Irán ensalza a Irak por letal ataque a campamento de exiliados
Teherán, Agencias
El canciller iraní ensalzó el sábado a las autoridades iraquíes por lanzar una mortífera incursión en un campamento de exiliados iraníes que Teherán considera terroristas.
El encomio de Irán entre las numerosas condenas internacionales es otro indicio de los estrechos lazos que mantienen los países vecinos desde el derrocamiento de Saddam Hussein, quien inició la guerra de 1980-1988 con Irán.
El canciller iraní Alí Akbar Salehi dijo que el ejército iraquí tenía derecho a asaltar el campamento de Ashraf, situado a unos 95 kilómetros (60 millas) al noreste de Bagdad. El campamento levantado en el desierto aloja a unos 3.400 miembros de la Organización Popular del Mujaidín de Irán, que intenta derrocar al régimen teocrático iraní y que es considerado un grupo terrorista por Irán.
Las fuerzas armadas iraquíes allanaron el viernes el campamento antes del amanecer después que los exiliados provocaron a los soldados.
"Conforme a la constitución iraquí, ningún grupo terrorista puede utilizar el territorio de Irak como base para operar contra los países vecinos", dijo Salehi en una conferencia de prensa en Teherán.
Por lo tanto, agregó, el allanamiento era legalmente necesario y "debe ser ensalzado".
El número de muertos en el allanamiento aumentó el sábado a 12, según dos funcionarios del hospital municipal que hablaron a condición de no se identificados por no estar autorizados a difundir la información. Agregaron que 39 personas fueron atendidas por lesiones.
El vocero de Ashraf, Shahin Gobadi, dijo que 33 personas murieron y otras 325 fueron heridas, aunque las cifras no pudieron ser confirmadas de forma independiente porque las fuerzas de seguridad iraquíes impidieron el acceso de los periodistas al campamento.
El allanamiento fue condenado por la ONU, Estados Unidos y Gran Bretaña. Los exiliados son considerados por la comunidad internacional como refugiados políticos.
El canciller iraní ensalzó el sábado a las autoridades iraquíes por lanzar una mortífera incursión en un campamento de exiliados iraníes que Teherán considera terroristas.
El encomio de Irán entre las numerosas condenas internacionales es otro indicio de los estrechos lazos que mantienen los países vecinos desde el derrocamiento de Saddam Hussein, quien inició la guerra de 1980-1988 con Irán.
El canciller iraní Alí Akbar Salehi dijo que el ejército iraquí tenía derecho a asaltar el campamento de Ashraf, situado a unos 95 kilómetros (60 millas) al noreste de Bagdad. El campamento levantado en el desierto aloja a unos 3.400 miembros de la Organización Popular del Mujaidín de Irán, que intenta derrocar al régimen teocrático iraní y que es considerado un grupo terrorista por Irán.
Las fuerzas armadas iraquíes allanaron el viernes el campamento antes del amanecer después que los exiliados provocaron a los soldados.
"Conforme a la constitución iraquí, ningún grupo terrorista puede utilizar el territorio de Irak como base para operar contra los países vecinos", dijo Salehi en una conferencia de prensa en Teherán.
Por lo tanto, agregó, el allanamiento era legalmente necesario y "debe ser ensalzado".
El número de muertos en el allanamiento aumentó el sábado a 12, según dos funcionarios del hospital municipal que hablaron a condición de no se identificados por no estar autorizados a difundir la información. Agregaron que 39 personas fueron atendidas por lesiones.
El vocero de Ashraf, Shahin Gobadi, dijo que 33 personas murieron y otras 325 fueron heridas, aunque las cifras no pudieron ser confirmadas de forma independiente porque las fuerzas de seguridad iraquíes impidieron el acceso de los periodistas al campamento.
El allanamiento fue condenado por la ONU, Estados Unidos y Gran Bretaña. Los exiliados son considerados por la comunidad internacional como refugiados políticos.