Potencias mundiales estudiarán nuevas sanciones para Libia
Bruselas, Agencias
Las potencias mundiales acordaron el martes estudiar nuevas sanciones para el régimen de Moamar Gadafi, pero no discutieron armar a los rebeldes que intentan derrocarlo, informó el jefe de la diplomacia británica.
Los cancilleres de unos 40 países analizaron el futuro de la nación norteafricana, pero el ministro del Exterior británico William Hague dijo a la prensa que el tema del armamento a los rebeldes no se planteó.
"No era uno de los temas en discusión", dijo Hague. No se planteó en la conferencia ni figuró en el temario".
Un embargo de armamentos impuesto por la ONU, "en nuestra opinión se aplican a Libia en su totalidad", agregó.
Las declaraciones de Hague indican que la coalición respaldada por la ONU y creada para defender a los civiles de la ofensiva de Gadafi aún no se pone de acuerdo en respaldar con todo su peso a los rebeldes mal organizados.
Sin embargo, el primer ministro qatarí, jeque Hamad Bin Jabr al-Thani, aparentemente dejó la puerta abierta a esa posibilidad al sugerir que se volvería sobre el tema si los ataques aéreos no alcanzaran su objetivo expreso de proteger a los civiles.
"No estamos invitando a (fuerzas) militares terrestres, pero tenemos que... encontrar la manera de detener este derramamiento de sangre", dijo.
Los diplomáticos están estudiando nuevas sanciones a "individuos y entidades asociadas con el régimen" a fin de enviarle un mensaje claro a Gadafi de que no puede atacar impunemente a los civiles, dijo Hague.
Dijo que se discutirán posibles sanciones en la ONU y organizaciones regionales.
Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y Suiza ya han congelado activos de Gadafi y su gobierno.
Qatar, que ha reconocido a los rebeldes como representantes legítimos de Libia, planea venderles petróleo en el mercado internacional. No estaba claro cómo lo haría, ya que la producción libia depende de empresas conjuntas con firmas extranjeras, como la italiana Eni SpA, que han evacuado a sus empleados del país.
Al abrir las conversaciones, el primer ministro británico David Cameron acusó al líder libio de balear y matar de hambre a sus adversarios. Dijo que la conferencia trataría cómo ayudar a Libia a encaminarse después que caiga Gadafi.
"El motivo de estar aquí se debe a que el pueblo libio no puede concretar ese futuro por sí solo", dijo Cameron. "Todos estamos aquí con un solo propósito: ayudar al pueblo libio en su momento de necesidad".
El primer ministro agregó que Gran Bretaña recibió informaciones de que Gadafi estaba atacando Misrata, el principal bastión de los rebeldes en el oeste, con ataques por tierra y por mar y hostigando implacablemente a los civiles.
"Gadafi está usando tiradores expertos para acribillarlos y dejar que se desangren en la calle. Ha cortado el suministro de alimentos, agua y electricidad para postrarlos", agregó.
Clinton afirmó que la comunidad internacional debe apoyar los llamamientos a la democracia que conmueven como un huracán Libia y los países vecinos, aunque advirtió que los cambios no se ganarán fácilmente.
"Bajo diferentes gobiernos, bajo diferentes circunstancias, los pueblos manifiestan las mismas aspiraciones básicas: una voz en el gobierno, el fin de la corrupción, libertad de la violencia y el temor, la oportunidad de vivir con dignidad y de aprovechar al máximo los talentos de cada uno", declaró Clinton. "Estos objetivos no se logran fácilmente. Pero, sin duda, vale la pena trabajar por ellos", agregó.
Las potencias mundiales acordaron el martes estudiar nuevas sanciones para el régimen de Moamar Gadafi, pero no discutieron armar a los rebeldes que intentan derrocarlo, informó el jefe de la diplomacia británica.
Los cancilleres de unos 40 países analizaron el futuro de la nación norteafricana, pero el ministro del Exterior británico William Hague dijo a la prensa que el tema del armamento a los rebeldes no se planteó.
"No era uno de los temas en discusión", dijo Hague. No se planteó en la conferencia ni figuró en el temario".
Un embargo de armamentos impuesto por la ONU, "en nuestra opinión se aplican a Libia en su totalidad", agregó.
Las declaraciones de Hague indican que la coalición respaldada por la ONU y creada para defender a los civiles de la ofensiva de Gadafi aún no se pone de acuerdo en respaldar con todo su peso a los rebeldes mal organizados.
Sin embargo, el primer ministro qatarí, jeque Hamad Bin Jabr al-Thani, aparentemente dejó la puerta abierta a esa posibilidad al sugerir que se volvería sobre el tema si los ataques aéreos no alcanzaran su objetivo expreso de proteger a los civiles.
"No estamos invitando a (fuerzas) militares terrestres, pero tenemos que... encontrar la manera de detener este derramamiento de sangre", dijo.
Los diplomáticos están estudiando nuevas sanciones a "individuos y entidades asociadas con el régimen" a fin de enviarle un mensaje claro a Gadafi de que no puede atacar impunemente a los civiles, dijo Hague.
Dijo que se discutirán posibles sanciones en la ONU y organizaciones regionales.
Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y Suiza ya han congelado activos de Gadafi y su gobierno.
Qatar, que ha reconocido a los rebeldes como representantes legítimos de Libia, planea venderles petróleo en el mercado internacional. No estaba claro cómo lo haría, ya que la producción libia depende de empresas conjuntas con firmas extranjeras, como la italiana Eni SpA, que han evacuado a sus empleados del país.
Al abrir las conversaciones, el primer ministro británico David Cameron acusó al líder libio de balear y matar de hambre a sus adversarios. Dijo que la conferencia trataría cómo ayudar a Libia a encaminarse después que caiga Gadafi.
"El motivo de estar aquí se debe a que el pueblo libio no puede concretar ese futuro por sí solo", dijo Cameron. "Todos estamos aquí con un solo propósito: ayudar al pueblo libio en su momento de necesidad".
El primer ministro agregó que Gran Bretaña recibió informaciones de que Gadafi estaba atacando Misrata, el principal bastión de los rebeldes en el oeste, con ataques por tierra y por mar y hostigando implacablemente a los civiles.
"Gadafi está usando tiradores expertos para acribillarlos y dejar que se desangren en la calle. Ha cortado el suministro de alimentos, agua y electricidad para postrarlos", agregó.
Clinton afirmó que la comunidad internacional debe apoyar los llamamientos a la democracia que conmueven como un huracán Libia y los países vecinos, aunque advirtió que los cambios no se ganarán fácilmente.
"Bajo diferentes gobiernos, bajo diferentes circunstancias, los pueblos manifiestan las mismas aspiraciones básicas: una voz en el gobierno, el fin de la corrupción, libertad de la violencia y el temor, la oportunidad de vivir con dignidad y de aprovechar al máximo los talentos de cada uno", declaró Clinton. "Estos objetivos no se logran fácilmente. Pero, sin duda, vale la pena trabajar por ellos", agregó.