El presidente de Burkina Faso se enfrenta a un motín militar

Uagadugu, Agencias
El jefe de Estado burkinés Blaise Compaoré, en el poder desde hace 24 años y blanco desde febrero de movimientos de protesta, enfrentó el jueves y el viernes un motín de su propia guardia presidencial, que se extendió a otros soldados.

El motín provocó la disolución del gobierno dirigido por el primer ministro Tertius Zongo, y el cese del jefe del Estado Mayor, el general Dominique Djindjéré, remplazado por el coronel Honoré Nabéré Traoré.

El amotinamiento se inició el jueves por la noche en dos cuarteles de la capital, uno de ellos en la residencia de Compaoré, en Uagadugú. El presidente tuvo que irse unas horas a Ziniaré, su ciudad de origen, a unos 30 km al norte, antes de regresar a su palacio el viernes por la mañana.

Decenas de soldados de la guardia presidencial salieron a las calles, disparando al aire, y saquearon numerosos comercios céntricos. También incendiaron la casa del general Gilbert Diendieré, jefe del Estado Mayor particular de Blaise Compaoré, así como las de otros oficiales, constató un periodista de la AFP.

Varios civiles resultaron "levemente heridos" durante el saqueo del domicilio de uno de los oficiales, según una fuente militar.

El motín se extendió el viernes por la mañana a otros tres cuarteles de Uagadugú: el campamento Guillaume Ouedraogo, uno de los más importantes de la ciudad, el Sangoulé Lamizana y el "11-78".

"Reivindicamos muchas cosas", afirmó bajo anonimato a la AFP uno de los amotinados, citando "las primas de vivienda" y alimentarias. "Estamos molestos con la comandancia. No podemos trabajar para que se enriquezcan", agregó.

"Desde esta mañana tienen su dinero, todo el mundo lo ha recibido", afirmó un oficial, que pidió el anonimato, sin precisar la suma y el número de soldados que percibieron la prima.

Los disparos con armas pesadas y ligeras, que se escucharon en distintos puntos de Uagadugú desde que comenzó el motín el jueves por la noche, habían terminado el viernes por la tarde, comprobó un periodista de la AFP.

La mayoría de los servicios públicos, muchas empresas privadas (bancos, aseguradoras, etc) y las gasolineras estaban cerrados en Uagadugú, donde la circulación era menos densa que de costumbre. En la calle, algunos militares armados se apoderaron de vehículos civiles, en especial camionetas, constató la AFP.

A esta revuelta le precedió otra en marzo, cuando militares furiosos protestaron contra la condena y encarcelamiento de algunos de sus camaradas acusados de violaciones y otros delitos.

En aquella ocasión se adueñaron de armas de guerra en las guarniciones de varias ciudades, entre ellas Uagadugú, dispararon al aire en las calles, saquearon tiendas y liberaron a algunos de sus colegas presos.

El presidente Compaoré se reunió entonces con todos los estamentos de su ejército, desde soldados rasos a generales, y luego anunció el "fin de la crisis".

Antes de las protestas militares, su régimen se había visto afectado por movimientos juveniles, luego de la muerte en Kudugu (centro) de un estudiante de 23 años, Justin Zongo, en circunstancias poco claras.

Los padres y amigos del difunto dijeron que había fallecido a causa de la violencia policial durante la detención. Las autoridades dicen que murió de meningitis.

La muerte de Justin Zongo provocó violentas manifestaciones en todo el país, que causaron seis muertos en Kudugu y alrededores.

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