Obama lanza su campaña de reelección con tiempo suficiente "para construir"
Washington, Agencias
El presidente de EE.UU., Barack Obama, lanzó hoy su campaña para la reelección, 20 meses antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2012, con tiempo suficiente para "construir" una base que proteja las ansias de "cambio" que lo llevaron a la Casa Blanca.
"Lanzamos esta campaña ahora porque la política en la que creemos no se basa en anuncios televisivos caros o en cosas extravagantes, sino en usted. En las personas que, organizadas en sus barrios, hablan con los vecinos, con los compañeros de trabajo y con los amigos y (...) construir ese tipo de campaña requiere tiempo".
Así se explica Barack Obama en el vídeo que hoy colgó en su página web y que marca la partida de su campaña para la reelección, un proyecto en el que no parece que vaya a tener oposición desde las filas de su partido.
Es decir, aunque Obama tendría técnicamente que someterse a un proceso de primarias, nadie parece dispuesto a enfrentarse a él dentro del Partido Demócrata, donde entienden que, pese a las dificultades de un mandato marcado por la crisis económica y las guerras, el primer presidente negro de EE.UU. sigue siendo una muy buena apuesta.
Una apuesta que sus estrategas quisieron que naciera con buena estrella en un simbólico "cuarto día del cuarto mes" para la reelección del "44 Presidente" de Estadios Unidos, pero que para los republicanos llega en un "muy mal momento".
La conservadora cadena de televisión Fox calificó el anuncio de "irónico" porque se produce en un momento muy difícil para el país, con un desempleo que no baja del 8,8 por ciento y muchos interrogantes respecto a situaciones tan "desconcertantes" como la de Libia.
A los conservadores, que aseguran que la campaña de Obama será "un monstruo" que se tragará 1.000 millones de dólares, no les parece que éste sea un momento idóneo para parar y decir el "sí podemos", que popularizó el actual presidente en su primera campaña.
Obama, desde este mismo momento, es ya nuevamente candidato y los demócratas, sin prisa pero desde luego sin pausa, van a concentrarse en la reelección propiamente dicha, sin distracciones ni pugnas internas.
A partir de este momento, Obama pone en marcha toda la maquinaria política electoral y, lo que aún es más importante, la de recaudación de fondos.
Este mismo mes está previsto que el presidente asista a actos de recaudación de fondos electorales tanto en Chicago, donde nuevamente estará la base de su campaña, como en San Francisco y Los Ángeles, dos importantes enclaves demócratas.
Obama, tal y como él mismo afirma en el vídeo de lanzamiento electoral, continuará "centrado en el trabajo" para el que le eligieron, el de presidente, pero irá alternando sus quehaceres con este tipo de eventos durante más o menos un año, cuando la campaña para la reelección empiece a funcionar a toda máquina.
Mientras tanto, los republicanos, acosados por tensiones internas que resultan mucho más patentes cuando el inquilino de la Casa Blanca es demócrata, tienen una docena de políticos analizando las posibilidades de lanzarse con éxito a la contienda electoral.
En eso están, entre otros, Sarah Palin, que desde la derecha más recalcitrante se deja querer como posible candidata; Newt Gingrich, en otro tiempo triunfante impulsor del "Contrato con América" que en 1994 consiguió unificar a unos republicanos tan desmoralizados como ahora, y el telegénico y ya conocido exgobernador de Massachusetts Mitt Romney.
Ninguno de ellos, en principio, parece tener la fortaleza suficiente como para hacer sombra a Obama que, aunque no consigue que la economía despegue y tiene al país envuelto en dos guerras y media -hace tan sólo dos semanas que EE.UU. se involucró en el conflicto libio- parece tener mayor gancho electoral que estos potenciales contrincantes.
Obama está decidido a preservar el cambio y concienciar a sus seguidores de que los avances conseguidos se pueden perder.
