Una veintena de muertos tras una nueva jornada de protesta en Siria
Deraa, El País
Las revueltas contra el régimen sirio se extienden por el país, en un desafío al Gobierno de Bachar el Asad. Miles de manifestantes marcharon durante la mañana en la conflictiva ciudad de Deraa (sur), escenario principal desde hace varios días de la violenta represión policial contra las protestas, que este viernes se ha cobrado nuevas víctimas mortales. Las marchas pidiendo reformas democráticas, el fin de la corrupción y rechazando las muertes de decenas de ciudadanos se extendieron a otras ciudades como la capital, Damasco, o la simbólica Hama, donde en 1982 tuvo lugar una masacre de miles de civiles a manos de las fuerzas de seguridad sirias, entonces bajo el mando del padre del actual presidente, Hafez el Asad. El Gobierno se ha justificado asegurando que los opositores contra los que ha abierto fuego iban armados, mientras EE UU, a través del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carner, ha condenado "enérgicamente" los intentos de Damasco de "reprimir e intimidar a los manifestantes". El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido la "máxima contención" a las autoridades sirias" y Amnistía Internacional ha denunciado la muerte de al menos 55 personas, sin contar los sucesos registrados en las últimas protestas.
En un nuevo viernes de tensión, las fuerzas de seguridad han vuelto a abrir fuego contra los manifestantes en varias ciudades. El mayor número de víctimas del que se tiene constancia se ha producido entre un grupo de personas que marchaba hacia Deraa. A 40 kilómetros de allí, en la localidad de Sanamein, han sido objeto de disparos y unas 17 personas han muerto, según ha contado un militante pro-derechos humanos a France Presse, cifra que la cadena Al Yazira a elevado a 20. Horas después, una fuente que ha pedido el anonimato, citada por la agencia francesa como un "alto responsable sirio", ha reconocido que las fuerzas del orden habían matado a 10 personas. Durante la rueda de prensa del jueves, en la que se anunciaron algunas reformas, la portavoz gubernamental Buthaina Shaaban aseguró que "el presidente no quiere que se derrame ni una gota de sangre". El viernes por la tarde, el Ministerio de Información sirio ha asegurado en un comunicado que los manifestantes iban armados y que abrieron fuego en primer lugar.
En Deraa, los manifestantes se han reunido para asistir a los funerales de los fallecidos durante las protestas antigubernamentales de esta semana, reprimidas a tiros por las fuerzas de seguridad de El Asad. Como en días anteriores, pasadas unas horas también se han escuchado disparos y, acto seguido, se ha visto a numerosas personas intentado huir de la plaza donde se celebra la manifestación, según han contado testigos a Reuters. Al parecer, los tiros se han producido cuando un grupo de jóvenes ha intentado quemar una estatua de Hafez el Asad. Testigos de los hechos han contado a Al Yazira que se trataba de fuego real y que ha dejado varios heridos. "Estamos intentando verificar si hay un muerto", ha dicho una corresponsal de la cadena catarí en Damasco.
Los activistas de la oposición en Deraa han llamado a la población a manifestarse en todas las ciudades del país tras la oración del viernes. La propuesta ha encontrado eco en Damasco, donde la policía ha cargado contra unos 200 manifestantes que habían iniciado una marcha de apoyo a las protestas de Deraa. Residentes en la ciudad han contado a Reuters que los opositores se han enfrentado con un desfile de coches de partidarios de El Asad cuando las fuerzas de seguridad han intervenido. Decenas de personas han sido arrestadas en la capital siria, donde decenas de partidarios del Gobierno han cercado la sede de Al Yazira y amenazan con entrar en ella e incendiarla, según ha informado la propia cadena, que ha mostrado la concentración en directo. También se han registrado manifestaciones en otras poblaciones del sur del país como Daael, Chaikh Maaskine o At-Tall.
Hama vuelve a protestar
A primera hora de la tarde, centenares de ciudadanos exigían libertad también en Hama, coreando consignas de apoyo a la protesta de Deraa, según informa Reuters. Una protesta con una fuerte carga simbólica porque en esta localidad del centro de Siria, la cuarta en población del país, ocurrió en 1982 una de las mayores matanzas del régimen baazista. Hafez el Asad, padre del actual presidente, mandó al Ejército para aplastar una revuelta iniciada por los Hermanos musulmanes.
