El presidente de Yemen acepta el plan para dejar el poder a cambio de inmunidad
Saleh acepta la propuesta de los países del Golfo y saldrá del cargo en 30 días.- La oposición se niega a participar en un Gobierno de unidad nacional
Saná, El País
El presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, y los partidos opositores que desde hace tres meses exigían que dimitiera, aceptaron este sábado la iniciativa de los países vecinos para poner fin a la crisis. El ministro de Exteriores, Abu Baker al Qirbi, entregó en Abu Dhabi la respuesta positiva de Saleh al plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), según fuentes diplomáticas. De acuerdo con él, el mandatario entregará el poder a su vicepresidente en un plazo máximo de 30 días desde que firme el acuerdo con la oposición y tendrá inmunidad procesal.
"El Congreso General del Pueblo ha informado a los ministros del CCG de que acepta su iniciativa en su totalidad", confirmó en Saná un portavoz del partido gubernamental, Tariq Shami, citado por Reuters. Aunque la respuesta la haya dado el partido, resulta inconcebible que no cuente con el visto bueno del presidente.
Casi al mismo tiempo que hacía pública la respuesta de Saleh, el Foro Común, el paraguas que engloba a los principales grupos de oposición, reafirmaba su aprobación del plan, aunque rechazaba participar en un Gobierno de unidad nacional.
"La oposición aprueba la iniciativa [del CCG] exceptuando la formación de un Gobierno de unidad nacional", declaró Yasin Noman, secretario general del Partido Socialista y presidente de turno del Foro Común. Poco antes un portavoz había explicado que no podían "prestar juramento ante Saleh y a servir bajo su autoridad". Hasta ahora, los opositores pedían la dimisión inmediata del presidente y habían rechazado frontalmente las garantías de impunidad para él y su familia.
Noman acababa de reunirse con varios embajadores europeos que, al igual que el estadounidense, han presionado a ambas partes para que alcancen un acuerdo y eviten que el país se precipite en el caos. "Ahora hay que esperar que lleven a la práctica su compromiso", señalaba uno de esos diplomáticos exhausto tras días de negociaciones.
Nada más conocerse la noticia, EEUU instó a Saleh a iniciar la transición de forma inmediata. "Los plazos y la forma deben decidirse por consenso y comenzar de inmediato", manifestó Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado de prensa.
Elecciones en tres meses
El plan del CCG, basado en un documento elaborado inicialmente por la Embajada norteamericana en Saná y conocido como 30+60, prevé que en el plazo máximo de 30 días el Parlamento apruebe la ley de inmunidad y Saleh entregue el poder a su vicepresidente. A continuación debería formarse un Gobierno de unidad nacional y convocarse elecciones presidenciales, antes de 60 días por mandato constitucional.
Saleh, que lleva 32 de sus 69 años al frente de Yemen, ya dijo el viernes aprobaba al plan y que iba a cooperar "de forma positiva dentro del marco de la Constitución". Esa advertencia despertó el temor de los opositores a que el presidente preparaba alguna triquiñuela. Este mismo sábado arremetió contra sus adversarios políticos acusándoles de "querer llevar el país a una guerra civil" e insistió en que el país "no va a aceptar ningún tipo de tutelaje".
Pero la situación del país empezaba a ser insostenible. Aunque la huelga general de este sábado tuvo un seguimiento desigual, tres meses después de que se iniciaran las protestas, el país está paralizado, los ministerios no funcionan y empieza a haber problemas de abastecimiento (sobre todo del gas de cocina).
"La gente quiere volver a la normalidad cuanto antes", manifestaba un residente en Saná.
Además, con la mayoría de las unidades del Ejército concentradas en la capital y en Adén, varias provincias han visto como grupos cercanos a Al Qaeda aprovechaban la situación para hacerse fuertes. La inseguridad ha llevado a varias compañías internacionales a sacar a su personal internacional, lo que ha perjudicado a la producción de petróleo, la principal fuente de ingresos del país.
Saná, El País
El presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, y los partidos opositores que desde hace tres meses exigían que dimitiera, aceptaron este sábado la iniciativa de los países vecinos para poner fin a la crisis. El ministro de Exteriores, Abu Baker al Qirbi, entregó en Abu Dhabi la respuesta positiva de Saleh al plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), según fuentes diplomáticas. De acuerdo con él, el mandatario entregará el poder a su vicepresidente en un plazo máximo de 30 días desde que firme el acuerdo con la oposición y tendrá inmunidad procesal.
"El Congreso General del Pueblo ha informado a los ministros del CCG de que acepta su iniciativa en su totalidad", confirmó en Saná un portavoz del partido gubernamental, Tariq Shami, citado por Reuters. Aunque la respuesta la haya dado el partido, resulta inconcebible que no cuente con el visto bueno del presidente.
Casi al mismo tiempo que hacía pública la respuesta de Saleh, el Foro Común, el paraguas que engloba a los principales grupos de oposición, reafirmaba su aprobación del plan, aunque rechazaba participar en un Gobierno de unidad nacional.
"La oposición aprueba la iniciativa [del CCG] exceptuando la formación de un Gobierno de unidad nacional", declaró Yasin Noman, secretario general del Partido Socialista y presidente de turno del Foro Común. Poco antes un portavoz había explicado que no podían "prestar juramento ante Saleh y a servir bajo su autoridad". Hasta ahora, los opositores pedían la dimisión inmediata del presidente y habían rechazado frontalmente las garantías de impunidad para él y su familia.
Noman acababa de reunirse con varios embajadores europeos que, al igual que el estadounidense, han presionado a ambas partes para que alcancen un acuerdo y eviten que el país se precipite en el caos. "Ahora hay que esperar que lleven a la práctica su compromiso", señalaba uno de esos diplomáticos exhausto tras días de negociaciones.
Nada más conocerse la noticia, EEUU instó a Saleh a iniciar la transición de forma inmediata. "Los plazos y la forma deben decidirse por consenso y comenzar de inmediato", manifestó Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado de prensa.
Elecciones en tres meses
El plan del CCG, basado en un documento elaborado inicialmente por la Embajada norteamericana en Saná y conocido como 30+60, prevé que en el plazo máximo de 30 días el Parlamento apruebe la ley de inmunidad y Saleh entregue el poder a su vicepresidente. A continuación debería formarse un Gobierno de unidad nacional y convocarse elecciones presidenciales, antes de 60 días por mandato constitucional.
Saleh, que lleva 32 de sus 69 años al frente de Yemen, ya dijo el viernes aprobaba al plan y que iba a cooperar "de forma positiva dentro del marco de la Constitución". Esa advertencia despertó el temor de los opositores a que el presidente preparaba alguna triquiñuela. Este mismo sábado arremetió contra sus adversarios políticos acusándoles de "querer llevar el país a una guerra civil" e insistió en que el país "no va a aceptar ningún tipo de tutelaje".
Pero la situación del país empezaba a ser insostenible. Aunque la huelga general de este sábado tuvo un seguimiento desigual, tres meses después de que se iniciaran las protestas, el país está paralizado, los ministerios no funcionan y empieza a haber problemas de abastecimiento (sobre todo del gas de cocina).
"La gente quiere volver a la normalidad cuanto antes", manifestaba un residente en Saná.
Además, con la mayoría de las unidades del Ejército concentradas en la capital y en Adén, varias provincias han visto como grupos cercanos a Al Qaeda aprovechaban la situación para hacerse fuertes. La inseguridad ha llevado a varias compañías internacionales a sacar a su personal internacional, lo que ha perjudicado a la producción de petróleo, la principal fuente de ingresos del país.