EEUU: Pruebas de ADN vinculan casos de lepra con armadillos
Con algunas investigaciones genéticas, los científicos han señalado a un posible culpable de la propagación de la lepra en el sur de Estados Unidos: el armadillo de nueve bandas.
Las pruebas de ADN muestran una coincidencia en la cepa de la lepra de algunos pacientes y estas criaturas de aspecto prehistórico, una conexión que los científicos sospechaban, pero hasta ahora no habían podido determinar.
"Ahora tenemos el vínculo", dijo James Krahenbuhl, quien dirige un programa gubernamental sobre la lepra que condujo el nuevo estudio.
Sólo unos 150 casos de lepra se producen cada año en Estados Unidos, sobre todo entre los viajeros a lugares como India, Brasil y Angola, donde es más común. El riesgo de contraer la lepra de un armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus) es bajo porque la mayoría de las personas que se exponen no se enferman con el antiguo flagelo, conocido médicamente como enfermedad de Hansen, y que ahora se puede tratar fácilmente.
Los armadillos son uno de los pocos mamíferos que albergan la bacteria que causa la enfermedad, que se manifiesta en un primer momento como una lesión abultada en la piel y a veces puede llegar a desfigurar.
Los investigadores de los Programas Nacionales de la Enfermedad de Hansen en Baton Rouge, Louisiana, dirigieron a un equipo internacional de científicos que publicó sus hallazgos en la edición del jueves del New England Journal of Medicine. Los científicos piensan que se requiere tocar frecuentemente a los armadillos o comer su carne para que la lepra se propague.
Los científicos tomaron muestras de ADN de 33 armadillos salvajes en Arkansas, Alabama, Louisiana, Misisipí y Texas. También tomaron biopsias de piel de 50 pacientes con lepra atendidos en una clínica de Baton Rouge. Tres cuartas partes nunca habían tenido una exposición exterior, pero vivían en estados del sur, donde podrían haber estado expuestos a los armadillos.
Un análisis encontró que las muestras de pacientes y armadillos eran genéticamente similares entre sí y eran diferentes de las cepas de lepra que se encuentran en otras partes del mundo. La singular cepa se encontró en 28 armadillos y 25 pacientes.
De los 15 pacientes de los que los investigadores tenían información, siete dijeron que no tuvieron contacto con armadillos y ocho dijeron que sí, entre ellos uno que habitualmente los caza y se los come.
"Dejen a los animales tranquilos", aconsejó Richard Truman, investigador principal de los Programas Nacionales de la Enfermedad de Hansen.
Las pruebas de ADN muestran una coincidencia en la cepa de la lepra de algunos pacientes y estas criaturas de aspecto prehistórico, una conexión que los científicos sospechaban, pero hasta ahora no habían podido determinar.
"Ahora tenemos el vínculo", dijo James Krahenbuhl, quien dirige un programa gubernamental sobre la lepra que condujo el nuevo estudio.
Sólo unos 150 casos de lepra se producen cada año en Estados Unidos, sobre todo entre los viajeros a lugares como India, Brasil y Angola, donde es más común. El riesgo de contraer la lepra de un armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus) es bajo porque la mayoría de las personas que se exponen no se enferman con el antiguo flagelo, conocido médicamente como enfermedad de Hansen, y que ahora se puede tratar fácilmente.
Los armadillos son uno de los pocos mamíferos que albergan la bacteria que causa la enfermedad, que se manifiesta en un primer momento como una lesión abultada en la piel y a veces puede llegar a desfigurar.
Los investigadores de los Programas Nacionales de la Enfermedad de Hansen en Baton Rouge, Louisiana, dirigieron a un equipo internacional de científicos que publicó sus hallazgos en la edición del jueves del New England Journal of Medicine. Los científicos piensan que se requiere tocar frecuentemente a los armadillos o comer su carne para que la lepra se propague.
Los científicos tomaron muestras de ADN de 33 armadillos salvajes en Arkansas, Alabama, Louisiana, Misisipí y Texas. También tomaron biopsias de piel de 50 pacientes con lepra atendidos en una clínica de Baton Rouge. Tres cuartas partes nunca habían tenido una exposición exterior, pero vivían en estados del sur, donde podrían haber estado expuestos a los armadillos.
Un análisis encontró que las muestras de pacientes y armadillos eran genéticamente similares entre sí y eran diferentes de las cepas de lepra que se encuentran en otras partes del mundo. La singular cepa se encontró en 28 armadillos y 25 pacientes.
De los 15 pacientes de los que los investigadores tenían información, siete dijeron que no tuvieron contacto con armadillos y ocho dijeron que sí, entre ellos uno que habitualmente los caza y se los come.
"Dejen a los animales tranquilos", aconsejó Richard Truman, investigador principal de los Programas Nacionales de la Enfermedad de Hansen.