La recuperación de pilotos en zona enemiga libia, un desafío mayor
Bengasi, Agencias
El rescate de pilotos derribados en territorio enemigo es un desafío mayor que exige el despliegue de medios importantes y especializados.
Uno de los dos pilotos del avión caza F-15 estadounidense que se estrelló en la noche del lunes en el este de Libia fue recuperado el martes, según un responsable militar estadounidense.
Aunque el Pentágono no ha revelado por el momento los detalles de la operación, las misiones de búsqueda y rescate en combate utilizan una técnica muy experimentada. Una vez eyectado del avión, el piloto comunica su posición y su localización en una frecuencia de socorro.
El desafío es recuperar a la tripulación lo más rápido posible: hay que "impedir al enemigo que lo capture para sacarle información", y que lo exhiba para fines de propaganda destinados a influir en la opinión pública y la estrategia militar, explicó en un informe el coronel estadounidense Lee DePalo, de la Escuela de Guerra Aérea.
Durante la guerra del Golfo, Sadam Husein había prometido una recompensa a quien capturara a un piloto derribado. Y la imagen de un piloto linchado por las masas o expuesto en la televisión estatal del país enemigo tiene un efecto devastador en la opinión pública occidental.
Cada arma del Ejército estadounidense dispone de sus propias unidades de recuperación. La Fuerza Aérea dispone en particular de especialistas de rescate, 'pararescue jumpers', comandos capaces de socorrer al piloto y a su vez expulsar a las fuerzas enemigas.
Helicópteros o aviones Osprey, cruce de un avión de pasajeros y un helicóptero, son desplegados lo más rápido posible para recuperar a la tripulación, y son acompañados, de ser necesario, por cazabombarderos o aviones de interferencia electrónica.
Durante la operación en Kosovo, la recuperación de un piloto de F-16 estadounidense implicó la participación de aviones de ataque A-10 Thunderbolt o aviones caza F-16 Falcon.
En junio de 1995, otro piloto estadounidense F-16, el capitán Scott O'Grady, fue recuperado por un comando aéreo de una cuarentena de marines, seis días después de haber sdio derribado cerca de Biah (noroeste de Bosnia).
El rescate de pilotos derribados en territorio enemigo es un desafío mayor que exige el despliegue de medios importantes y especializados.
Uno de los dos pilotos del avión caza F-15 estadounidense que se estrelló en la noche del lunes en el este de Libia fue recuperado el martes, según un responsable militar estadounidense.
Aunque el Pentágono no ha revelado por el momento los detalles de la operación, las misiones de búsqueda y rescate en combate utilizan una técnica muy experimentada. Una vez eyectado del avión, el piloto comunica su posición y su localización en una frecuencia de socorro.
El desafío es recuperar a la tripulación lo más rápido posible: hay que "impedir al enemigo que lo capture para sacarle información", y que lo exhiba para fines de propaganda destinados a influir en la opinión pública y la estrategia militar, explicó en un informe el coronel estadounidense Lee DePalo, de la Escuela de Guerra Aérea.
Durante la guerra del Golfo, Sadam Husein había prometido una recompensa a quien capturara a un piloto derribado. Y la imagen de un piloto linchado por las masas o expuesto en la televisión estatal del país enemigo tiene un efecto devastador en la opinión pública occidental.
Cada arma del Ejército estadounidense dispone de sus propias unidades de recuperación. La Fuerza Aérea dispone en particular de especialistas de rescate, 'pararescue jumpers', comandos capaces de socorrer al piloto y a su vez expulsar a las fuerzas enemigas.
Helicópteros o aviones Osprey, cruce de un avión de pasajeros y un helicóptero, son desplegados lo más rápido posible para recuperar a la tripulación, y son acompañados, de ser necesario, por cazabombarderos o aviones de interferencia electrónica.
Durante la operación en Kosovo, la recuperación de un piloto de F-16 estadounidense implicó la participación de aviones de ataque A-10 Thunderbolt o aviones caza F-16 Falcon.
En junio de 1995, otro piloto estadounidense F-16, el capitán Scott O'Grady, fue recuperado por un comando aéreo de una cuarentena de marines, seis días después de haber sdio derribado cerca de Biah (noroeste de Bosnia).