Obama descarta invasión terrestre a Libia
Washington, Agencias
El presidente Barack Obama descartó categóricamente el miércoles una invasión terrestre para derrocar al líder libio Moamar Gadafi, al tiempo que las fuerzas internacionales lanzaban un quinto día de ataques aéreos contra blancos militares del gobierno en la nación norafricana.
El secretario de defensa Robert Gates dijo el sábado que no podía pronosticar cuándo concluirá la operación de veda de vuelos, pero agregó que Estados Unidos se aprestaba a ceder el control de la misma tan pronto como el sábado.
Obama dijo además que Estados Unidos va a reducir su papel dominante en la campaña internacional que busca impedir que Gadafi ataque a civiles.
El contralmirante Gerard Huebner, alto oficial en la campaña en Libia, dijo que las fuerzas internacionales estaban atacando a efectivos del gobierno que han estado irrumpiendo en centros de población.
"Desde Bengazi, que creemos está bajo control de la oposición, nos hemos movilizado hacia el oeste a Ajdabiya", dijo Heuber a la prensa en el Pentágono por teléfono desde el buque estadounidense de comando en el Mediterráneo.
Desde Ajdabiya hasta Misrata, los "blancos prioritarios" de la coalición incluyeron las fuerzas mecanizadas de Gadafi, las plataformas móviles de proyectiles superficie-aire y las líneas de comunicaciones, precisó.
Poco antes, algunos funcionarios dijeron que los proyectiles lanzados por aviones F-15 destruyeron las plataformas misilísticas de Gadafi en torno de Trípoli y las fuerzas internacionales también atacaron un depósito de municiones del gobierno en las afueras de Misrata y fuerzas de infantería en los suburbios de Ajdabiya.
Residentes de Misrata dijeron que los ataques de la coalición obligaron a las fuerzas del gobierno retirar de allí sus tanques.
Obama fue preguntado en una entrevista con la cadena de televisión Univisión, en español, si habría una invasión terrestre en el caso de que los ataques aéreos no lograran desplazar del poder a Gadafi. Obama respondió rotundamente que no.
Y cuando le preguntaron cuál era la estrategia de salida, no formuló una visión para poner fin a la acción internacional pero dijo que "la estrategia de salida será ejecutada esta semana en el sentido de que nos alejaremos de nuestros esfuerzos mucho más activos".
"Seguiremos en un papel de apoyo, proveyendo interferencia a radares, datos de inteligencia y otra ayuda para la que estamos especialmente capacitados, pero éste es un esfuerzo internacional para conseguir los objetivos fijados por la resolución del Consejo de Seguridad", agregó.
Los buques de la OTAN han empezado a patrullar frente a las costas libias para imponer el embargo de armas de las Naciones Unidas, a medida que la alianza parecía preparada para asumir la responsabilidad de la zona de exclusión de vuelos para proteger a los civiles.
Sin embargo, los civiles en ciudades grandes como Misrata seguían padeciendo ataques de las fuerzas de Gadafi, planteando la perspectiva de un estancamiento y dudas de si el líder libio puede ser derrocado claramente.
El presidente Barack Obama descartó categóricamente el miércoles una invasión terrestre para derrocar al líder libio Moamar Gadafi, al tiempo que las fuerzas internacionales lanzaban un quinto día de ataques aéreos contra blancos militares del gobierno en la nación norafricana.
El secretario de defensa Robert Gates dijo el sábado que no podía pronosticar cuándo concluirá la operación de veda de vuelos, pero agregó que Estados Unidos se aprestaba a ceder el control de la misma tan pronto como el sábado.
Obama dijo además que Estados Unidos va a reducir su papel dominante en la campaña internacional que busca impedir que Gadafi ataque a civiles.
El contralmirante Gerard Huebner, alto oficial en la campaña en Libia, dijo que las fuerzas internacionales estaban atacando a efectivos del gobierno que han estado irrumpiendo en centros de población.
"Desde Bengazi, que creemos está bajo control de la oposición, nos hemos movilizado hacia el oeste a Ajdabiya", dijo Heuber a la prensa en el Pentágono por teléfono desde el buque estadounidense de comando en el Mediterráneo.
Desde Ajdabiya hasta Misrata, los "blancos prioritarios" de la coalición incluyeron las fuerzas mecanizadas de Gadafi, las plataformas móviles de proyectiles superficie-aire y las líneas de comunicaciones, precisó.
Poco antes, algunos funcionarios dijeron que los proyectiles lanzados por aviones F-15 destruyeron las plataformas misilísticas de Gadafi en torno de Trípoli y las fuerzas internacionales también atacaron un depósito de municiones del gobierno en las afueras de Misrata y fuerzas de infantería en los suburbios de Ajdabiya.
Residentes de Misrata dijeron que los ataques de la coalición obligaron a las fuerzas del gobierno retirar de allí sus tanques.
Obama fue preguntado en una entrevista con la cadena de televisión Univisión, en español, si habría una invasión terrestre en el caso de que los ataques aéreos no lograran desplazar del poder a Gadafi. Obama respondió rotundamente que no.
Y cuando le preguntaron cuál era la estrategia de salida, no formuló una visión para poner fin a la acción internacional pero dijo que "la estrategia de salida será ejecutada esta semana en el sentido de que nos alejaremos de nuestros esfuerzos mucho más activos".
"Seguiremos en un papel de apoyo, proveyendo interferencia a radares, datos de inteligencia y otra ayuda para la que estamos especialmente capacitados, pero éste es un esfuerzo internacional para conseguir los objetivos fijados por la resolución del Consejo de Seguridad", agregó.
Los buques de la OTAN han empezado a patrullar frente a las costas libias para imponer el embargo de armas de las Naciones Unidas, a medida que la alianza parecía preparada para asumir la responsabilidad de la zona de exclusión de vuelos para proteger a los civiles.
Sin embargo, los civiles en ciudades grandes como Misrata seguían padeciendo ataques de las fuerzas de Gadafi, planteando la perspectiva de un estancamiento y dudas de si el líder libio puede ser derrocado claramente.