OTAN vigilará zona de exclusión de vuelos en Libia
Bruselas, Agencias
La OTAN se encargará de que sea respetada la zona de exclusión de vuelos sobre Libia, dijo el jueves el secretario general de esa alianza, Anders Fogh Rasmussen.
El anuncio de Rasmussen fue hecho luego de varios días de amplias negociaciones entre los integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que sólo se hará cargo de la aplicación de la zona de exclusión de vuelos pero no de otras operaciones militares.
Rasmussen dijo por la noche que los 28 países miembros de la OTAN han accedido a actuar a fin de proteger a los civiles libios contra los ataques de las fuerzas del líder Moamar Gadafi.
La decisión surgió después de seis días de negociaciones y luego de un paso determinante el jueves, cuando Turquía, el único miembro de la OTAN con población mayoritariamente musulmana, accedió a respaldar el plan.
El acuerdo, que fue anunciado por Rasmussen, permitirá a Estados Unidos entregar parte del mando y del control de la misión aliada a la OTAN, algo que Washington estaba ansioso por hacer.
Si embargo, parece que algunos países miembros de la OTAN no estaban dispuestos a participar en ataques contra objetivos en tierra.
Fogh Rasmussen indicó que las operaciones de la OTAN continuarán en paralelo con la campaña de bombardeos que es efectuada por aviones de la coalición.
Funcionarios de la OTAN dijeron que esperaban asumir las operaciones en un lapso de 72 horas.
"En este momento habrá una operación de la coalición y otra de la OTAN", explicó Rasmussen, quien agregó, "estamos considerando si la OTAN debe asumir una responsabilidad más amplia de acuerdo con la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero esa decisión aún no se ha alcanzado".
Aviones de combate estadounidenses continuarán efectuando ataques contra objetivos en tierra en Libia, informó el Pentágono el mismo jueves, más temprano.
El organismo más importante de toma de decisiones de la OTAN, el Consejo del Atlántico Norte, batalló durante seis días a fin de alcanzar un acuerdo para utilizar su capacidad de control y comando militares con el objetivo de coordinar la operación en Libia.
Sin embargo, el estancamiento pareció romperse el jueves cuando Turquía informó que buscaba garantías de que la operación de la OTAN sería limitada. Al final, Ankara dio su consentimiento. La OTAN necesita de la aprobación de sus 28 países miembros para poder adoptar una acción de ese tipo.
El parlamento turco autorizó a su gobierno a participar en las operaciones militares en Libia, incluida la zona de exclusión aérea.
Antes de la aprobación de la misión, cientos de personas, muchas de ellas integrantes de partidos políticos de izquierda, protestaron contra la operación, afuera de las oficinas del Parlamento de Turquía además de hacerlo frente a la embajada de Estados Unidos, donde los manifestantes gritaron consignas en contra de la OTAN.
Por otra parte los 27 jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea, también reunidos en Bruselas para una reunión cumbre, emitieron un comunicado en el que afirmaban que la Unión Europea estaba lista para ayudar a construir una nueva Libia "en cooperación con las Naciones Unidas, la Liga Arabe, la Unión Africana y otras organizaciones".
La OTAN se encargará de que sea respetada la zona de exclusión de vuelos sobre Libia, dijo el jueves el secretario general de esa alianza, Anders Fogh Rasmussen.
El anuncio de Rasmussen fue hecho luego de varios días de amplias negociaciones entre los integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que sólo se hará cargo de la aplicación de la zona de exclusión de vuelos pero no de otras operaciones militares.
Rasmussen dijo por la noche que los 28 países miembros de la OTAN han accedido a actuar a fin de proteger a los civiles libios contra los ataques de las fuerzas del líder Moamar Gadafi.
La decisión surgió después de seis días de negociaciones y luego de un paso determinante el jueves, cuando Turquía, el único miembro de la OTAN con población mayoritariamente musulmana, accedió a respaldar el plan.
El acuerdo, que fue anunciado por Rasmussen, permitirá a Estados Unidos entregar parte del mando y del control de la misión aliada a la OTAN, algo que Washington estaba ansioso por hacer.
Si embargo, parece que algunos países miembros de la OTAN no estaban dispuestos a participar en ataques contra objetivos en tierra.
Fogh Rasmussen indicó que las operaciones de la OTAN continuarán en paralelo con la campaña de bombardeos que es efectuada por aviones de la coalición.
Funcionarios de la OTAN dijeron que esperaban asumir las operaciones en un lapso de 72 horas.
"En este momento habrá una operación de la coalición y otra de la OTAN", explicó Rasmussen, quien agregó, "estamos considerando si la OTAN debe asumir una responsabilidad más amplia de acuerdo con la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero esa decisión aún no se ha alcanzado".
Aviones de combate estadounidenses continuarán efectuando ataques contra objetivos en tierra en Libia, informó el Pentágono el mismo jueves, más temprano.
El organismo más importante de toma de decisiones de la OTAN, el Consejo del Atlántico Norte, batalló durante seis días a fin de alcanzar un acuerdo para utilizar su capacidad de control y comando militares con el objetivo de coordinar la operación en Libia.
Sin embargo, el estancamiento pareció romperse el jueves cuando Turquía informó que buscaba garantías de que la operación de la OTAN sería limitada. Al final, Ankara dio su consentimiento. La OTAN necesita de la aprobación de sus 28 países miembros para poder adoptar una acción de ese tipo.
El parlamento turco autorizó a su gobierno a participar en las operaciones militares en Libia, incluida la zona de exclusión aérea.
Antes de la aprobación de la misión, cientos de personas, muchas de ellas integrantes de partidos políticos de izquierda, protestaron contra la operación, afuera de las oficinas del Parlamento de Turquía además de hacerlo frente a la embajada de Estados Unidos, donde los manifestantes gritaron consignas en contra de la OTAN.
Por otra parte los 27 jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea, también reunidos en Bruselas para una reunión cumbre, emitieron un comunicado en el que afirmaban que la Unión Europea estaba lista para ayudar a construir una nueva Libia "en cooperación con las Naciones Unidas, la Liga Arabe, la Unión Africana y otras organizaciones".