Presidente yemení abandona acuerdo para entregar el poder
Sana, Agencias
El asediado presidente de Yemen se apartó el sábado de un acuerdo negociado que le permitiría dimitir a cambio de inmunidad legal, y sus fuerzas mataron a cuatro personas mientras desalojaban a centenares de manifestantes antigubernamentales de una plaza donde habían acampado, dijeron testigos.
El presidente Alí Abdulá Salé dijo que no quería firmar el acuerdo en el que medió un bloque de países vecinos del Golfo, informó su estrecho aliado Abed al-Jundi. El secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, Abdul-Latif al-Zayyani, voló a la capital yemení, Saná, para instar a Salé a firmar el trato.
Fue un nuevo golpe a los esfuerzos de mediación en la crisis que se ha extendido por meses entre Salé, apoyado por Estados Unidos, y decenas de miles de manifestantes que exigen la expulsión de quien los ha gobernado durante 32 años. Muchos de esos manifestantes ha sido inspirados por las protestas que han recorrido la región árabe.
El jefe del bloque del Golfo al-Zayyani se reunió con los principales líderes del partido político y el bloque parlamentario de Salé, donde se le informó que el presidente tenía algunas reservas sobre el acuerdo. El gobernante yemení había anunciado con anterioridad que había accedido en principio a dimitir.
Al-Zayyani no estaba inmediatamente disponible para hacer comentarios.
Al-Jundi manifestó que Salé se opuso a firmar del acuerdo y dijo que debe ser firmado por el líder de su partido político, el gobernante Partido del Congreso. Añadió que Salé también quería asegurarse de que él seguiría siendo presidente para supervisar un período de transición de 30 días después de firmar el documento.
Un miembro de la oposición, Mohammed Basnadwa, dijo que posteriormente le manifestaron al principal mediador del bloque del Golfo que no aceptarían ningún acuerdo a menos que Salé lo firmara primero.
Mientras se celebraba la reunión, las fuerzas de Salé, respaldadas por tanques y armas pesadas, expulsaron por la fuerza a unos 1.500 manifestantes de una plaza donde habían estado acampando por cerca de dos meses en el distrito de al-Mansour, en la sureña ciudad portuaria de Adén. Cuatro manifestantes murieron por heridas de bala, dijo el activista Wajdi al-Shaabi.
Muchos otros sufrieron heridas de bala en el enfrentamiento, y también más tarde, cuando numerosos manifestantes marcharon por varios vecindarios para condenar lo ocurrido, dijo al-Shaabi.
Agregó que un edificio y un pequeño hotel estaban en llamas y que por toda la ciudad se oían disparos y sirenas de ambulancias.
Protestas pacíficas similares han tenido lugar en otras ciudades. Más de 140 manifestantes han sido asesinados desde que comenzó el levantamiento.
Yemen es un estrecho aliado de Estados Unidos, y enfrenta a una de las ramas más activas de Al-Qaida en el mundo.
Incluso antes de que comenzara la sublevación contra Salé, el gobierno del empobrecido país enfrentaba una rebelión secesionista en el sur y una rebelión chií en el norte.
El asediado presidente de Yemen se apartó el sábado de un acuerdo negociado que le permitiría dimitir a cambio de inmunidad legal, y sus fuerzas mataron a cuatro personas mientras desalojaban a centenares de manifestantes antigubernamentales de una plaza donde habían acampado, dijeron testigos.
El presidente Alí Abdulá Salé dijo que no quería firmar el acuerdo en el que medió un bloque de países vecinos del Golfo, informó su estrecho aliado Abed al-Jundi. El secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, Abdul-Latif al-Zayyani, voló a la capital yemení, Saná, para instar a Salé a firmar el trato.
Fue un nuevo golpe a los esfuerzos de mediación en la crisis que se ha extendido por meses entre Salé, apoyado por Estados Unidos, y decenas de miles de manifestantes que exigen la expulsión de quien los ha gobernado durante 32 años. Muchos de esos manifestantes ha sido inspirados por las protestas que han recorrido la región árabe.
El jefe del bloque del Golfo al-Zayyani se reunió con los principales líderes del partido político y el bloque parlamentario de Salé, donde se le informó que el presidente tenía algunas reservas sobre el acuerdo. El gobernante yemení había anunciado con anterioridad que había accedido en principio a dimitir.
Al-Zayyani no estaba inmediatamente disponible para hacer comentarios.
Al-Jundi manifestó que Salé se opuso a firmar del acuerdo y dijo que debe ser firmado por el líder de su partido político, el gobernante Partido del Congreso. Añadió que Salé también quería asegurarse de que él seguiría siendo presidente para supervisar un período de transición de 30 días después de firmar el documento.
Un miembro de la oposición, Mohammed Basnadwa, dijo que posteriormente le manifestaron al principal mediador del bloque del Golfo que no aceptarían ningún acuerdo a menos que Salé lo firmara primero.
Mientras se celebraba la reunión, las fuerzas de Salé, respaldadas por tanques y armas pesadas, expulsaron por la fuerza a unos 1.500 manifestantes de una plaza donde habían estado acampando por cerca de dos meses en el distrito de al-Mansour, en la sureña ciudad portuaria de Adén. Cuatro manifestantes murieron por heridas de bala, dijo el activista Wajdi al-Shaabi.
Muchos otros sufrieron heridas de bala en el enfrentamiento, y también más tarde, cuando numerosos manifestantes marcharon por varios vecindarios para condenar lo ocurrido, dijo al-Shaabi.
Agregó que un edificio y un pequeño hotel estaban en llamas y que por toda la ciudad se oían disparos y sirenas de ambulancias.
Protestas pacíficas similares han tenido lugar en otras ciudades. Más de 140 manifestantes han sido asesinados desde que comenzó el levantamiento.
Yemen es un estrecho aliado de Estados Unidos, y enfrenta a una de las ramas más activas de Al-Qaida en el mundo.
Incluso antes de que comenzara la sublevación contra Salé, el gobierno del empobrecido país enfrentaba una rebelión secesionista en el sur y una rebelión chií en el norte.