París propone una "dirección política" de la operación en Libia, sin excluir a la OTAN
París, Agencias
El Gobierno francés propuso hoy crear lo que denominó una "dirección política" de la intervención en Libia, sin excluir que las operaciones se apoyen en los medios militares de la OTAN.
El ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, explicó ante la Asamblea Nacional en París que la iniciativa, que se concretaría con reuniones de los Estados participantes y la Liga Árabe, partió del presidente Nicolas Sarkozy.
La primera reunión se celebrará, según Juppé, en los próximos días en Londres, Bruselas o París.
"A partir de esa dirección política y bajo la responsabilidad de nuestros ministros de Defensa, se utilizarán desde luego las capacidades de planificación y de intervención de la OTAN", agregó Juppé.
Su declaración se conoció después de que, en Bruselas, la OTAN cerrara su planificación técnica para ayudar a imponer la zona de exclusión aérea sobre Libia aprobada por Naciones Unidas, pero sin alcanzar un acuerdo sobre si va a participar en esa operación.
El ministro recalcó que la operación la llevan a cabo estados que no son todos miembros de la OTAN, y "por lo tanto no es una operación de la OTAN".
Juppé sostuvo que la intervención será "breve", un deseo en el que coincide Francia con Estados Unidos.
El ministro insistió en que en el caso de Libia "no habrá intervención en tierra" porque la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU que abrió la vía a la creación de una zona de exclusión aérea sobre ese país no lo autoriza.
"Esa no es la cuestión", recalcó Juppé, quien se pronunció así en la misma línea que el primer ministro, François Fillon, quien en una declaración formal del Gobierno reafirmó que el despliegue de tropas sobre el terreno no está considerado en esta operación.
Los objetivos son precisos, se dirigen a la "protección de la población civil" y excluyen el envío de tropas sobre el terreno, dijo Fillon.
El primer ministro recordó que la creación de una zona de exclusión aérea, la aplicación del embargo de armas sobre el régimen de Muamar el Gadafi y "completar" las sanciones contra éste son los elementos fundamentales de la resolución de la ONU.
Fillon dijo que el "mensaje sin ambigüedad" de la operación contra el régimen de Gadafi es que deben terminar las acciones violentas, que el Ejército libio tiene que regresar a sus cuarteles y que tiene que abrirse el paso a la ayuda humanitaria en el país norteafricano.
El primer ministro admitió que Francia quiere la salida de Gadafi pero que será el pueblo libio el que tendrá que decidir sobre su futuro.
En el plano militar, el primer ministro recordó que Francia despliega diariamente desde el pasado sábado "más de veinte aviones" y que su intervención se hace en coordinación con los aliados.
Fillon confirmó que los aviones "Rafale" y "Super Etendard" que operan sobre Libia ya intervinieron hoy mismo desde el portaaviones "Charles de Gaulle", del que las autoridades francesas anunciaron ayer que podría entrar en el teatro de operaciones en cualquier momento.
El primer ministro aseguró que desde el domingo las fuerzas francesas "no han detectado" ninguna intervención del Ejército libio contra de la población civil y agregó que el fuego contra los objetivos en ese país se rige "estrictamente" por las normas impuestas por el mando militar, en aplicación de los términos de la resolución de la ONU.
"El camino hacia la democracia será largo y difícil pero este movimiento es una esperanza formidable para los pueblos", añadió en relación con las revueltas de los últimos meses en los países árabes, que Fillon apoyó vehementemente.
El jefe del Gobierno afirmó que la comunidad internacional no podía quedarse "de brazos cruzados ante un pueblo desarmado", en alusión a la población civil libia y dijo que los cambios sugeridos por Gadafi no eran más que una cortina de humo.
"No podíamos aceptar ese escenario", agregó el primer ministro, quien aseguró que Gadafi "decidió ahogar en sangre la revuelta" en su país, "donde las esperanzas del pueblo se transformaron en tragedia".
El Gobierno francés propuso hoy crear lo que denominó una "dirección política" de la intervención en Libia, sin excluir que las operaciones se apoyen en los medios militares de la OTAN.
El ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, explicó ante la Asamblea Nacional en París que la iniciativa, que se concretaría con reuniones de los Estados participantes y la Liga Árabe, partió del presidente Nicolas Sarkozy.
La primera reunión se celebrará, según Juppé, en los próximos días en Londres, Bruselas o París.
"A partir de esa dirección política y bajo la responsabilidad de nuestros ministros de Defensa, se utilizarán desde luego las capacidades de planificación y de intervención de la OTAN", agregó Juppé.
Su declaración se conoció después de que, en Bruselas, la OTAN cerrara su planificación técnica para ayudar a imponer la zona de exclusión aérea sobre Libia aprobada por Naciones Unidas, pero sin alcanzar un acuerdo sobre si va a participar en esa operación.
El ministro recalcó que la operación la llevan a cabo estados que no son todos miembros de la OTAN, y "por lo tanto no es una operación de la OTAN".
Juppé sostuvo que la intervención será "breve", un deseo en el que coincide Francia con Estados Unidos.
El ministro insistió en que en el caso de Libia "no habrá intervención en tierra" porque la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU que abrió la vía a la creación de una zona de exclusión aérea sobre ese país no lo autoriza.
"Esa no es la cuestión", recalcó Juppé, quien se pronunció así en la misma línea que el primer ministro, François Fillon, quien en una declaración formal del Gobierno reafirmó que el despliegue de tropas sobre el terreno no está considerado en esta operación.
Los objetivos son precisos, se dirigen a la "protección de la población civil" y excluyen el envío de tropas sobre el terreno, dijo Fillon.
El primer ministro recordó que la creación de una zona de exclusión aérea, la aplicación del embargo de armas sobre el régimen de Muamar el Gadafi y "completar" las sanciones contra éste son los elementos fundamentales de la resolución de la ONU.
Fillon dijo que el "mensaje sin ambigüedad" de la operación contra el régimen de Gadafi es que deben terminar las acciones violentas, que el Ejército libio tiene que regresar a sus cuarteles y que tiene que abrirse el paso a la ayuda humanitaria en el país norteafricano.
El primer ministro admitió que Francia quiere la salida de Gadafi pero que será el pueblo libio el que tendrá que decidir sobre su futuro.
En el plano militar, el primer ministro recordó que Francia despliega diariamente desde el pasado sábado "más de veinte aviones" y que su intervención se hace en coordinación con los aliados.
Fillon confirmó que los aviones "Rafale" y "Super Etendard" que operan sobre Libia ya intervinieron hoy mismo desde el portaaviones "Charles de Gaulle", del que las autoridades francesas anunciaron ayer que podría entrar en el teatro de operaciones en cualquier momento.
El primer ministro aseguró que desde el domingo las fuerzas francesas "no han detectado" ninguna intervención del Ejército libio contra de la población civil y agregó que el fuego contra los objetivos en ese país se rige "estrictamente" por las normas impuestas por el mando militar, en aplicación de los términos de la resolución de la ONU.
"El camino hacia la democracia será largo y difícil pero este movimiento es una esperanza formidable para los pueblos", añadió en relación con las revueltas de los últimos meses en los países árabes, que Fillon apoyó vehementemente.
El jefe del Gobierno afirmó que la comunidad internacional no podía quedarse "de brazos cruzados ante un pueblo desarmado", en alusión a la población civil libia y dijo que los cambios sugeridos por Gadafi no eran más que una cortina de humo.
"No podíamos aceptar ese escenario", agregó el primer ministro, quien aseguró que Gadafi "decidió ahogar en sangre la revuelta" en su país, "donde las esperanzas del pueblo se transformaron en tragedia".