El exportavoz de WikiLeaks dice que Assange es un "paranoico" que se cree James Bond
Madrid, Agencias
El exportavoz de WikiLeaks Daniel Domscheit-Berg aseguró hoy a Efe que el fundador de la web, el australiano Julian Assange, es un hombre "paranoico" que se ha fabricado una "imagen de James Bond" que huye continuamente del peligro.
Hasta hace poco, el alemán Domscheit-Berg fue la mano derecha de Assange en el portal de Internet, que ha alcanzado fama mundial con la filtración de información clasificada sobre gobiernos, empresas y organizaciones y su lucha por ejercer y mantener el poder.
Sin embargo, el informático germano abandonó el pasado septiembre WikiLeaks, donde trabajó como portavoz dos años y medio bajo el seudónimo de Daniel "Schmitt" (el nombre de su gato), por discrepancias con Assange, a quien acusa de traicionar los ideales de transparencia que inspiraron el nacimiento del portal.
Domscheit-Berg presentó hoy en Madrid el libro "Dentro de WikiLeaks", que revela el lado más oscuro de Assange, quien llegó a ser su "mejor amigo" en "la web más peligrosa del mundo", donde vivió los "años más intensos" de su vida.
En una entrevista con Efe, el exportavoz aclaró que la obra "es una historia personal, no una venganza" contra Assange, a quien conoció en Berlín en un congreso de piratas informáticos celebrado en diciembre de 2007, una época en la que no eran más que "un par de jóvenes pálidos obsesionados por la informática".
Nacido en 1978, el antiguo colaborador de WikiLeaks recuerda, con más nostalgia que resentimiento, sus primeros tiempos con Assange, cuando "no había jerarquía y existía un equilibrio entre dos personas que trabajaban juntas", pero "eso ha cambiado".
Cuando el portal se convirtió en "algo tan grande y popular", el periodista australiano creó "una jerarquía en la que él es intocable", una especie de "culto" religioso en torno a un líder que "usa mucho el miedo y la ira" como arma contra sus críticos.
El exportavoz va más lejos y señala que, para captar donaciones, Assange ha construido "esa imagen de que le persiguen en todos sitios, de James Bond que está continuamente huyendo y que es la única persona que desafía a los grandes poderes. Y no es verdad".
"Conozco muchas situaciones en las que eso no era más que propaganda", precisó Domscheit-Berg.
Como ejemplo de ese afán persecutorio, el informático recuerda con una risa agridulce que, cuando dejó WikiLeaks, "Julian" intentó desacreditarle y "dijo a un periódico alemán que no podía descartar que me pagara el FBI (Oficina Federal de Investigaciones de EEUU)".
Además, Assange ha pasado de ser un adalid de la transparencia y la libertad a tornarse en "una estrella de pop" y "un salvador del mundo, alguien con una misión".
También advierte el exportavoz de que "a Julian no le importa mucho proteger a las fuentes" y "es realmente descuidado con el uso del material" que proporcionan los informantes a WikiLeaks, lo que "puede poner a las fuentes en peligro".
Cabe preguntarse si Assange podría tener alguna sorpresa para el futuro, ya que Domscheit-Berg se ha llevado "alrededor de 3.500 documentos" de WikiLeaks que no contienen "nada interesante", aunque de momento están guardados "en dos o tres lugares independientes".
Uno de los grandes enigmas de la web es su fuente de financiación, pero el informático alemán tampoco parece saber mucho: "Es la misma pregunta que me hago yo. Nadie lo sabe", admite el ex colaborador, quien percibe en ese secretismo "una contradicción" con "un proyecto que promueve la transparencia".
Convencido de que WikiLeaks "no tiene mucho futuro porque se limita a sí misma", el técnico germano ha creado su propia web, OpenLeaks, que tiene una filosofía similar, presta más atención a la protección de las fuentes y se limita a pasar información a medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales de prestigio.
Preguntado si, con su creciente fama y la publicidad de su libro, corre el riesgo de convertirse en un nuevo Julian Assange, Daniel Domscheit-Berg responde: "Hay una diferencia. Yo no miento para estar en las noticias y no necesito ser noticia para ser feliz".
