El tráfico de drogas y personas por el aeropuerto de Panamá alarma a EE UU
La terminal está inmersa en la "cultura de la corrupción", según la Embajada
Madrid, El País
El aeropuerto de Panamá, eje fundamental del tráfico de personas y mercancías entre América Latina y Estados Unidos, está penetrado por el sórdido negocio del contrabando de personas, el blanqueo de capitales, el narcotráfico y la corrupción a gran escala, según informes de la Embajada estadounidense en la capital centroamericana filtrados a Wikileaks y a los que ha tenido acceso EL PAÍS. El "explosivo crecimiento" del delito en la terminal de Tocumen alarma a Estados Unidos, porque el país del canal interoceánico es un centro financiero de primer orden, su zona franca capta enormes cantidades de dinero y, fundamentalmente, porque Panamá es un socio estratégico de Washington.
"Las diferentes agencias de Estados Unidos y esta Embajada han invertido importantes recursos en el aeropuerto y mantenemos buenas relaciones con las autoridades panameñas, pero Panamá carece de una estrategia para acometer los problemas del aeropuerto", señala un cable firmado por la embajadora Barbara Stephenson.
El aeropuerto de la capital panameña es el más importante de Centroamérica y crucial en el tráfico entre el norte y el sur de América, con el paso de más de cinco millones de pasajeros y cerca de 100.000 toneladas de mercancías cada año. Miami y Bogotá son los destinos con más vuelos.
La modernización de sus instalaciones, en el año 2006, debido al crecimiento del sector de los negocios y de las finanzas, desencadenó "una cultura de la corrupción", que todavía no ha sido atajada, señala un cable. "La policía y las autoridades de inmigración trabajan descoordinadamente, y no tienen el suficiente entrenamiento como para controlar el crecimiento del aeropuerto, y mucho menos los desafíos asociados al futuro incremento de viajeros".
Funcionarios de diferentes organismos de seguridad estadounidenses, entre ellos la agencia antidrogas (DEA), vigilan el funcionamiento del aeropuerto, especialmente el tráfico de personas, que consideran el problema más grave. La Embajada lamenta que los pasajeros puedan entrar en Tocumen en vuelos sin inspección de aduanas o de las autoridades migratorias y que sean libres para pasear por el área de las tiendas libres de impuestos a la espera de los vuelos de conexión. La legación cita fuentes propias para informar a Washington sobre el modo de operar de las mafias: los traficantes de personas se reúnen con las personas que les han pagado por sus servicios en el área de salidas de los vuelos de conexión y les entregan documentación fraudulenta.
"De esta manera es fácil para una persona salir de su país de origen y, vía Panamá, llegar a Estados Unidos, porque hasta entonces no han sido sometidos a ningún control. Una ruta muy común de los inmigrantes es Tocumen en ruta hacia México y desde allí su ilegal entrada por tierra en Estados Unidos, a través de su frontera sur", dice el cable.
El masivo flujo de dólares hacia EE UU, contrabandeados o declarados, es otra de las amenazas mencionadas por la legación estadounidense. "La DEA estima que una operación de cuatro personas, que incluyó a un primo del presidente [Ricardo] Martinelli, movió clandestinamente más de 30 millones de dólares". Los funcionarios de aduanas son sistemáticamente sobornados, según el cable, "para dejar entrar maletines llenos de efectivo, y no es nada raro que haya viajeros que declaren 250.000 dólares en efectivo". Además, suele ocurrir que la policía de aduanas informe a delincuentes comunes sobre las características de la persona que lleva encima tanto dinero para que los asalten y les entreguen parte del botín.
Según la Embajada, "el narcotráfico es un problema muy grave en la terminal de mercancías. La DEA ha observado un incremento de los alijos desde 200 hasta 300 kilos. Tales cantidades son imposibles de mover sin la complicidad de la policía, aduanas y empleados de las compañías aéreas de mercancías".
Madrid, El País
El aeropuerto de Panamá, eje fundamental del tráfico de personas y mercancías entre América Latina y Estados Unidos, está penetrado por el sórdido negocio del contrabando de personas, el blanqueo de capitales, el narcotráfico y la corrupción a gran escala, según informes de la Embajada estadounidense en la capital centroamericana filtrados a Wikileaks y a los que ha tenido acceso EL PAÍS. El "explosivo crecimiento" del delito en la terminal de Tocumen alarma a Estados Unidos, porque el país del canal interoceánico es un centro financiero de primer orden, su zona franca capta enormes cantidades de dinero y, fundamentalmente, porque Panamá es un socio estratégico de Washington.
"Las diferentes agencias de Estados Unidos y esta Embajada han invertido importantes recursos en el aeropuerto y mantenemos buenas relaciones con las autoridades panameñas, pero Panamá carece de una estrategia para acometer los problemas del aeropuerto", señala un cable firmado por la embajadora Barbara Stephenson.
El aeropuerto de la capital panameña es el más importante de Centroamérica y crucial en el tráfico entre el norte y el sur de América, con el paso de más de cinco millones de pasajeros y cerca de 100.000 toneladas de mercancías cada año. Miami y Bogotá son los destinos con más vuelos.
La modernización de sus instalaciones, en el año 2006, debido al crecimiento del sector de los negocios y de las finanzas, desencadenó "una cultura de la corrupción", que todavía no ha sido atajada, señala un cable. "La policía y las autoridades de inmigración trabajan descoordinadamente, y no tienen el suficiente entrenamiento como para controlar el crecimiento del aeropuerto, y mucho menos los desafíos asociados al futuro incremento de viajeros".
Funcionarios de diferentes organismos de seguridad estadounidenses, entre ellos la agencia antidrogas (DEA), vigilan el funcionamiento del aeropuerto, especialmente el tráfico de personas, que consideran el problema más grave. La Embajada lamenta que los pasajeros puedan entrar en Tocumen en vuelos sin inspección de aduanas o de las autoridades migratorias y que sean libres para pasear por el área de las tiendas libres de impuestos a la espera de los vuelos de conexión. La legación cita fuentes propias para informar a Washington sobre el modo de operar de las mafias: los traficantes de personas se reúnen con las personas que les han pagado por sus servicios en el área de salidas de los vuelos de conexión y les entregan documentación fraudulenta.
"De esta manera es fácil para una persona salir de su país de origen y, vía Panamá, llegar a Estados Unidos, porque hasta entonces no han sido sometidos a ningún control. Una ruta muy común de los inmigrantes es Tocumen en ruta hacia México y desde allí su ilegal entrada por tierra en Estados Unidos, a través de su frontera sur", dice el cable.
El masivo flujo de dólares hacia EE UU, contrabandeados o declarados, es otra de las amenazas mencionadas por la legación estadounidense. "La DEA estima que una operación de cuatro personas, que incluyó a un primo del presidente [Ricardo] Martinelli, movió clandestinamente más de 30 millones de dólares". Los funcionarios de aduanas son sistemáticamente sobornados, según el cable, "para dejar entrar maletines llenos de efectivo, y no es nada raro que haya viajeros que declaren 250.000 dólares en efectivo". Además, suele ocurrir que la policía de aduanas informe a delincuentes comunes sobre las características de la persona que lleva encima tanto dinero para que los asalten y les entreguen parte del botín.
Según la Embajada, "el narcotráfico es un problema muy grave en la terminal de mercancías. La DEA ha observado un incremento de los alijos desde 200 hasta 300 kilos. Tales cantidades son imposibles de mover sin la complicidad de la policía, aduanas y empleados de las compañías aéreas de mercancías".