Las fuerzas de Gadafi controlan otra población del este

Trípoli, Agencias
Las fuerzas de Muamar Gadafi lograron el control de una población estratégica en el este de Libia el martes, allanando el camino hacia el bastión rebelde de Bengasi mientras las potencias mundiales no lograban ponerse de acuerdo sobre el establecimiento de una zona de exclusión aérea.

La pequeña población de Ajdabiyah era todo lo que se interponía entre el implacable avance hacia el este de las tropas del Gobierno libio y la segunda ciudad del país, Bengasi, y está situada en un cruce de caminos desde el que las tropas de Gadafi podrían tratar de rodear el bastión rebelde.

"La ciudad de Ajdabiyah ha sido limpiada de mercenarios y terroristas vinculados con la organización Al Qaeda", dijo la televisión estatal, en referencia a los rebeldes que combaten para poner fin a los 41 años de poder absoluto de Gadafi.

Los aviones del Gobierno abrieron fuego contra un punto de control rebelde en la entrada occidental de Ajdabiyah, luego mandó la artillería rodada a la ciudad y un cercano depósito de armas, siguiendo el mismo patrón de ataque que ha hecho retroceder a los rebeldes 160 km en una contraofensiva que se prolonga una semana.

Al menos un misil alcanzó una zona residencial. Habitantes y rebeldes se apilaban en coches y camionetas para huir de la ciudad por las carreteras hacia Bengasi o Tobruk, aún en manos rebeldes.

"La batalla está perdida. Gadafi está lanzando todo contra nosotros", dijo un oficial rebelde que se identificó como general Suleiman.

Además de la carretera costera a Bengasi, también hay una carretera de 400 km a través del desierto hasta Tobruk, cerca de la frontera con Egipto, que podría incomunicar Bengasi. Pero no estaba claro si las fuerzas de Gadafi eran lo suficientemente fuertes para dividirse y podrían operar con líneas de suministro tan amplias.

Soliman Bouchuiguir, presidente de la Liga Libia de Derechos Humanos, dijo en Ginebra que si las fuerzas de Gadafi atacaban Bengasi, una ciudad de 670.000 habitantes habría un "baño de sangre real, una masacre como la que vimos en Ruanda".

Los aviones, tanques y artillería de Gadafi han tenido pocos problemas para vencer a los insurgentes mal armados en el desierto, pero han afrontado una resistencia mayor en las ciudades que ofrecen refugio para los rebeldes.

En un anticipo de la ferocidad y el caos de los combates urbanos que podrían vivirse en Bengasi, Brega, donde viven 4.300 personas, ha cambiado varias veces de manos, aunque el martes también sucumbió a la mayor capacidad armamentística gubernamental.

"Hemos perdido totalmente Brega. No podíamos enfrentarnos a las tropas de Gadafi", dijo un rebelde, que se identificó como Nasser.

"ENFERMEDAD MENTAL"

Los ministros de Exteriores del Grupo de los Ocho resumidos en París no pudieron ponerse de acuerdo para presionar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y respaldar una zona de exclusión aérea que proteja a las ciudades libias de bombardeos.

En vez de eso, el G-8 dijo que los libios tenían derecho a la democracia y advirtieron a Gadafi que afrontaba "consecuencias terribles" si ignoraba los derechos de su pueblo. El G-8 instó al Consejo de Seguridad a incrementar la presión sobre Gadafi, incluyendo más medidas económicas.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y Reino Unido han encabezado los llamamientos a imponer la zona de restricción aérea. Pero Gadafi restó importancia al plan.

"Lucharemos y ganaremos. Una situación de ese tipo sólo servirá para unir al pueblo libio", dijo al diario italiano Il Giornale. Sarkozy, según el líder libio, tiene una "enfermedad mental".

En el G-8, Rusia y Alemania argumentaron que la zona de exclusión aérea podría ser contraproducente, mientras que Estados Unidos, que probablemente sería responsable de supervisar en gran medida los cielos libios, aún se muestra cauto con la idea

En Nueva York, se prevé que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU reciban un borrador de resolución el martes pidiendo la zona de exclusión y más sanciones contra Gadafi y su entorno, según dijeron diplomáticos a Reuters.

No se prevé que el Consejo de 15 miembros voten el borrador el martes, ya que la mayoría de estados miembros necesita tiempo para consultar con sus capitales sobre la zona de exclusión, según diplomáticos.

Las potencias con poder de veto: Rusia, China y EEUU, junto a Portugal, Alemania y Sudáfrica, están entre los miembros con dudas sobre la idea de una zona de exclusión.

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