Libia suspende todas sus operaciones militares para "proteger a los civiles"
La intervención de Koussa ha dado un repaso a la resolución de la ONU, y ha mostrado su "tristeza" porque a su parecer el cierre del espacio aéreo, que incluye vuelos comerciales y civiles, y la congelación de todos los bienes libios en el extranjero "aumentarán el sufrimiento del pueblo libio". Ha denunciado también que la resolución viola la soberanía europea.
Sin abandonar su tono desafiante, Muamar el Gadafi había prometido "transformar la vida de quienes ataquen Libia en un infierno" y destruir el Mediterráneo, en una entrevista con la televisión pública portuguesa, la RTP. "Si el mundo se vuelve loco, nosotros también lo haremos", había declarado Gadafi, que se preguntaba: "¿Qué es este racismo, este odio? ¿Qué es esta locura?"
Su hijo, Saif El Islam, había asegurado también que su familia "no tiene miedo". "Estamos en nuestro país y con nuestra gente. Y no tenemos miedo", ha dicho El Islam en declaraciones a la cadena estadounidense ABC desde Trípoli. "No tendremos miedo", ha insistido antes de lanzar un mensaje a la comunidad internacional: "No ayudáis a la gente si vais a bombardear Libia, a matar a libios. (...) Destruiréis nuestro país. Nadie está contento con eso".
Contraataque de Libia
El Ministerio de Defensa libio había advertido también, igual que Gadafi, de que responderían a los ataques extranjeros incluso más allá de sus fronteras. "Cualquier ataque militar contra Libia pondrá en riesgo el tráfico marítimo y aéreo en el Mediterráneo y las instalaciones civiles y militares serán objetivos del contraataque libio", había asegurado en un comunicado citado por Reuters. Despechadas, las autoridades libias habían dicho que la resolución de la ONU no se merece ni el papel en el que está escrita.
"Los libios hemos tenido bastante. Incluso aunque todo el mundo nos ataque, y lo hagan con armas nucleares, no renunciaremos a nuestro país, a nuestra dignidad, a nuestros niños y jóvenes", ha declarado también Gadafi, en un mensaje radiofónico recogido por la cadena Al Yazira.
Situación crítica de los rebeldes
La resolución de Naciones Unidas llega en un momento crítico de la ofensiva de las tropas leales a Gadafi sobre el bastión rebelde de Bengasi. Las fuerzas sublevadas han ido perdiendo fuelle en su combate contra el régimen por la desigual correlación de fuerzas. Tras semanas de debates estériles, la comunidad internacional finalmente ha decidido mediar en la crisis al comprobar que los opositores al dictador libio están acorrolados y sin apenas opciones de victoria, y después de que Gadafi amenazara anoche, en un mensaje dirigido a la población de Bengasi, con arrasar la ciudad "sin piedad". "Iremos casa por casa, habitación por habitación", amenazó.
Saif El Islam había anunciado que sus tropas tenían previsto rodear hoy por completo Bengasi, aunque por el momento no entrarían en la ciudad. En cambio estaba previsto que lo hicieran los comandos "antiterroristas" del régimen con el objetivo de desarmar a los rebeldes, según el hijo de Gadafi, quien había garantizado asistencia humanitaria a aquellos que abandonasen la ciudad en las próximas horas.
En Misrata, la otra ciudad bajo mando rebelde, las fuerzas del régimen han continuado hoy bombardeando posiciones de los insurgentes, según fuentes de la resistencia rebelde, que han asegurado que los bombardeos "empezaron hace más de tres horas y hay muchas víctimas". Hasta el momento, han muerto cuatro personas y hay más de 70 heridos.
Los rebeldes han atacado las tropas leales a Gadafi en Nalut, a 60 kilómetros de la frontera tunecina, según informa Reuters. En el combate han muerto cuatro soldados y un rebelde, como informa la misma agencia.
El Consejo Nacional Libio, el órgano de gobierno establecido por la oposición en Bengasi, advirtió por la mañana de que la creación de una zona de exclusión aérea para impedir los ataques del Ejército contra la población "no es suficiente" y celebró el anuncio de una intervención militar, informa Al Yazira.