Medvedev promete aplastar a los rebeldes islamistas en el Cáucaso Norte
Moscú, Agencias
El presidente ruso, Dimitri Medvedev, se ha comprometido este martes a aplastar a los rebeldes islamistas que pretenden crear un estado en el Cáucaso Norte, tras una operación este lunes en la que las autoridades rusas aseguran haber matado a 17 insurgentes.
Las fuerzas de seguridad rusas y los insurgentes se enfrentaron ayer en Ingushetia, una pequeña provincia próxima a Chechenia, que ha sido escenario de dos guerras separatistas desde 1994. En el combate murieron tres agentes de seguridad y 17 milicianos.
Las autoridades de Ingushetia han asegurado que los informes sobre la operación de este lunes apuntan que el líder de la insurgencia y hombre más buscado de Rusia, el checheno Doku Umarov, podría figurar entre las víctimas del combate con las fuerzas de seguridad rusas.
El líder ingushetio, Yunus Bek Yevkurov, ha afirmado que uno de los líderes de los milicianos considerado como el lugarteniente de Umarov, Supyan Abdullayev, murió en esa operación, según la agencia de noticias Interfax. El portal informativo de la insurgencia 'kavkazcenter.com' ha informado de que no tiene constancia de ninguna de esas dos muertes.
"Cada bandido debe darse cuenta: o deja la resistencia y ve una oportunidad para cambiar su situación o continúa con su actividad criminal y es eliminado", ha explicado Medvedev, en declaraciones difundidas por la televisión estatal.
"Las medidas para eliminar la insurgencia deben continuar", ha subrayado el presidente ruso ante el jefe adjunto del Servicio de Seguridad ruso (FSB), Sergei Smirnov. "Es bueno que trabajes para golpear el escondite de estos canallas", le ha transmitido a Smirnov, de quien ha destacado que ha causado "un grave daño" a la insurgencia.
Una década después de que las fuerzas rusas consiguieran imponerse a los separatistas en la segunda de las dos guerras de Chechenia, el Cáucaso Norte continúa registrando tiroteos, lanzamientos de granadas y ataques suicidas con bombas, mientras la insurgencia aumenta en número y extiende el alcance de sus acciones.
Las declaraciones del presidente Medvedev coinciden con el aniversario de los dos atentados suicidas contra el metro de Moscú que causaron la muerte de 40 personas.
Los moscovitas han depositado este martes flores en las plataformas de las dos estaciones de metro en las que detonaron su carga explosiva las dos jóvenes mujeres de Daguestán que perpetraron los atentados terroristas, uno de ellos cerca del cuartel general del Servicio de Seguridad Federal ruso.
Tras los atentados contra el metro, los ataques con más víctimas registrados en Moscú en seis años, la capital rusa sufrió el pasado mes de enero otro atentado suicida que acabó con la vida de 37 personas en el aeropuerto internacional de Domodedovo, el de mayor tráfico aéreo del país.
El presidente ruso, Dimitri Medvedev, se ha comprometido este martes a aplastar a los rebeldes islamistas que pretenden crear un estado en el Cáucaso Norte, tras una operación este lunes en la que las autoridades rusas aseguran haber matado a 17 insurgentes.
Las fuerzas de seguridad rusas y los insurgentes se enfrentaron ayer en Ingushetia, una pequeña provincia próxima a Chechenia, que ha sido escenario de dos guerras separatistas desde 1994. En el combate murieron tres agentes de seguridad y 17 milicianos.
Las autoridades de Ingushetia han asegurado que los informes sobre la operación de este lunes apuntan que el líder de la insurgencia y hombre más buscado de Rusia, el checheno Doku Umarov, podría figurar entre las víctimas del combate con las fuerzas de seguridad rusas.
El líder ingushetio, Yunus Bek Yevkurov, ha afirmado que uno de los líderes de los milicianos considerado como el lugarteniente de Umarov, Supyan Abdullayev, murió en esa operación, según la agencia de noticias Interfax. El portal informativo de la insurgencia 'kavkazcenter.com' ha informado de que no tiene constancia de ninguna de esas dos muertes.
"Cada bandido debe darse cuenta: o deja la resistencia y ve una oportunidad para cambiar su situación o continúa con su actividad criminal y es eliminado", ha explicado Medvedev, en declaraciones difundidas por la televisión estatal.
"Las medidas para eliminar la insurgencia deben continuar", ha subrayado el presidente ruso ante el jefe adjunto del Servicio de Seguridad ruso (FSB), Sergei Smirnov. "Es bueno que trabajes para golpear el escondite de estos canallas", le ha transmitido a Smirnov, de quien ha destacado que ha causado "un grave daño" a la insurgencia.
Una década después de que las fuerzas rusas consiguieran imponerse a los separatistas en la segunda de las dos guerras de Chechenia, el Cáucaso Norte continúa registrando tiroteos, lanzamientos de granadas y ataques suicidas con bombas, mientras la insurgencia aumenta en número y extiende el alcance de sus acciones.
Las declaraciones del presidente Medvedev coinciden con el aniversario de los dos atentados suicidas contra el metro de Moscú que causaron la muerte de 40 personas.
Los moscovitas han depositado este martes flores en las plataformas de las dos estaciones de metro en las que detonaron su carga explosiva las dos jóvenes mujeres de Daguestán que perpetraron los atentados terroristas, uno de ellos cerca del cuartel general del Servicio de Seguridad Federal ruso.
Tras los atentados contra el metro, los ataques con más víctimas registrados en Moscú en seis años, la capital rusa sufrió el pasado mes de enero otro atentado suicida que acabó con la vida de 37 personas en el aeropuerto internacional de Domodedovo, el de mayor tráfico aéreo del país.