Costa de Marfil: un conflicto de meses parece acercarse a su fin

Redacción, BBC Mundo
Las fuerzas leales al hombre internacionalmente reconocido como el presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, tienen cercado al mandatario que se niega a dejar el poder.

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La crisis que envuelve a Costa de Marfil desde noviembre del año pasado parece estarse acercando a una resolución.

Las tropas leales al hombre que la comunidad internacional reconoce como el legítimo presidente electo del país africano, Alassane Ouattara, ya llegaron a la principal ciudad de Costa de Marfil, Abiyán, y en estos momentos están atacando la residencia fortificada del presidente aún en funciones, Laurent Gbagbo.

Según el corresponsal de la BBC, John James, estas parecen ser las últimas horas del gobierno de Gbabgo, en el poder desde 2000.

BBC Mundo le recuerda las claves del conflicto que durante casi cinco meses ha afectado al país que durante mucho tiempo fue ejemplo de estabilidad en el continente africano y que también es el principal productor mundial de cacao.

¿Por qué se pelea?

La respuesta es simple: por poder. Laurent Gbagbo no ha querido reconocer su derrota en la segunda vuelta de las elecciones celebradas en noviembre del año pasado, a pesar de que Naciones Unidas -que ayudó a organizar los comicios- dio por ganador a su rival, Alassane Ouattara.

Según Gbagbo, Francia -que tuvo a Costa de Marfil como una de sus colonias hasta 1958- está utilizando su influencia en la ONU para intentar deshacerse de él y proteger así sus intereses económicos, pero nadie le ha dado mayor credibilidad a esas acusaciones.

De hecho, varios analistas han destacado la unanimidad con que la comunidad internacional -incluyendo a la Unión Africana, la Unión Europea, Naciones Unidas y la Comunidad de Estados de África Occidental (Ecowas, por sus siglas en inglés)- se ha pronunciado a favor de Ouattara, exigiendo la salida del poder de Gbagbo e imponiendo sanciones en contra de su gobierno.

La Unión Africana incluso le dio hasta el 24 de marzo para que se fuera, pero el plazo se venció sin que ocurriera nada.

Varios días después, las fuerzas leales a Ouattara empezaron a movilizarse desde sus bases en el norte del país con dirección a Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil y el centro de poder de Gbabgo.


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