Régimen libio, a la reconquista del este, la UE pide a Gadafi que se vaya
Trípoli, Agencias
Las fuerzas del coronel Muamar Gadafi seguían avanzando el viernes hacia el este tras haber reconquistado el puerto petrolero de Ras Lanuf, mientras los dirigentes europeos pidieron al líder libio que dimita "sin demora".
"Los dirigentes actuales (de Libia) deben abandonar el poder sin demora", declaró el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, al término de una reunión extraordinaria en Bruselas.
Y es que para los dirigentes europeos, el Consejo Nacional de Transición (CNT) que ha creado la oposición libia es un interlocutor político "legítimo".
Los europeos han decido estudiar "todas las opciones" posibles para "proteger a la población civil", a condición de que exista una base jurídica "clara" y un respaldo de las naciones árabes vecinas.
La única nota discordante la puso la canciller alemana, Angela Merkel, quien afirmó que es "fundamentalmente escéptica" sobre una intervención militar en Libia en este momento.
El presidente de la UE subrayó que Libia está al "borde de la guerra civil" y condenó, en nombre de los 27 países de la Unión Europea, la violencia contra los civiles.
En Estados Unidos, la jefa de la diplomacia Hillary Clinton anunció que su país presentará el 15 de marzo en la OTAN un plan para establecer una eventual zona de exclusión aérea.
La UE, la Liga Árabe y la Unión Africana van a celebrar una cumbre tripartita "en las próximas semanas" para analizar la crisis libia, anunció el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El nuevo emisario de Naciones Unidas para Libia, el jordano Abdul Ilah Jatib, viajará a Trípoli a principios de la semana próxima para transmitir la preocupación internacional, indicó el secretario general de la organización Ban Ki-moon.
En Trípoli, el coronel Gadafi amenazó a Europa con dejar de respaldar la lucha antiterrorista internacional y la lucha contra la migración clandestina.
Si Europa "ignora el papel activo de Libia en la lucha contra la migración (...) en el norte de África", Libia se verá obligada a "retirar sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y cambiar totalmente su política contra Al Qaida", afirmó Gadafi.
En el terreno, las fuerzas del régimen lanzaron dos ataques aéreos en el este de Ras Lanuf, contra un puesto de control de los insurgentes y una refinería, según periodistas de la AFP.
Ras Lanuf, una ciudad petrolera estratégica, que durante una semana se convirtió en la base avanzada de los rebeldes en el oriente libio, fue blanco de numerosos bombardeos el jueves que obligaron a los rebeldes a huir.
"Su supremacía es total. Dispararon desde barcos y controlan el aire", explicó un médico en Brega.
Un portavoz de la oposición en Bengasi aseguró que el coronel Gadafi no tiene suficientes tropas en tierra para mantener las ciudades conquistadas.
Según fuentes médicas, los combates del jueves en Ras Lanuf dejaron al menos 10 muertos y decenas de heridos entre los rebeldes. El viernes, un periodista de la AFP vio la evacuación de al menos cinco cadáveres de esta ciudad.
El hijo de Gadafi, Saif Al Islam había prometido a sus "hermanos" del este que la victoria de las fuerzas leales al régimen estaba "a la vista" y que las fuerzas libias están yendo en su apoyo.
Los intensos bombardeos sobre Ras Lanuf han frenado el avance de los rebeldes que salieron de Bengasi a la conquista de las ciudades costeras hasta Trípoli.
El sábado pasado, los insurgentes habían llegado hasta Ben Jauad, una localidad situada a unas decenas de kilómetros al oeste de Ras Lanuf, pero fueron expulsados al día siguiente por las fuerzas leales al régimen y los ataques no han dejado de intensificarse desde entonces.
De hecho, las fuerzas gubernamentales han tomado el control de Zauiya, hasta entonces otro bastión de los sublevados en el occidente, a las puertas de Trípoli.
Según socorristas en la frontera con Túnez, un hombre llegado de Zauiya en la noche contó que la situación es "catastrófica" en la ciudad y que hay "muertos por todos los lugares".
En otras partes del país, los rebeldes siguen controlando Misrata (150 km al este de Trípoli) y varias ciudades del noroeste, en particular en la región montañosa de Jabal Al Garbi, según testigos.
En Bengasi, sede del CNT, más de 10.000 personas se congregaron a medio día para reclamar la dimisión de Gadafi. Desplegaron una bandera francesa en la plaza central de la ciudad, y pancartas con el mensaje "Gracias Francia" después de que París fuera el primero en reconocer a este gobierno provisional.
Desde el comienzo de la rebelión, a mediados de febrero, más de 250.000 personas escaparon de Libia hacia los países vecinos, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), provocando una crisis humanitaria, sobre todo en la frontera con Túnez.
