Los islamistas de Jordania llaman a derrocar al gobierno
Los islamistas llamaron a derrocar al gobierno de Jordania este sábado después de la muerte de un manifestante la víspera, mientras que el primer ministro consumó la ruptura con el principal partido opositor al acusarlo de "recibir órdenes de Egipto y Siria".
Por otro lado, partidarios de izquierda y el grupo de los 'Jóvenes del 24 de marzo', pidieron la destitución del primer ministro, Maaruf Bakhit.
El jeque Hamzeh Mansur, jefe del principal partido de oposición, el Frente de Acción Islámica (FAI), rama política de los Hermanos Musulmanes, había llamado el viernes, en una declaración a la AFP, "a la destitución de Maaruf Bakhit". Este sábado, repitió ese llamamiento durante una rueda de prensa. "Este gobierno debe ser despedido (...) quienes hacen correr la sangre de los ciudadanos pierden su legitimidad", dijo.
Un llamamiento que fue retomado por el grupo de los "Jóvenes del 24 de marzo". "Pedimos que sean despedidos el primer ministro, el jefe de los servicios de inteligencia, el jefe de la Gendarmería y sus adjuntos, y que sean juzgados", afirmó uno de sus representantes, Firas Mahadin.
La cofradía de los Hermanos Musulmanes, cuyo guía supremo se encuentra en Egipto, gozaba históricamente de relaciones privilegiadas con el poder jordano, que le aseguró una protección en los años 50 y 80 cuando sus miembros eran perseguidos en Egipto y en Siria. A cambio, los Hermanos Musulmanes habían demostrado lealtad hacia los Hachemitas, la familia reinante.
Con un tono desacostumbrado, el primer ministro Maaruf Bakhit acusó a "los Hermanos Musulmanes de recibir instrucciones de Egipto y de Siria para ejecutar planes contra Jordania" y "crear el caos". "Dejen de jugar con el fuego (...) dejen de ocultar sus verdaderas intenciones", advirtió a los islamistas, en declaraciones a la televisión jordana.
El portavoz de los Hermanos Musulmanes, Jamil Abu Bakr, estimó que con esta acusación, "el gobierno intenta eludir sus responsabilidades".
Además, 15 miembros de la Comisión de Diálogo Nacional dimitieron a raíz de la violencia, según la agencia oficial Petra.
Una persona murió y más de 130 fueron heridas el viernes cuando las fuerzas de seguridad desmantelaron el campamento de los 'Jóvenes del 24 de Marzo', un movimiento integrado por varias tendencias, entre ellas la de los islamistas. El manifestante Jairy Jamil Saad, de 55 años, murió en el hospital. Su familia se niega a sepultarlo hasta no obtener excusas oficiales y la renuncia del ministro del Interior, declaró este sábado su hijo a la AFP.
Nasser Saad, de 34 años, explicó que su padre, de 55 años, y él se encontraban en el lugar del encuentro de los 'Jóvenes del 24 de marzo' cuando la gendarmería los atacó. Dijo que su padre recibió "varios golpes en el cuerpo que causaron su deceso", desmintiendo la tesis oficial de la "crisis cardiaca".
El viceprimer ministro y ministro del Interior, Saad Hayel Srour, anunció la apertura de una investigación "para determinar a los responsables de las violencias".
Estos hechos se produjeron en momentos en que el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, se entrevistaba en Jordania con el rey Abdalá II.
Por otro lado, partidarios de izquierda y el grupo de los 'Jóvenes del 24 de marzo', pidieron la destitución del primer ministro, Maaruf Bakhit.
El jeque Hamzeh Mansur, jefe del principal partido de oposición, el Frente de Acción Islámica (FAI), rama política de los Hermanos Musulmanes, había llamado el viernes, en una declaración a la AFP, "a la destitución de Maaruf Bakhit". Este sábado, repitió ese llamamiento durante una rueda de prensa. "Este gobierno debe ser despedido (...) quienes hacen correr la sangre de los ciudadanos pierden su legitimidad", dijo.
Un llamamiento que fue retomado por el grupo de los "Jóvenes del 24 de marzo". "Pedimos que sean despedidos el primer ministro, el jefe de los servicios de inteligencia, el jefe de la Gendarmería y sus adjuntos, y que sean juzgados", afirmó uno de sus representantes, Firas Mahadin.
La cofradía de los Hermanos Musulmanes, cuyo guía supremo se encuentra en Egipto, gozaba históricamente de relaciones privilegiadas con el poder jordano, que le aseguró una protección en los años 50 y 80 cuando sus miembros eran perseguidos en Egipto y en Siria. A cambio, los Hermanos Musulmanes habían demostrado lealtad hacia los Hachemitas, la familia reinante.
Con un tono desacostumbrado, el primer ministro Maaruf Bakhit acusó a "los Hermanos Musulmanes de recibir instrucciones de Egipto y de Siria para ejecutar planes contra Jordania" y "crear el caos". "Dejen de jugar con el fuego (...) dejen de ocultar sus verdaderas intenciones", advirtió a los islamistas, en declaraciones a la televisión jordana.
El portavoz de los Hermanos Musulmanes, Jamil Abu Bakr, estimó que con esta acusación, "el gobierno intenta eludir sus responsabilidades".
Además, 15 miembros de la Comisión de Diálogo Nacional dimitieron a raíz de la violencia, según la agencia oficial Petra.
Una persona murió y más de 130 fueron heridas el viernes cuando las fuerzas de seguridad desmantelaron el campamento de los 'Jóvenes del 24 de Marzo', un movimiento integrado por varias tendencias, entre ellas la de los islamistas. El manifestante Jairy Jamil Saad, de 55 años, murió en el hospital. Su familia se niega a sepultarlo hasta no obtener excusas oficiales y la renuncia del ministro del Interior, declaró este sábado su hijo a la AFP.
Nasser Saad, de 34 años, explicó que su padre, de 55 años, y él se encontraban en el lugar del encuentro de los 'Jóvenes del 24 de marzo' cuando la gendarmería los atacó. Dijo que su padre recibió "varios golpes en el cuerpo que causaron su deceso", desmintiendo la tesis oficial de la "crisis cardiaca".
El viceprimer ministro y ministro del Interior, Saad Hayel Srour, anunció la apertura de una investigación "para determinar a los responsables de las violencias".
Estos hechos se produjeron en momentos en que el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, se entrevistaba en Jordania con el rey Abdalá II.