Se aceleran las labores de rescate gracias a la buena marcha de la limpieza de escombros
Tokio, Agencias
Los responsables de las tareas de rescate aseguran que se ha acelerado la búsqueda de las víctimas del terremoto y el tsunami gracias a la buena marcha de las labores de desescombro, a siete días de que sucediera la tragedia.
Sin embargo, lamentan que la escasez de combustible supone un obstáculo en la distribución de ayuda a los supervivientes y en el uso de maquinaria pesada y aparatos de calefacción, precisamente cuando en muchas zonas se registran temperaturas negativas.
Las autoridades de respuesta a desastres estiman que más de 100.000 edificios quedaron dañados o completamente destruidos. La Policía dice que 380.000 personas han acudido a los refugios. Más de 4.000 han muerto, pero esta cifra ascenderá dado el elevado número de desaparecidos.
En Rikuzentakata (prefectura de Iwate) los avances en el desescombro han permitido que las Fuerzas de Autodefensa (fuerzas militares niponas) abran vías para permitir el acceso de los rescatadores a amplios territorios, antes inexpugnables. Esta ciudad costera quedó devastada por la catástrofe.
"Había algunas zonas a las que no podíamos entrar, pero ahora podemos ir a cualquier sitio en coche", relata el alcalde, Futoshi Toba. "Necesitamos combustibles para calentar, activar la maquinaria pesada y repartir los bienes de ayuda a los refugios, pero nos enfrentamos a dificultades", ha matizado el edil.
El frío no hace sino complicar los trabajos, y la Agencia Meteorológica de Japón prevé que hasta el viernes por la mañana (madrugada en España) las temperaturas se mantendrán bajo cero en muchas regiones.
Por su parte, el Gobierno de la prefectura de Miyagi casi ha completado el estudio realizado desde el aire sobre las regiones aisladas, y comenzará a distribuir ayuda a estas zonas mediante helicópteros.
El alcalde de Ishinomaki, Hiroshi Kameyama, cree que en esta ciudad de 160.000 habitantes hay en torno a 10.000 desaparecidos. Mientras, en la cercana Ofunato el jueves abrieron los centros educativos por primera vez desde el viernes, informa la agencia Kiodo.
Los responsables de las tareas de rescate aseguran que se ha acelerado la búsqueda de las víctimas del terremoto y el tsunami gracias a la buena marcha de las labores de desescombro, a siete días de que sucediera la tragedia.
Sin embargo, lamentan que la escasez de combustible supone un obstáculo en la distribución de ayuda a los supervivientes y en el uso de maquinaria pesada y aparatos de calefacción, precisamente cuando en muchas zonas se registran temperaturas negativas.
Las autoridades de respuesta a desastres estiman que más de 100.000 edificios quedaron dañados o completamente destruidos. La Policía dice que 380.000 personas han acudido a los refugios. Más de 4.000 han muerto, pero esta cifra ascenderá dado el elevado número de desaparecidos.
En Rikuzentakata (prefectura de Iwate) los avances en el desescombro han permitido que las Fuerzas de Autodefensa (fuerzas militares niponas) abran vías para permitir el acceso de los rescatadores a amplios territorios, antes inexpugnables. Esta ciudad costera quedó devastada por la catástrofe.
"Había algunas zonas a las que no podíamos entrar, pero ahora podemos ir a cualquier sitio en coche", relata el alcalde, Futoshi Toba. "Necesitamos combustibles para calentar, activar la maquinaria pesada y repartir los bienes de ayuda a los refugios, pero nos enfrentamos a dificultades", ha matizado el edil.
El frío no hace sino complicar los trabajos, y la Agencia Meteorológica de Japón prevé que hasta el viernes por la mañana (madrugada en España) las temperaturas se mantendrán bajo cero en muchas regiones.
Por su parte, el Gobierno de la prefectura de Miyagi casi ha completado el estudio realizado desde el aire sobre las regiones aisladas, y comenzará a distribuir ayuda a estas zonas mediante helicópteros.
El alcalde de Ishinomaki, Hiroshi Kameyama, cree que en esta ciudad de 160.000 habitantes hay en torno a 10.000 desaparecidos. Mientras, en la cercana Ofunato el jueves abrieron los centros educativos por primera vez desde el viernes, informa la agencia Kiodo.