Las fuerzas del coronel Muamar Gadafi seguían avanzando el viernes hacia el este tras haber reconquistado el puerto petrolero de Ras Lanuf, mientras los dirigentes europeos pidieron al líder libio que dimita "sin demora".
"Los dirigentes actuales (de Libia) deben abandonar el poder sin demora", declaró el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, al término de una reunión extraordinaria en Bruselas.
Y es que para los dirigentes europeos, el Consejo Nacional de Transición (CNT) que ha creado la oposición libia es un interlocutor político "legítimo".
Los europeos han decido estudiar "todas las opciones" posibles para "proteger a la población civil", a condición de que exista una base jurídica "clara" y un respaldo de las naciones árabes vecinas.
La única nota discordante la puso la canciller alemana, Angela Merkel, quien afirmó que es "fundamentalmente escéptica" sobre una intervención militar en Libia en este momento.
El presidente de la UE subrayó que Libia está al "borde de la guerra civil" y condenó, en nombre de los 27 países de la Unión Europea, la violencia contra los civiles.
En Estados Unidos, la jefa de la diplomacia Hillary Clinton anunció que su país presentará el 15 de marzo en la OTAN un plan para establecer una eventual zona de exclusión aérea.
La UE, la Liga Árabe y la Unión Africana van a celebrar una cumbre tripartita "en las próximas semanas" para analizar la crisis libia, anunció el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El nuevo emisario de Naciones Unidas para Libia, el jordano Abdul Ilah Jatib, viajará a Trípoli a principios de la semana próxima para transmitir la preocupación internacional, indicó el secretario general de la organización Ban Ki-moon.
En Trípoli, el coronel Gadafi amenazó a Europa con dejar de respaldar la lucha antiterrorista internacional y la lucha contra la migración clandestina.
Si Europa "ignora el papel activo de Libia en la lucha contra la migración (...) en el norte de África", Libia se verá obligada a "retirar sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y cambiar totalmente su política contra Al Qaida", afirmó Gadafi.
En el terreno, las fuerzas del régimen lanzaron dos ataques aéreos en el este de Ras Lanuf, contra un puesto de control de los insurgentes y una refinería, según periodistas de la AFP.
Ras Lanuf, una ciudad petrolera estratégica, que durante una semana se convirtió en la base avanzada de los rebeldes en el oriente libio, fue blanco de numerosos bombardeos el jueves que obligaron a los rebeldes a huir.
"Su supremacía es total. Dispararon desde barcos y controlan el aire", explicó un médico en Brega.
Un portavoz de la oposición en Bengasi aseguró que el coronel Gadafi no tiene suficientes tropas en tierra para mantener las ciudades conquistadas.
Según fuentes médicas, los combates del jueves en Ras Lanuf dejaron al menos 10 muertos y decenas de heridos entre los rebeldes. El viernes, un periodista de la AFP vio la evacuación de al menos cinco cadáveres de esta ciudad.
El hijo de Gadafi, Saif Al Islam había prometido a sus "hermanos" del este que la victoria de las fuerzas leales al régimen estaba "a la vista" y que las fuerzas libias están yendo en su apoyo.
Los intensos bombardeos sobre Ras Lanuf han frenado el avance de los rebeldes que salieron de Bengasi a la conquista de las ciudades costeras hasta Trípoli.
El sábado pasado, los insurgentes habían llegado hasta Ben Jauad, una localidad situada a unas decenas de kilómetros al oeste de Ras Lanuf, pero fueron expulsados al día siguiente por las fuerzas leales al régimen y los ataques no han dejado de intensificarse desde entonces.
De hecho, las fuerzas gubernamentales han tomado el control de Zauiya, hasta entonces otro bastión de los sublevados en el occidente, a las puertas de Trípoli.
Según socorristas en la frontera con Túnez, un hombre llegado de Zauiya en la noche contó que la situación es "catastrófica" en la ciudad y que hay "muertos por todos los lugares".
En otras partes del país, los rebeldes siguen controlando Misrata (150 km al este de Trípoli) y varias ciudades del noroeste, en particular en la región montañosa de Jabal Al Garbi, según testigos.
En Bengasi, sede del CNT, más de 10.000 personas se congregaron a medio día para reclamar la dimisión de Gadafi. Desplegaron una bandera francesa en la plaza central de la ciudad, y pancartas con el mensaje "Gracias Francia" después de que París fuera el primero en reconocer a este gobierno provisional.
Desde el comienzo de la rebelión, a mediados de febrero, más de 250.000 personas escaparon de Libia hacia los países vecinos, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), provocando una crisis humanitaria, sobre todo en la frontera con Túnez.