sea un atolladero jurídico.
"Estos documentos son notables porque muestran cuán cuestionable ha sido la fundamentación del gobierno para detener a cientos de personas, en algunos casos indefinidamente, en Guantánamo", dijo la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
"Las evaluaciones unilaterales están plagadas de pruebas no confirmadas, información obtenida mediante tortura, especulaciones, errores y denuncias que demostraron ser falsas", señaló este grupo de defensa de los derechos humanos. "Los documentos son el fruto del pecado original por el cual el Estado de Derecho quedó hecho trizas cuando se enviaron por primera vez detenidos a Guantánamo".
Para el experto en justicia militar Eugene Fidell, los documentos filtrados no sólo demuestran que las detenciones fueron injustas, sino también militarmente ineficaces. "Lo que queda claro es la condición de aficionados de los interrogadores y la naturaleza caótica del trabajo que se hizo", dijo.
"Habría sido mucho mejor que recurrieran a lo que exige la Convención de Ginebra en caso de duda, que es realizar una investigación, convocar a un tribunal que se considere competente o que esté cerca del campo de batalla".
Ahora, para los 172 presos que quedan en Guantánamo, "el daño está hecho", dijo Fidell.
El presidente Barack Obama, en uno de sus primeros actos al asumir el poder, en enero de 2009, se comprometió a cerrar Guantánamo en el plazo de un año. Decidido a corregir los errores de su predecesor, el presidente George W. Bush, creó un grupo de trabajo para revisar los antecedentes de los presos.
Pero, según el Centro para los Derechos Constitucionales, con sede en Nueva York, los archivos no se actualizaban desde hacía años. Este grupo de defensa legal ha pedido al Gobierno de Obama que publique sus propias conclusiones y deje claro quién ha sido identificado para un juicio, quién será liberado y quién será detenido indefinidamente. "Sin nombres ni detalles de los casos en los que el gobierno afirma que necesita detener a personas sin cargos ni juicio, seguirá siendo imposible tener un debate público relevante sobre la pertinencia de esa política", dijo.
En el mismo sentido, la ACLU advierte de que "no es demasiado tarde para cambiar de rumbo". "Necesitamos más procesos legales, no menos, para asegurarnos de que estamos manteniendo detenida a la gente correcta. Los casos de los detenidos de Guantánamo piden a gritos una revisión judicial independiente", dijo.
Benjamin Wittes, de la Brookings Institution en Washington, dijo que el enfoque adecuado es construir y adherirse a sistemas de justicia que "reconozcan la incertidumbre inherente a este tipo de ejercicio". "Necesitamos aceptar que detendremos a personas cuyas detenciones lamentaremos y liberaremos a gente cuya liberación lamentaremos. No debemos pretender que la certeza es posible cuando algo de esto suceda".
Muchos de los que permanecen en Guantánamo son de origen yemení y hay una reticencia evidente a devolver, incluso a los presos de "bajo riesgo", a ese semillero de militantes de Al Qaeda cuando Yemen está en medio de un levantamiento popular.
El Gobierno de Obama ha dado marcha atrás sobre Guantánamo, aunque insiste en que querría cerrar el centro lo más pronto posible. Por motivos de seguridad, el Congreso impidió al presidente que los acusados de terrorismo sean juzgados por tribunales federales en Estados Unidos, lo cual llevó a regañadientes al fiscal general a continuar con los tribunales militares en Guantánamo.
Inocentes encerrados sin razón, militantes de Al Qaeda liberados para cometer nuevas atrocidades: WikiLeaks descorrió el velo sobre el "pecado original" de Guantánamo, aseguran activistas y expertos.
Documentos divulgados por el sitio de internet WikiLeaks dejan en evidencia un sistema plagado de errores y decisiones fallidas que contribuyeron a que el centro de detención ubicado en el sur de la isla de Cuba sea un atolladero jurídico.
"Estos documentos son notables porque muestran cuán cuestionable ha sido la fundamentación del gobierno para detener a cientos de personas, en algunos casos indefinidamente, en Guantánamo", dijo la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
"Las evaluaciones unilaterales están plagadas de pruebas no confirmadas, información obtenida mediante tortura, especulaciones, errores y denuncias que demostraron ser falsas", señaló este grupo de defensa de los derechos humanos. "Los documentos son el fruto del pecado original por el cual el Estado de Derecho quedó hecho trizas cuando se enviaron por primera vez detenidos a Guantánamo".
Para el experto en justicia militar Eugene Fidell, los documentos filtrados no sólo demuestran que las detenciones fueron injustas, sino también militarmente ineficaces. "Lo que queda claro es la condición de aficionados de los interrogadores y la naturaleza caótica del trabajo que se hizo", dijo.
"Habría sido mucho mejor que recurrieran a lo que exige la Convención de Ginebra en caso de duda, que es realizar una investigación, convocar a un tribunal que se considere competente o que esté cerca del campo de batalla".
Ahora, para los 172 presos que quedan en Guantánamo, "el daño está hecho", dijo Fidell.
El presidente Barack Obama, en uno de sus primeros actos al asumir el poder, en enero de 2009, se comprometió a cerrar Guantánamo en el plazo de un año. Decidido a corregir los errores de su predecesor, el presidente George W. Bush, creó un grupo de trabajo para revisar los antecedentes de los presos.
Pero, según el Centro para los Derechos Constitucionales, con sede en Nueva York, los archivos no se actualizaban desde hacía años. Este grupo de defensa legal ha pedido al Gobierno de Obama que publique sus propias conclusiones y deje claro quién ha sido identificado para un juicio, quién será liberado y quién será detenido indefinidamente. "Sin nombres ni detalles de los casos en los que el gobierno afirma que necesita detener a personas sin cargos ni juicio, seguirá siendo imposible tener un debate público relevante sobre la pertinencia de esa política", dijo.
En el mismo sentido, la ACLU advierte de que "no es demasiado tarde para cambiar de rumbo". "Necesitamos más procesos legales, no menos, para asegurarnos de que estamos manteniendo detenida a la gente correcta. Los casos de los detenidos de Guantánamo piden a gritos una revisión judicial independiente", dijo.
Benjamin Wittes, de la Brookings Institution en Washington, dijo que el enfoque adecuado es construir y adherirse a sistemas de justicia que "reconozcan la incertidumbre inherente a este tipo de ejercicio". "Necesitamos aceptar que detendremos a personas cuyas detenciones lamentaremos y liberaremos a gente cuya liberación lamentaremos. No debemos pretender que la certeza es posible cuando algo de esto suceda".
Muchos de los que permanecen en Guantánamo son de origen yemení y hay una reticencia evidente a devolver, incluso a los presos de "bajo riesgo", a ese semillero de militantes de Al Qaeda cuando Yemen está en medio de un levantamiento popular.
El Gobierno de Obama ha dado marcha atrás sobre Guantánamo, aunque insiste en que querría cerrar el centro lo más pronto posible. Por motivos de seguridad, el Congreso impidió al presidente que los acusados de terrorismo sean juzgados por tribunales federales en Estados Unidos, lo cual llevó a regañadientes al fiscal general a continuar con los tribunales militares en Guantánamo.