El exportavoz de WikiLeaks Daniel Domscheit-Berg aseguró hoy a Efe que el fundador de la web, el australiano Julian Assange, es un hombre "paranoico" que se ha fabricado una "imagen de James Bond" que huye continuamente del peligro.
Hasta hace poco, el alemán Domscheit-Berg fue la mano derecha de Assange en el portal de Internet, que ha alcanzado fama mundial con la filtración de información clasificada sobre gobiernos, empresas y organizaciones y su lucha por ejercer y mantener el poder.
Sin embargo, el informático germano abandonó el pasado septiembre WikiLeaks, donde trabajó como portavoz dos años y medio bajo el seudónimo de Daniel "Schmitt" (el nombre de su gato), por discrepancias con Assange, a quien acusa de traicionar los ideales de transparencia que inspiraron el nacimiento del portal.
Domscheit-Berg presentó hoy en Madrid el libro "Dentro de WikiLeaks", que revela el lado más oscuro de Assange, quien llegó a ser su "mejor amigo" en "la web más peligrosa del mundo", donde vivió los "años más intensos" de su vida.
En una entrevista con Efe, el exportavoz aclaró que la obra "es una historia personal, no una venganza" contra Assange, a quien conoció en Berlín en un congreso de piratas informáticos celebrado en diciembre de 2007, una época en la que no eran más que "un par de jóvenes pálidos obsesionados por la informática".
Nacido en 1978, el antiguo colaborador de WikiLeaks recuerda, con más nostalgia que resentimiento, sus primeros tiempos con Assange, cuando "no había jerarquía y existía un equilibrio entre dos personas que trabajaban juntas", pero "eso ha cambiado".
Cuando el portal se convirtió en "algo tan grande y popular", el periodista australiano creó "una jerarquía en la que él es intocable", una especie de "culto" religioso en torno a un líder que "usa mucho el miedo y la ira" como arma contra sus críticos.
El exportavoz va más lejos y señala que, para captar donaciones, Assange ha construido "esa imagen de que le persiguen en todos sitios, de James Bond que está continuamente huyendo y que es la única persona que desafía a los grandes poderes. Y no es verdad".
"Conozco muchas situaciones en las que eso no era más que propaganda", precisó Domscheit-Berg.
Como ejemplo de ese afán persecutorio, el informático recuerda con una risa agridulce que, cuando dejó WikiLeaks, "Julian" intentó desacreditarle y "dijo a un periódico alemán que no podía descartar que me pagara el FBI (Oficina Federal de Investigaciones de EEUU)".
Además, Assange ha pasado de ser un adalid de la transparencia y la libertad a tornarse en "una estrella de pop" y "un salvador del mundo, alguien con una misión".
También advierte el exportavoz de que "a Julian no le importa mucho proteger a las fuentes" y "es realmente descuidado con el uso del material" que proporcionan los informantes a WikiLeaks, lo que "puede poner a las fuentes en peligro".
Cabe preguntarse si Assange podría tener alguna sorpresa para el futuro, ya que Domscheit-Berg se ha llevado "alrededor de 3.500 documentos" de WikiLeaks que no contienen "nada interesante", aunque de momento están guardados "en dos o tres lugares independientes".
Uno de los grandes enigmas de la web es su fuente de financiación, pero el informático alemán tampoco parece saber mucho: "Es la misma pregunta que me hago yo. Nadie lo sabe", admite el ex colaborador, quien percibe en ese secretismo "una contradicción" con "un proyecto que promueve la transparencia".
Convencido de que WikiLeaks "no tiene mucho futuro porque se limita a sí misma", el técnico germano ha creado su propia web, OpenLeaks, que tiene una filosofía similar, presta más atención a la protección de las fuentes y se limita a pasar información a medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales de prestigio.
Preguntado si, con su creciente fama y la publicidad de su libro, corre el riesgo de convertirse en un nuevo Julian Assange, Daniel Domscheit-Berg responde: "Hay una diferencia. Yo no miento para estar en las noticias y no necesito ser noticia para ser feliz".