Pero en esta ocasión es Deraa la que se ha convertido en el centro del fuerte desafío popular al régimen sirio. Los activistas se reunieron por la mañana ante la mezquita de Omari, la mayor de esa ciudad de la frontera con Jordania, para acudir al funeral de los fallecidos en lo últimos días durante los enfrentamientos. Desde allí iniciaron una gran marcha para exigir reformas, entre ellas la abolición de la ley de emergencia vigente desde hace 48 años. Espoleados por la muerte de decenas de personas durante la sangrienta represiónavanzaron hacia la plaza mayor de la ciudad. La marcha también clamó contra el hermano del presidente, Maher al-Assad, jefe de la Guardia Republicana. "Maher, cobarde. Envía tus tropas para liberar el Golán [en referencia al territorio de los Altos del Golán, ocupado por Israel desde la guerra de 1967]", coreaban miles de manifestantes tras el funeral de cinco de los muertos por los disparos de los cuerpos de seguridad sirios. Los partidarios del presidente organizaron marchas alternativas para contrarrestar la indignación que se ha apoderado de la ciudad tras un baño de sangre que ha conmocionado a numerosos ciudadanos.
La organización Amnistía Internacional ha asegurado que al menos 55 personas han muerto en la represión de las protestas desde el inicio de las mismas. Los datos provienen de "contactos y organizaciones creíbles", según ha explicado la ONG en un comunicado, y no contemplan a las víctimas mortales que se hayan producido en este Viernes de dignidad.
Convocatorias en internet, sin éxito
Los alminares de Deraa han resonado con las llamadas de los imames para asistir a los funerales. La mayoría murieron cuando las fuerzas de seguridad dispararon el pasado miércoles contra los manifestantes en la ciudad, de mayoría suní. Pronto la indignación se difundió a través de las redes sociales en internet. Una página de Facebook llamada Syrian Revolution (Revolución Siria) convocó a reunirse este viernes en un Viernes de dignidad, tras los rezos, en "todas las mezquitas, en todas las provincias, en las plazas más grandes". Pero convocatorias como estas se han sucedido durante los últimos meses y ninguna ha logrado organizar marchas que amenacen el yugo de Asad, que sucedió a su padre, Hafez el-Asad, hace 11 años. Ambos pertenecen a un partido, el Baaz, que gobierna Siria desde 1963 (actualmente forma parte de una coalición con otros partido legales, mientras que la mayoría de la oposición no tiene reconocimiento legal).
El presidente prometió el jueves que se iban a iniciar reformas para garantizar mayores libertades, en un intento de aplacar la revuelta, que se inspira en los levantamientos a lo largo del mundo árabe que ya han derrocado los regímenes de Túnez y Egipto. A pesar de las promesas de El Asad, que incluían el proyecto de evaluar una posible cancelación de la ley de emergencia y una oferta para elevar los sueldos de los funcionarios, miles de sirios han vuelto a salir a la calle para corear consignas como "libertad" y "revolución".
Las revueltas contra el régimen sirio se extienden por el país, en un desafío al Gobierno de Bachar el Asad. Miles de manifestantes marcharon durante la mañana en la conflictiva ciudad de Deraa (sur), escenario principal desde hace varios días de la violenta represión policial contra las protestas, que este viernes se ha cobrado nuevas víctimas mortales. Las marchas pidiendo reformas democráticas, el fin de la corrupción y rechazando las muertes de decenas de ciudadanos se extendieron a otras ciudades como la capital, Damasco, o la simbólica Hama, donde en 1982 tuvo lugar una masacre de miles de civiles a manos de las fuerzas de seguridad sirias, entonces bajo el mando del padre del actual presidente, Hafez el Asad. El Gobierno se ha justificado asegurando que los opositores contra los que ha abierto fuego iban armados, mientras EE UU, a través del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carner, ha condenado "enérgicamente" los intentos de Damasco de "reprimir e intimidar a los manifestantes". El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido la "máxima contención" a las autoridades sirias" y Amnistía Internacional ha denunciado la muerte de al menos 55 personas, sin contar los sucesos registrados en las últimas protestas.
En un nuevo viernes de tensión, las fuerzas de seguridad han vuelto a abrir fuego contra los manifestantes en varias ciudades. El mayor número de víctimas del que se tiene constancia se ha producido entre un grupo de personas que marchaba hacia Deraa. A 40 kilómetros de allí, en la localidad de Sanamein, han sido objeto de disparos y unas 17 personas han muerto, según ha contado un militante pro-derechos humanos a France Presse, cifra que la cadena Al Yazira a elevado a 20. Horas después, una fuente que ha pedido el anonimato, citada por la agencia francesa como un "alto responsable sirio", ha reconocido que las fuerzas del orden habían matado a 10 personas. Durante la rueda de prensa del jueves, en la que se anunciaron algunas reformas, la portavoz gubernamental Buthaina Shaaban aseguró que "el presidente no quiere que se derrame ni una gota de sangre". El viernes por la tarde, el Ministerio de Información sirio ha asegurado en un comunicado que los manifestantes iban armados y que abrieron fuego en primer lugar.
