Japón utilizará aviones no tripulados para medir la radiactividad en las piscinas de Fukushima-1
Tokio, Agencias
El Gobierno de Japón utilizará aviones no tripulados de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para medir la radiactividad procedente de las piscinas donde se albergan las barras de combustible gastadas de la central nuclear de Fukushima-1, según ha revelado una fuente gubernamental a la agencia de noticias Kiodo.
A propuesta de Estados Unidos, los aparatos utilizados serán T-Hawk, capaces de mantenerse y moverse verticalmente, que han sido usados anteriormente en tareas de reconocimiento en Irak y otras misiones militares.
Los primeros vuelos se realizarán en torno al reactor número cuatro, que es el que más preocupa por su elevada temperatura, pese a que los operarios han intentado rebajarla mediante la inyección de agua a sus piscinas, aunque sin demasiado éxito. Lo mismo ha ocurrido en los otros cinco reactores.
Estas tareas de refrigeración han tenido que interrumpirse debido a los altos niveles de radiación a los que estaban expuestos los técnicos. No obstante, deberían reanudarse lo antes posible para evitar una fuga del agua contenida en estas piscinas o una nueva emisión contaminante, si las barras quedan al descubierto.
Goshi Hosono, uno de los consejeros del primer ministro nipón, Naoto Kan, en el marco de esta crisis, ha advertido de que llevará "un tiempo considerable" procesar todas estas barras, ya que hay más de 10.000 en estas piscinas.
El Gobierno de Japón utilizará aviones no tripulados de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para medir la radiactividad procedente de las piscinas donde se albergan las barras de combustible gastadas de la central nuclear de Fukushima-1, según ha revelado una fuente gubernamental a la agencia de noticias Kiodo.
A propuesta de Estados Unidos, los aparatos utilizados serán T-Hawk, capaces de mantenerse y moverse verticalmente, que han sido usados anteriormente en tareas de reconocimiento en Irak y otras misiones militares.
Los primeros vuelos se realizarán en torno al reactor número cuatro, que es el que más preocupa por su elevada temperatura, pese a que los operarios han intentado rebajarla mediante la inyección de agua a sus piscinas, aunque sin demasiado éxito. Lo mismo ha ocurrido en los otros cinco reactores.
Estas tareas de refrigeración han tenido que interrumpirse debido a los altos niveles de radiación a los que estaban expuestos los técnicos. No obstante, deberían reanudarse lo antes posible para evitar una fuga del agua contenida en estas piscinas o una nueva emisión contaminante, si las barras quedan al descubierto.
Goshi Hosono, uno de los consejeros del primer ministro nipón, Naoto Kan, en el marco de esta crisis, ha advertido de que llevará "un tiempo considerable" procesar todas estas barras, ya que hay más de 10.000 en estas piscinas.