"Sabemos que un cambio duradero no se da fácil ni rápidamente. Nunca pasa eso. Pero, al tiempo que mi Gobierno y la gente en el país lucha para proteger el progreso realizado -y conseguir más- tenemos que empezar a movilizarnos para el 2012", dice.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, lanzó hoy su campaña para la reelección, 20 meses antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2012, con tiempo suficiente para "construir" una base que proteja las ansias de "cambio" que lo llevaron a la Casa Blanca.
"Lanzamos esta campaña ahora porque la política en la que creemos no se basa en anuncios televisivos caros o en cosas extravagantes, sino en usted. En las personas que, organizadas en sus barrios, hablan con los vecinos, con los compañeros de trabajo y con los amigos y (...) construir ese tipo de campaña requiere tiempo".
Así se explica Barack Obama en el vídeo que hoy colgó en su página web y que marca la partida de su campaña para la reelección, un proyecto en el que no parece que vaya a tener oposición desde las filas de su partido.
Es decir, aunque Obama tendría técnicamente que someterse a un proceso de primarias, nadie parece dispuesto a enfrentarse a él dentro del Partido Demócrata, donde entienden que, pese a las dificultades de un mandato marcado por la crisis económica y las guerras, el primer presidente negro de EE.UU. sigue siendo una muy buena apuesta.
Una apuesta que sus estrategas quisieron que naciera con buena estrella en un simbólico "cuarto día del cuarto mes" para la reelección del "44 Presidente" de Estadios Unidos, pero que para los republicanos llega en un "muy mal momento".
La conservadora cadena de televisión Fox calificó el anuncio de "irónico" porque se produce en un momento muy difícil para el país, con un desempleo que no baja del 8,8 por ciento y muchos interrogantes respecto a situaciones tan "desconcertantes" como la de Libia.
A los conservadores, que aseguran que la campaña de Obama será "un monstruo" que se tragará 1.000 millones de dólares, no les parece que éste sea un momento idóneo para parar y decir el "sí podemos", que popularizó el actual presidente en su primera campaña.
Obama, desde este mismo momento, es ya nuevamente candidato y los demócratas, sin prisa pero desde luego sin pausa, van a concentrarse en la reelección propiamente dicha, sin distracciones ni pugnas internas.
A partir de este momento, Obama pone en marcha toda la maquinaria política electoral y, lo que aún es más importante, la de recaudación de fondos.
Este mismo mes está previsto que el presidente asista a actos de recaudación de fondos electorales tanto en Chicago, donde nuevamente estará la base de su campaña, como en San Francisco y Los Ángeles, dos importantes enclaves demócratas.
Obama, tal y como él mismo afirma en el vídeo de lanzamiento electoral, continuará "centrado en el trabajo" para el que le eligieron, el de presidente, pero irá alternando sus quehaceres con este tipo de eventos durante más o menos un año, cuando la campaña para la reelección empiece a funcionar a toda máquina.
Mientras tanto, los republicanos, acosados por tensiones internas que resultan mucho más patentes cuando el inquilino de la Casa Blanca es demócrata, tienen una docena de políticos analizando las posibilidades de lanzarse con éxito a la contienda electoral.
En eso están, entre otros, Sarah Palin, que desde la derecha más recalcitrante se deja querer como posible candidata; Newt Gingrich, en otro tiempo triunfante impulsor del "Contrato con América" que en 1994 consiguió unificar a unos republicanos tan desmoralizados como ahora, y el telegénico y ya conocido exgobernador de Massachusetts Mitt Romney.
Ninguno de ellos, en principio, parece tener la fortaleza suficiente como para hacer sombra a Obama que, aunque no consigue que la economía despegue y tiene al país envuelto en dos guerras y media -hace tan sólo dos semanas que EE.UU. se involucró en el conflicto libio- parece tener mayor gancho electoral que estos potenciales contrincantes.
Obama está decidido a preservar el cambio y concienciar a sus seguidores de que los avances conseguidos se pueden perder.
"Sabemos que un cambio duradero no se da fácil ni rápidamente. Nunca pasa eso. Pero, al tiempo que mi Gobierno y la gente en el país lucha para proteger el progreso realizado -y conseguir más- tenemos que empezar a movilizarnos para el 2012", dice.