En Deraa, los manifestantes se han reunido para asistir a los funerales de los fallecidos durante las protestas antigubernamentales de esta semana, reprimidas a tiros por las fuerzas de seguridad de El Asad. Como en días anteriores, pasadas unas horas también se han escuchado disparos y, acto seguido, se ha visto a numerosas personas intentado huir de la plaza donde se celebra la manifestación, según han contado testigos a Reuters. Al parecer, los tiros se han producido cuando un grupo de jóvenes ha intentado quemar una estatua de Hafez el Asad. Testigos de los hechos han contado a Al Yazira que se trataba de fuego real y que ha dejado varios heridos. "Estamos intentando verificar si hay un muerto", ha dicho una corresponsal de la cadena catarí en Damasco.
Los activistas de la oposición en Deraa han llamado a la población a manifestarse en todas las ciudades del país tras la oración del viernes. La propuesta ha encontrado eco en Damasco, donde la policía ha cargado contra unos 200 manifestantes que habían iniciado una marcha de apoyo a las protestas de Deraa. Residentes en la ciudad han contado a Reuters que los opositores se han enfrentado con un desfile de coches de partidarios de El Asad cuando las fuerzas de seguridad han intervenido. Decenas de personas han sido arrestadas en la capital siria, donde decenas de partidarios del Gobierno han cercado la sede de Al Yazira y amenazan con entrar en ella e incendiarla, según ha informado la propia cadena, que ha mostrado la concentración en directo. También se han registrado manifestaciones en otras poblaciones del sur del país como Daael, Chaikh Maaskine o At-Tall.
Hama vuelve a protestar
A primera hora de la tarde, centenares de ciudadanos exigían libertad también en Hama, coreando consignas de apoyo a la protesta de Deraa, según informa Reuters. Una protesta con una fuerte carga simbólica porque en esta localidad del centro de Siria, la cuarta en población del país, ocurrió en 1982 una de las mayores matanzas del régimen baazista. Hafez el Asad, padre del actual presidente, mandó al Ejército para aplastar una revuelta iniciada por los Hermanos musulmanes.
Pero en esta ocasión es Deraa la que se ha convertido en el centro del fuerte desafío popular al régimen sirio. Los activistas se reunieron por la mañana ante la mezquita de Omari, la mayor de esa ciudad de la frontera con Jordania, para acudir al funeral de los fallecidos en lo últimos días durante los enfrentamientos. Desde allí iniciaron una gran marcha para exigir reformas, entre ellas la abolición de la ley de emergencia vigente desde hace 48 años. Espoleados por la muerte de decenas de personas durante la sangrienta represiónavanzaron hacia la plaza mayor de la ciudad. La marcha también clamó contra el hermano del presidente, Maher al-Assad, jefe de la Guardia Republicana. "Maher, cobarde. Envía tus tropas para liberar el Golán [en referencia al territorio de los Altos del Golán, ocupado por Israel desde la guerra de 1967]", coreaban miles de manifestantes tras el funeral de cinco de los muertos por los disparos de los cuerpos de seguridad sirios. Los partidarios del presidente organizaron marchas alternativas para contrarrestar la indignación que se ha apoderado de la ciudad tras un baño de sangre que ha conmocionado a numerosos ciudadanos.
La organización Amnistía Internacional ha asegurado que al menos 55 personas han muerto en la represión de las protestas desde el inicio de las mismas. Los datos provienen de "contactos y organizaciones creíbles", según ha explicado la ONG en un comunicado, y no contemplan a las víctimas mortales que se hayan producido en este Viernes de dignidad.
Convocatorias en internet, sin éxito
Los alminares de Deraa han resonado con las llamadas de los imames para asistir a los funerales. La mayoría murieron cuando las fuerzas de seguridad dispararon el pasado miércoles contra los manifestantes en la ciudad, de mayoría suní. Pronto la indignación se difundió a través de las redes sociales en internet. Una página de Facebook llamada Syrian Revolution (Revolución Siria) convocó a reunirse este viernes en un Viernes de dignidad, tras los rezos, en "todas las mezquitas, en todas las provincias, en las plazas más grandes". Pero convocatorias como estas se han sucedido durante los últimos meses y ninguna ha logrado organizar marchas que amenacen el yugo de Asad, que sucedió a su padre, Hafez el-Asad, hace 11 años. Ambos pertenecen a un partido, el Baaz, que gobierna Siria desde 1963 (actualmente forma parte de una coalición con otros partido legales, mientras que la mayoría de la oposición no tiene reconocimiento legal).
El presidente prometió el jueves que se iban a iniciar reformas para garantizar mayores libertades, en un intento de aplacar la revuelta, que se inspira en los levantamientos a lo largo del mundo árabe que ya han derrocado los regímenes de Túnez y Egipto. A pesar de las promesas de El Asad, que incluían el proyecto de evaluar una posible cancelación de la ley de emergencia y una oferta para elevar los sueldos de los funcionarios, miles de sirios han vuelto a salir a la calle para corear consignas como "libertad" y "revolución".